Sr. Director... CONCEPTO DE ETICA EN POLITICA

Me es indiferente la tendencia política, el color de su chaqueta, lo que pregone, crea o no en ello, lo triste es esa indiferencia que la mayoría sentimos, comprendo que lo que hacen algunos de nuestros políticos es aplicar su conducta a sus actuaciones, buscando la facultad de distraer al oponente, al oyente, no pensar mas que en lo que pueda hacer para que el que le escuche tenga ocupada su mente, sean cosas banales, o programas de cotilleos, o sea aquél otro programa o conjunto de palabras para eruditos que la mayoría de los espectadores no llegamos a comprender.
Tal vez necesiten aunque ganen menos votos, estudiar lo que significa el concepto de ética, un patrimonio de todos aunque a algunos nos los inculquen en mayor medida que al resto de los seres humanos, un concepto para hacernos reflexionar sobre aquellas justificaciones en la elección de un comportamiento que consideramos correctos y mas que ello, idóneos.
La existencia en cualquier colectivo de la ética como razón de ser, como comportamiento, permite que aquella decisión que se tome considere las razones y justificaciones gradualmente, pero sobre todo para conseguir que seamos considerados como ciudadanos ejemplares, con el valor incuestionable de la dignidad, situación que ha de activar la razón del ser humano, todo ello por la valoración de la conciencia como elemento clave del desarrollo.
A veces, los políticos toman medidas pensando que serán buenas para el futuro, no lo dudo, pero de nada valen sino son coherentes, no con ellos sino con los ciudadanos que representan, integrarles en la ejecución de los mismos y no tratando de infantilizar el pueblo con gestos y palabras rimbombantes pero inútiles.
La ética es imprescindible para todos, aunque sea para poder manejar las emociones, aquellas que nos llegan como seres que somos integrados en una sociedad que constantemente nos acarrea prohibiciones sin explicaciones razonables de ningún tipo.
Avanzar en el desarrollo moral es la única forma para no crecer ignorantes, para que las tonterías y las anécdotas las consideremos como tales, banalidades, lejos quedan aquellos ideales, aquellas verdades que se sentían sean del modelo políticos que fueran, liberalismo, comunismo o fascismo, pero con sentimientos dichos por políticos reales, no complacientes que intentan imponernos unas modas, unos estilos de vida que a lo largo hacen que nos sintamos culpables de lo que ocurre en la sociedad.