La noche del 16 de febrero la lluvia quiso “agüar” el tradicional “Entierro de la sardina”, pero en ningún momento consiguió tener más protagonismo que esta fiesta carnavalera porque el ayuntamiento de Puebla de la Calzada, como cada año, se volcó plenamente para acondicionar el espacio y que la panceta, sardinas, vino y refrescos no les faltasen a todos los que se pasaron por la Caseta Municipal para clausurar el carnaval poblanchino.

Según el numeroso público asistente a los actos, ha sido una acierto las dos carpas instaladas dentro de la Caseta Municipal porque aparte de hacer más acogedor el espacio, aislaba muy bien del frío a todos los asistentes.

El entierro de la sardina es el último acto programado por la Concejalía de Cultura y Festejos. Con esta fiesta finalizaba un carnaval que ha brillado en todo su esplendor y majestuosidad con el desfile de las comparsas; la frescura y la simpatía de las murgas; el dinamismo y el colorido del carnaval infantil; la calidad y profesionalidad de la Tamborada y por la buena convivencia del entierro de la sardina.