Lunes, 22 de Diciembre de 2025

Actualizada Lunes, 22 de Diciembre de 2025 a las 14:09:09 horas

Manuel García Cienfuegos
Martes, 14 de Febrero de 2012

Ay va, ay va, ay va Cagabicho con la tajá

En el año en el que se celebra dos siglos de la Constitución de Cádiz. En el recuerdo de aquel coro de los padres fundadores que con los miembros bien puestos, como tiene que ser, gritaron, el 19 de marzo de 1812, en la “Cuna del Carnaval”, ¡Viva la Pepa! Ellos decretaron en su artículo trece, ¡Niño, el 13!, “El objeto del Gobierno es la felicidad de la Nación”. Ooooooolé de verónica y natural ¡Viva el Gobierno del objeto! Toma felicidad y sentimiento de la chirigota del Gobierno que de chiste en chiste quería, igual que hoy pero menos que mañana, el bienestar, duros antiguos, gutibamba y chin pun para todos.

Hemos formateado, coincidiendo con esta efeméride gozosa de las Cortes de Cádiz, el disco duro de la memoria, refrescando así el gozo que produce el patio de las melancolías. Recomponiendo recuerdos, paisanaje, personas y personajes que son la enjundia del mosaico que forma la república emérita de esta ciudad. No están todos los que son y fueron, ni mucho menos, prometo que en otra ocasión habrá más.

La sala de fiestas Tabarín. El tío Rinrán vendiendo cupones al que los taxistas le decían “suelta la gallina que se te ven las plumas”, y él, que estaba ciego, respondía dando con el bastón al aire. Don Gabriel, cura de la parroquia de San José y capellán militar en el cuartel de Artillería, que cuando jugaba el Madrid y tenía misa, despachaba en quince minutos a los feligreses. La escalera en forma de espiral en la desaparecida Comisaría de Policía. Los bares El Juan y Las Murallas. Periquín con la gabardina llena de tabaco Winston de contrabando. Los bailes del Chacha, Sala Maravillas, Disloque, Deportivo, Serrucho y El Arrancapelos. La Francesita, que le picó un alacrán en la charca y se vino corriendo a Mérida sin parar. La Casera, el Gavilán y Zasil.  Los carteles de Josán en el Liceo.

El retratista del DNI en la Puerta de la Villa, que tenía como fondo para las fotos la pared de la farmacia Hortal. El Nene, el de las vacas en el río, diciendo “El Nene está tonto, sí, sí, pero a mi padre buena paguita que le dan”. ¡Ay va, ay va, ay va Cagabicho con la tajá! Y él, muy serio, respondía “Muera Franco y viva la División Azul”. Las crónicas deportivas de Alfonso García Algar. Los bocadillos de calamares del bar Mora. Gonzalo vendiendo cangrejos en la Puerta de la Villa con su latita de picón para no pasar frío. El Matadero, La Corchera, Cepansa, Atesur y Rumianca. El Juzgado cuando estaba en la calle Cardero y los funcionarios llevaban manguitos. La Juanita, que tenía un puesto de chucherías en la Rambla y Marianito, que disfrutaba con locura ponerse elegante repleto de pulseras y collares. Los achuchones y apretones en el baile de la perra gorda. Jarabes y gaseosas La Camerana. El ginecólogo Andrés Valverde y Maruja Martín, la comadrona, que sacaban niños como churros en el antiguo hospital. Ismael, Pajarito y el Boga.

La discoteca El Yuyu, junto al Guadiana, donde iban los pasados de roscas cuando cerraban los bares. Oti, el utillero del Imperio, oti ota, con el carro repartiendo muebles. Los soldados cambiándose de ropa en el bar Francia, en la hora del paseo, que acababan en la Discoteca Menfas y en el bar La Encina comiendo hamburguesas. Un pregón en la barriada de la República Argentina: “Pepitos, magdalenas, mojicones, perrunillas y tortas”. Pepe Alameda a quién Curro Romero, el Faraón de Camas, ante su insistencia durante varias corridas, le dijo “otra vez estás aquí”. Fumanchú con el aparato de radio pegado en la oreja recogiendo chatarra. Los callos del bar Vita. El Lusi y El Mimi. Manolo Vadillo, el niño las letras.  El olor a calamares en la calle Cervantes del bar Aragón.

El ultramarino del Tío Chico en la calle Santa Eulalia, anunciando en el escaparate su dominio con los idiomas, “Fálase portugués”. Pelín, ordenanza del Ayuntamiento, que hablaba con la equis, conversando con el alcalde Francisco López de Ayala, “Nox extamox emborrachandox”. El mesón de Avelino, en la carretera de Alange, que le daba vuelta al pestorejo con un tenedor y luego se rascaba la cabeza. El bar Metropolitano en la Puerta de la Villa, del que era cliente habitual Peito, forofo del Atlético de Madrid. Bistele que animaba a los turistas que llegaban en autobús a darle dinero por acompañarles en la visita a los monumentos. Cuando lo conseguía, se iba y los dejaba en la puerta del teatro romano. El bar La Universidad que regentaba el novillero Martín Galán, que al alicatarse se ponía a torear detrás de la barra y cuando los clientes le aplaudían, decía, “llena al personal”, hasta que llegaba su mujer y anunciaba, “aquí se acabo de llenar”. El árbitro de fútbol José María Ceballos, “El churrero”, que cuándo se formaba un lío en un partido se acercaba con ímpetu exclamando, “todo el mundo quieto que aquí está el churrero”.

La Rufina, precursora de las tiendas todo a cien, que en veinte metros cuadrados tenía más que el Carrefour. A cualquier hora y día, incluso festivo, siempre estaba abierto. Los municipales el día de nochebuena subidos en la plataforma dirigiendo el tráfico en la Puerta de la Villa y en el cruce de la Estación, con las trinchas y el gorro blanco, recibiendo de la gente el aguinaldo. Ese día no denunciaban. El tío Míralo con un carro lleno de cántaros vendiendo agua, que al oír ¡Míralo! dejaba el carro y se escondía pensando que venían los aviones de la guerra. La Chinata que hacia trabajo y favores a dos manos. Tomás Bravo, elegido varias veces número uno del Carnaval, el año que desfiló, ya mayor, sobre la pasarela de la discoteca Maikel’s, ayudado por dos jovencitos porque le costaba trabajo andar con los tacones, suplicando “cogedme bien, cabrones, que me caigo”. Ooooooooooolé orgullo de ilustres y venerables emeritenses. Y se acabó.

 

 

 

Este artículo ha sido publicado en la Revista del Carnaval 2012 de la Asociación Cultural “Cazurros Romanos” de Mérida

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.