Indignación familiar, indignación general
El caso Marta del Castillo no parece que vaya a dejar de
sorprendernos. La sentencia contra
Miguel Carcaño, lejos de suponer un punto de inflexión, lo único que ha
provocado es la indignación general. No se entiende. Y si un señor de Cáceres
no entiende que está pasando, mucho menos lo va a entender la propia familia de
Marta, que lo está viviendo en primera persona.
La última noticia sobre el tema la hemos visto esta misma
mañana con la comparecencia pública de los padres de Marta ante los Medios. En
ese acto, la madre solicita, como una petición hecha al aire y con la esperanza
de que se cumpla, que los años en los que Carcaño esté en prisión, sean una
ruina constante para su vida y que la sombra de Marta persiga por siempre a
todos aquellos que participaron en su muerte violenta. Por el lado de la
Justicia, el Consejo General del Poder Judicial, se reúne de urgencia para
emitir un comunicado público de apoyo a la Sentencia y al Tribunal que la
redactó. Señores…a esto se le llama corporativismo. Puede que os hayáis
equivocado, pero siempre tendréis nuestro apoyo. Y es que el corporativismo es
una falsa idea del compañerismo, generalmente asociado a malas prácticas.
Veamos, el caso que tanto conmovió a la opinión pública
se produce cuando Marta del Castillo es asesinada, al parecer, por haber
sufrido un fuerte golpe en la cabeza propinado con un cenicero, de la mano de
Miguel Carcaño, autor confeso del hecho. Cierto que, trasladar el cuerpo de la
fallecida no es algo que puede hacer una sola persona, luego parece evidente
que ha tenido ayuda. En Justicia, esa ayuda se llama cooperación necesaria para
la ocultación de un crimen. Y con esta Sentencia, esos presuntos cooperantes se
van “de rositas”. Al autor confeso se le declara culpable, en ausencia de otras
pruebas, a la pena de cárcel de 20 años, que evidentemente, no va a cumplir.
Con la tercera parte, unos 15, le va a bastar si antes no se promulga alguna
Ley o se ve afectado por los distintos decretos de amnistía y/o reducción de
penas. Seguramente no llegue a 12 años de prisión.
Puestos en el lugar y en la cabeza de los padres de
Marta, la indignación es más que comprensible. Pero hay un detalle básico que
nos obliga a reflexionar. Carcaño ha confesado que la mató y ha dado una serie
de detalles que pueden influir en la sentencia como circunstanciales. El que no
haya aparecido el cuerpo y no exista la mínima posibilidad de estudiarlo para
saber si hubo o no violación, ensañamiento, maltrato previo, etc, deja al
Tribunal con las manos atadas. Otra cosa es que, la alarma social que esto ha
provocado, no se detecte en la Sentencia final. Pero claro, Tribunal y Juez, no
parecen tener argumentos para condenar más duramente a los afectados si se
desestiman los argumentos generales propios de la alarma social que ha
provocado el hecho. Aplicando las normas, no pueden hacer otra cosa. He leído
comentarios al respecto, sobre lo que hubiera pasado si, Marta hubiera sido la
hija del Juez. Hombre, en ese caso seguramente el hecho se hubiera estudiado
mucho más, pero si el cuerpo no aparece, en Justicia, poco más se puede hacer.
Claro que los padres de Marta están indignados. Claro que
esto les ha robado media vida. Claro que los espectadores del hecho estamos
consternados y confusos. Y claro que la alarma social es muy seria. ¿Lo ha
tenido en cuenta el Tribunal…?, Pues no lo sabemos pero parece que no. Si algo
tenemos claro es que se ha aplicado la Ley pero con un rigor que no parece
suficiente. Ahora bien, en este mundo, casi todo acaba por darse la vuelta.
Bastará que se encuentre el cuerpo, si ello es posible aún, y todo cambiará.
Esto puede suceder en cualquier momento, el que alguien se vaya de la lengua
sobre el lugar donde pueda estar, que alguien puede hablar de un momento a otro
y aportar algún dato de manera inesperada.
Ahora es cuando los investigadores tienen que redoblar
esfuerzos. Ahora es cuando hay que mantener la presión sobre los que saben
realmente que sucedió. Si la policía ha hecho bien su trabajo, o no, se sabrá
con el tiempo. Si la instrucción del caso ha sido suficiente y bien llevada,
también se sabrá. Ahora bien, este caso está poniendo a mucha gente delante de
la realidad, porque esto puede pasarle a cualquiera por mucho que nos empeñemos
en mirar para otro lado. Y el espectáculo que están dando ciertos Medios es
impresentable, cuando menos. No todo puede valer para subir las audiencias.
Solo faltaba que la madre de El Cuco aparezca en televisión para decir que su
hijo es culpable. Es de imbéciles pensar que una madre va a decir eso de su
propio hijo. Pues hay gente que lo piensa. Para mi gusto, demasiada gente que
se basa solo en la palabra de la madre de este tipo llamado El Cuco. Y mientras
la Cadena Amiga sigue ganando enemigos, los pobres mortales y peatones que
vivimos al día, sentimos vergüenza de que haya gente que vea estas cosas y
encima, opinen. Hay que ser ojiplástico para justificar tanta desvergüenza y
desatino.
En este
País y en mi opinión sobran argumentos de peón caminero y falta un poco más de
cerebro. La reforma de la Justicia sigue siendo una de las asignaturas
pendientes de nuestra Democracia. Lo que está pasando con el caso Marta del
Castillo, no puede volver a pasar. Pero claro, si al asesino confeso solo le
caen 20 años y a los que se suponen que estaban con el, encima se les pide
disculpas por las molestias, a ver quien tiene narices y razones para terminar
de un plumazo con el vergonzante espectáculo de una Cadena de Televisión, la
Cadena Amiga que resultando ser tan amiga, tiene la capacidad de granjearse
tantos enemigos y no le importa. Un euro es un euro.
El caso Marta del Castillo no parece que vaya a dejar de sorprendernos. La sentencia contra Miguel Carcaño, lejos de suponer un punto de inflexión, lo único que ha provocado es la indignación general. No se entiende. Y si un señor de Cáceres no entiende que está pasando, mucho menos lo va a entender la propia familia de Marta, que lo está viviendo en primera persona.
La última noticia sobre el tema la hemos visto esta misma mañana con la comparecencia pública de los padres de Marta ante los Medios. En ese acto, la madre solicita, como una petición hecha al aire y con la esperanza de que se cumpla, que los años en los que Carcaño esté en prisión, sean una ruina constante para su vida y que la sombra de Marta persiga por siempre a todos aquellos que participaron en su muerte violenta. Por el lado de la Justicia, el Consejo General del Poder Judicial, se reúne de urgencia para emitir un comunicado público de apoyo a la Sentencia y al Tribunal que la redactó. Señores…a esto se le llama corporativismo. Puede que os hayáis equivocado, pero siempre tendréis nuestro apoyo. Y es que el corporativismo es una falsa idea del compañerismo, generalmente asociado a malas prácticas.
Veamos, el caso que tanto conmovió a la opinión pública se produce cuando Marta del Castillo es asesinada, al parecer, por haber sufrido un fuerte golpe en la cabeza propinado con un cenicero, de la mano de Miguel Carcaño, autor confeso del hecho. Cierto que, trasladar el cuerpo de la fallecida no es algo que puede hacer una sola persona, luego parece evidente que ha tenido ayuda. En Justicia, esa ayuda se llama cooperación necesaria para la ocultación de un crimen. Y con esta Sentencia, esos presuntos cooperantes se van “de rositas”. Al autor confeso se le declara culpable, en ausencia de otras pruebas, a la pena de cárcel de 20 años, que evidentemente, no va a cumplir. Con la tercera parte, unos 15, le va a bastar si antes no se promulga alguna Ley o se ve afectado por los distintos decretos de amnistía y/o reducción de penas. Seguramente no llegue a 12 años de prisión.
Puestos en el lugar y en la cabeza de los padres de Marta, la indignación es más que comprensible. Pero hay un detalle básico que nos obliga a reflexionar. Carcaño ha confesado que la mató y ha dado una serie de detalles que pueden influir en la sentencia como circunstanciales. El que no haya aparecido el cuerpo y no exista la mínima posibilidad de estudiarlo para saber si hubo o no violación, ensañamiento, maltrato previo, etc, deja al Tribunal con las manos atadas. Otra cosa es que, la alarma social que esto ha provocado, no se detecte en la Sentencia final. Pero claro, Tribunal y Juez, no parecen tener argumentos para condenar más duramente a los afectados si se desestiman los argumentos generales propios de la alarma social que ha provocado el hecho. Aplicando las normas, no pueden hacer otra cosa. He leído comentarios al respecto, sobre lo que hubiera pasado si, Marta hubiera sido la hija del Juez. Hombre, en ese caso seguramente el hecho se hubiera estudiado mucho más, pero si el cuerpo no aparece, en Justicia, poco más se puede hacer.
Claro que los padres de Marta están indignados. Claro que esto les ha robado media vida. Claro que los espectadores del hecho estamos consternados y confusos. Y claro que la alarma social es muy seria. ¿Lo ha tenido en cuenta el Tribunal…?, Pues no lo sabemos pero parece que no. Si algo tenemos claro es que se ha aplicado la Ley pero con un rigor que no parece suficiente. Ahora bien, en este mundo, casi todo acaba por darse la vuelta. Bastará que se encuentre el cuerpo, si ello es posible aún, y todo cambiará. Esto puede suceder en cualquier momento, el que alguien se vaya de la lengua sobre el lugar donde pueda estar, que alguien puede hablar de un momento a otro y aportar algún dato de manera inesperada.
Ahora es cuando los investigadores tienen que redoblar esfuerzos. Ahora es cuando hay que mantener la presión sobre los que saben realmente que sucedió. Si la policía ha hecho bien su trabajo, o no, se sabrá con el tiempo. Si la instrucción del caso ha sido suficiente y bien llevada, también se sabrá. Ahora bien, este caso está poniendo a mucha gente delante de la realidad, porque esto puede pasarle a cualquiera por mucho que nos empeñemos en mirar para otro lado. Y el espectáculo que están dando ciertos Medios es impresentable, cuando menos. No todo puede valer para subir las audiencias. Solo faltaba que la madre de El Cuco aparezca en televisión para decir que su hijo es culpable. Es de imbéciles pensar que una madre va a decir eso de su propio hijo. Pues hay gente que lo piensa. Para mi gusto, demasiada gente que se basa solo en la palabra de la madre de este tipo llamado El Cuco. Y mientras la Cadena Amiga sigue ganando enemigos, los pobres mortales y peatones que vivimos al día, sentimos vergüenza de que haya gente que vea estas cosas y encima, opinen. Hay que ser ojiplástico para justificar tanta desvergüenza y desatino.
En este País y en mi opinión sobran argumentos de peón caminero y falta un poco más de cerebro. La reforma de la Justicia sigue siendo una de las asignaturas pendientes de nuestra Democracia. Lo que está pasando con el caso Marta del Castillo, no puede volver a pasar. Pero claro, si al asesino confeso solo le caen 20 años y a los que se suponen que estaban con el, encima se les pide disculpas por las molestias, a ver quien tiene narices y razones para terminar de un plumazo con el vergonzante espectáculo de una Cadena de Televisión, la Cadena Amiga que resultando ser tan amiga, tiene la capacidad de granjearse tantos enemigos y no le importa. Un euro es un euro.























