Eso es lo que se espera en los próximos años, desgraciadamente. Sucede que a nivel inmobiliario hemos tenido la culpa absolutamente todos de la especulación, los bancos de conceder hipotecas a quienes no podían pagarlas y bueno… pero claro estoy convencido de que el marrón en el que estamos metidos no tiene su origen única y exclusivamente en lo inmobiliario puesto que desde mediados de los ochenta se hacen las cosas de esa forma; compro un piso por cinco y lo vendo por nueve. Está mal, pero vale, el tabaco también es malo. El tema es otro y no se sientan más culpables de lo necesario; el derroche que se ha producido en la primera década de este siglo por parte de las administraciones es Brutal –ojo a la mayúscula-, además de que no se han preocupado de educarnos al objeto de que un euro no son veinte duros, si no ciento sesenta y seis pesetas, que cincuenta euros no son cinco mil pesetas y así podríamos seguir hasta el infinito. os hemos acostumbrado a oír –que no escuchar- cosas como que el déficit de un ayuntamiento es de doscientos cuarenta millones de euros, que este coche vale treinta y seis mil euros, etc... ¿Se han dedicado a traducir esas cantidades a pesetas? Háganlo y tiemblen porque hace once años –no dos siglos- era la moneda que manejábamos, cuidábamos y valoramos por lo que piensen si es normal que un ayuntamiento deba 39932.640.000 millones de euros –que son esos doscientos cuarenta millones de euros de los que hablaba antes y si es justo que el ciudadano de a pié tenga que pagar esa tostada que no ha pedido. Pero claro, es normal si tenemos encima de la mesa la sospecha de que el yerno Real se ha apuntado al carro, de que a un futbolista le paguen mil millones de pesetas por pegarle patadas a un bote y bueno, la relación sería increíble teniendo en cuenta que lo vemos ya como normal. Es por ello por lo que si nos paramos a pensar un poco esto es un disloque lo miremos por donde lo miremos y que de esta situación aprendamos algo para que la sangre, el sudor y las lágrimas no vuelvan a aparecer nunca más –iluso de mí-. El problema es que confío poco en el ser humano y en su capacidad de ver la piedra en la que se ha tropezado y no saber esquivarla para no volver a caerse. Pero claro, si miramos cómo se comportan los poderes públicos tenemos la explicación a dicha tontería y no es otra que la siguiente; que somos tontos. ¿Cómo se puede negar una crisis, decir luego que existe, decir en la campaña electoral que se está gestionando cojonudamente bien, perder las elecciones y juntarse los “críticos” que hasta el día 19 daban un brazo por estar agarrados a la Moncloa para decir que se han equivocado desde el comienzo?. Lo dicho, porque somos tontos. Ya lo decía hace unas fechas; que la historia reciente se puede consultar muy rápidamente y entender el por qué de muchas cosas. ¿Se acuerdan de los mimitos de la Chacón a Rubalcaba en la campaña electoral? Pues a ver si se los sigue proporcionando en estas fiestas. Estos tipos van a hacer bueno al difunto Jesús Gil. Insisto en que es una pena que la oposición sea ésta y doy gracias al cielo de que los galos de UPyD tengan los arrestos suficientes para llamar al pan…pan y al vino…vino. Felices Fiestas, próspero año nuevo –es un eufemismo, claro está- y recuerden que un euro no son veinte duros. ¿La Canción? Santa Claus is Coming To Town… vía Springsteen.