Ya tenemos nuestro propio basurero · María Teresa Romero · Montijo
Nuestro barrio se ha convertido en un
hermoso y gran basurero donde las hojas
de los árboles, las bolsas de chuches y de lo que no son chuches, los vasos y
las botellas, las cacas de los perros y la porquería se han instalado para
regusto de todos los que vivimos y paseamos por nuestra zona.
Hasta los contenedores llevan días sin recogerse y
soportamos el hedor de algún que otro bicho muerto para deleite de todos mis
clientes, que cuando vienen a por el pan, temen llevarse el hedor a casa en sus
baguettes caliente.
Desde luego debe ser un lujo comer en las terrazas de
los bares de alrededor, imagínense ustedes, estar rodeados de pura basura
mientras degustan unos platos ricos y bien hechos, no me extraña que los hosteleros
se quejen amargamente, entre que hay que pasar por las aceras sucias y
pegajosas, se nos quita la feria del recinto ferial y nuestra zona está
literalmente dejada de la mano de Dios, no sé como muchos de los negocios que
hay por aquí subsisten.
Es de pena que nuestros niños y niñas tengan que jugar entre tanta
roña y las madres tememos que si se hacen alguna herida la infección sea
monumental por la falta de limpieza a la que nos someten con tanto descaro.
¿Donde están las barrenderas que adecentaron el pueblo
y a las que se les prometió trabajo antes de las elecciones?, ¿Dónde está ese
pueblo que iba a ser como un dulce?.
Señores gobernantes, ¿no les da vergüenza tener el
pueblo como lo tienen, limpiando sólo y exclusivamente la zona del
centro?¿Donde se quedaron sus promesas electorales para Montijo?.
Qué pena de barrio y qué pena de pueblo, que a nadie
le interesa que se pueda vivir decentemente en él, y mucho menos que avance, y
como una imagen vale más que mil palabras, ahí van algunas para que comprueben
que lo que digo es cierto.
Nuestro barrio se ha convertido en un
hermoso y gran basurero donde las hojas
de los árboles, las bolsas de chuches y de lo que no son chuches, los vasos y
las botellas, las cacas de los perros y la porquería se han instalado para
regusto de todos los que vivimos y paseamos por nuestra zona.
Hasta los contenedores llevan días sin recogerse y
soportamos el hedor de algún que otro bicho muerto para deleite de todos mis
clientes, que cuando vienen a por el pan, temen llevarse el hedor a casa en sus
baguettes caliente.
Desde luego debe ser un lujo comer en las terrazas de
los bares de alrededor, imagínense ustedes, estar rodeados de pura basura
mientras degustan unos platos ricos y bien hechos, no me extraña que los hosteleros
se quejen amargamente, entre que hay que pasar por las aceras sucias y
pegajosas, se nos quita la feria del recinto ferial y nuestra zona está
literalmente dejada de la mano de Dios, no sé como muchos de los negocios que
hay por aquí subsisten.
Es de pena que nuestros niños y niñas tengan que jugar entre tanta
roña y las madres tememos que si se hacen alguna herida la infección sea
monumental por la falta de limpieza a la que nos someten con tanto descaro.
¿Donde están las barrenderas que adecentaron el pueblo
y a las que se les prometió trabajo antes de las elecciones?, ¿Dónde está ese
pueblo que iba a ser como un dulce?.
Señores gobernantes, ¿no les da vergüenza tener el
pueblo como lo tienen, limpiando sólo y exclusivamente la zona del
centro?¿Donde se quedaron sus promesas electorales para Montijo?.
Qué pena de barrio y qué pena de pueblo, que a nadie
le interesa que se pueda vivir decentemente en él, y mucho menos que avance, y
como una imagen vale más que mil palabras, ahí van algunas para que comprueben
que lo que digo es cierto.