Sábado, 20 de Septiembre de 2025

Actualizada Viernes, 19 de Septiembre de 2025 a las 19:56:57 horas

Manuel García Cienfuegos
Domingo, 25 de Septiembre de 2011

Gracias, Visam

La imagen almacenada en la nebulosa de la memoria revela aquel preciso instante. Allí, agarrado a los mangos del futbolín, bajo una mirada atenta y sonriente, Visam, desde la puerta, nos advertía cariñosamente ¡Cuidado con los golpes, tratadlo bien!

Segundos después el padre Francisco nos hacía besar el crucifijo de su rosario que colgaba de su blanco cíngulo ¡Que el Señor os de suerte!, nos dijo. El fraile, no se mojó, ni predijo qué pareja iba a ser la ganadora de aquella partida. Diplomacia religiosa franciscana.

Aquella prodigiosa instantánea, aquel fogonazo de vuestro padre y abuelo, querida familia Visam, amigos todos, sigue permaneciendo almacenada aún en la retina y en los laberintos de mi memoria.

Esta noche también han regresado otras instantáneas a los territorios de los recuerdos. Os he vuelto a ver a algunos de vosotros en la escuela de mi tía Ascensión Cienfuegos, en la calle de Mérida. Sigo viendo a Amparito que está en los cielos. Y a vuestra madre frente a la dulcería de vuestras tías en Puebla de la Calzada. Sí, a Catalina pidiéndome que le pusiera la libreta de ahorros al día, en el entonces Banco de Vizcaya. Luego se cruzó una saludable amistad con Antonio, por medio de otros amigos comunes. Don Víctor, como cariñosamente le llaman, en la calle del Amor de Dios, en la eterna y barroca ciudad de Sevilla.

Tras un artículo que publiqué en Crónicas de un Pueblo, sobre Visam, en el mes de agosto del año 2008, apareció la amistad con Vicente. Ambos, desde noviembre del año pasado nos hemos dado una tremenda paliza cariñosa de llamadas y correos electrónicos.

Haber contribuido a hacer el libro de Visam ha sido muy gratificante. Confieso que cuando repasaba el artículo que iba a salir publicado este año, sobre él, en la Revista de Feria, fue cuando me dí cuenta de la excelente armonía y mejor consenso que habíamos tenido Juan Carlos, Pepe, Vicente y quien les habla a lo largo de los nueves meses que ha durado este embarazo, que acabó el pasado 3 de agosto en feliz parto, al que hemos bautizado con el nombre de “VISAM. Vida y obra de un fotógrafo. Montijo 1911-1966”.

Esta noche tengo que decir gracias, Visam, por habernos mostrado tres décadas de Montijo en imágenes. Gracias por fotografiar sus monumentos y su paisaje urbano. De cómo se destrozó el Paseo, se transformó la Avenida y de cómo se ha ido desmoronando nuestro patrimonio histórico y popular sin que las autoridades del momento le pusieran freno y remedio, ante la pasividad e indiferencia de muchos montijanos.

Gracias, Visam, por recordarnos los trabajos, los esfuerzos, las apreturas, las carencias y los días de aquellos años. Gracias por devolvernos las miradas sonrientes, entre otras, la de las chicas del Pimentón, y de aquel museo del comercio de feliz memoria llamado el “Arca de Noé”.

Gracias, Visam, por refrescarnos la liturgia de la devoción popular. Don José Zambrano, el párroco de la entrega y el coraje, en el balcón, en el lugar de costumbre, recibiendo a Nuestra Patrona, la Virgen de Barbaño. La procesión del Encuentro en la mañana luminosa del Domingo de Resurrección. La Acción Católica. El Domund.

Gracias, Visam, por mostrarnos el rostro de las enseñanzas y aprendizajes de maestros y alumnos. Gracias por las imágenes de la ejemplar labor que realizó las Escuelas de Artes y Oficios, que nos dio un campeón mundial de carpintería, Ángel Serrano Martínez. Gracias, Visam, por almacenar las actividades del Frente de Juventudes y la Sección de Femenina. Asociaciones juveniles del Régimen de aquel momento.

Gracias, Visam, por conservar la imagen de nuestro futbolista internacional, Diego Lozano. De Antonio Gómez Bravo, mecenas del fútbol. El Montijo, el Ceporro, el Verdugo, el Juvenil, el Morante, las partidas de ajedrez en el Casino… Gracias, Visam, por el coleccionable “Caramelos Mi Ciudad”.

Gracias, Visam, por los carros engalanados de San Isidro, el Rodeo de ganados de la Feria. Gracias por aquel paraguas de luces y guirnaldas de papel en el paseo. Gracias por los festejos taurinos del fenómeno Visagra. La Orquesta Monty, San Blas, y de cómo los montijanos aliviaban los sofoques del verano refrescándose en la Piscina Cavi y en el invento turístico que Visam promocionó: “La Playa de los Suspiros”.

Hace unos días le envié el libro de Visam, que hoy presentamos, a un montijano que marchó de Montijo hace años. Al recibirlo me llamó para decirme que las fotos del libro le habían alegrado la vida. Tiene ahora 82 años, y vive en pueblo de Jaén. Pero también me dijo que le habían inundado las nostalgias y las tristezas por los recuerdos que evocan sus páginas.

Sentíos gozosos familia Visam, de vuestro padre y vuestra madre. Sentíos gozosos de vuestros abuelos. Sí, sentíos tremendamente felices. Visam, vuestro padre y abuelo, amigos y amigas, no nos dejó el color negro, tiniebla, oscuro, viejo y añejo, no, Visam nos ha dejado el aire, la luz, la perspectiva, la alegría y la memoria del tiempo presente.

Visam nos ha dejado la hermosura de cómo entender, por medio de la fotografía, aún más y mejor las entrañas de la vida. Por todo ello gracias, Visam.

 

 

Intervención de Manuel García Cienfuegos en la presentación del libro “VISAM. Vida y obra de un fotógrafo. Montijo 1911-1966”. Teatro Municipal de Montijo 24/septiembre/2011.

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.