Cien días
Suenan clarines y timbales ¡Cien
días, cien! son los que el lunes 19 de septiembre han trascurrido desde que
unos y otros tienen responsabilidades de gobierno en nuestros Ayuntamientos.
Cien días bajo un tiempo bañado
por el verano. Cien días buscando empleo sin encontrarlo, y cien días temiendo
perderlo. Cien días en los que algunos empresarios han tirado la toalla porque
los clientes no pagan. Cien días en los que la morosidad ha seguido con su
escalada. Cien días en los que algunos han engordado aún más su ego.
Cien días de desconfianza ante la
nueva oleada de recortes. Cien días en los que desde el país del Tío Sam nos han
señalado, porque desde España le podemos acarrear problemas. Cien días de los
mercados, ¡uy los mercados! Cien días educados, callados y sumisos. Cien días
escuchando que aquí no pasa nada ¡qué va a pasar!
Cien días en los que hemos
escuchado que… ¿Qué hemos escuchado? Cien días para el impulso. Cien días
nadando y guardando la ropa. Cien días de no corráis que es peor. Cien días
mirando de reojo. Cien días en los que algunos y algunas no han hecho nada de
nada, lo que se dice absolutamente nada. Cien días de cortesía. Cien días de
tregua. Cien días en los que “la cosa” sigue estando igual o peor de lo que
estaba.
Cien días de mentiras, promesas y
demagogia. Cien días de planes y medidas. Cien días de improvisación. Cien días
dando tumbos. Cien días de ordeno y mando. Cien días de prepotencia. Cien días donde
algunos se lo han tomado a cachondeo. Cien días de luces y sombras. Cien días de
buen gobierno. Cien días de desgobierno.
Cien días, cien días, cien días… Se
cumplen cien días en los que no sabemos qué va a pasar dentro de cien días.
Suenan clarines y timbales ¡Cien días, cien! son los que el lunes 19 de septiembre han trascurrido desde que unos y otros tienen responsabilidades de gobierno en nuestros Ayuntamientos.
Cien días bajo un tiempo bañado por el verano. Cien días buscando empleo sin encontrarlo, y cien días temiendo perderlo. Cien días en los que algunos empresarios han tirado la toalla porque los clientes no pagan. Cien días en los que la morosidad ha seguido con su escalada. Cien días en los que algunos han engordado aún más su ego.
Cien días de desconfianza ante la nueva oleada de recortes. Cien días en los que desde el país del Tío Sam nos han señalado, porque desde España le podemos acarrear problemas. Cien días de los mercados, ¡uy los mercados! Cien días educados, callados y sumisos. Cien días escuchando que aquí no pasa nada ¡qué va a pasar!
Cien días en los que hemos escuchado que… ¿Qué hemos escuchado? Cien días para el impulso. Cien días nadando y guardando la ropa. Cien días de no corráis que es peor. Cien días mirando de reojo. Cien días en los que algunos y algunas no han hecho nada de nada, lo que se dice absolutamente nada. Cien días de cortesía. Cien días de tregua. Cien días en los que “la cosa” sigue estando igual o peor de lo que estaba.
Cien días de mentiras, promesas y demagogia. Cien días de planes y medidas. Cien días de improvisación. Cien días dando tumbos. Cien días de ordeno y mando. Cien días de prepotencia. Cien días donde algunos se lo han tomado a cachondeo. Cien días de luces y sombras. Cien días de buen gobierno. Cien días de desgobierno.
Cien días, cien días, cien días… Se cumplen cien días en los que no sabemos qué va a pasar dentro de cien días.





















