Leer entre líneas
Si hoy me diera por dedicar este artículo y lo hiciera de tal manera, que sin decirlo, estuviese mandando una segunda intención a lo escrito, eso sería invitar al personal a leer entre líneas y por ahí van a ir los tiros hoy. Me voy a dar el gustazo de dedicarte mi tiempo, eso sí, en un artículo donde no vas a tener más remedio que intentar encontrarte porque, hoy vamos a leer entre líneas.
Resulta, que sin nombrarte, hoy voy a hablar de ti. De tu hipocresía, de tu cinismo y sobre todo de tu falsedad. Me parece bochornoso y ridículo que te levantes por la mañana y a pesar de tener esa cara avinagrada de membrillo con relieve, te pongas una careta con la sonrisa de oreja a oreja e intentes engañarnos a todos pero, lamentablemente, no lo consigues porque como te esfuerzas tanto en sonreír, entre los dientes se te ven pulular las culebras y los sapos que siempre te gusta dedicarle a tus semejantes, piensen o no piensen como tú, porque eres una persona tan cínica que puesto a despellejar te llevas a todo lo que se te pone por delante, vamos, que no dejas a títere con cabeza.
Me gustaría que fueses un ser coherente y sobre todo, respetuoso. Mira a tu alrededor y verás como es mejor ¡siempre! callar que criticar porque, por suerte, tienes en casa todo lo que detestas. ¿Cómo puedes reírte cínicamente de todo y de todos? A veces me gustaría regalarte un espejo para que te mires, antes de salir de casa, seguro que te vas a reír tanto de tu patética cara que se te van a quitar las ganas de reírte para el resto del día.
Así es la vida, muy justa y suele poner a cada uno, en su camino, todo lo que detesta de los demás, es de la única manera que se aprende a valorar o aceptar a cada cual como es, aunque lamentablemente, tú piensas que eres una persona tan perfecta que eres incapaz de analizarte. En cierto modo haces bien porque si algún día descubres el cinismo que emana de ti vas a ser más infeliz de lo que eres ahora.
Me da pena que desperdicies tu vida tratando de amargarles la vida a otros, disfrutando de sus debilidades, de sus caídas…y lo peor de todo es que tengo el presentimiento que ni tan siquiera eres consciente del daño que haces a los demás porque vives, creyendo, que el mundo gira alrededor de ti exclusivamente. Te consideras un ser maravilloso, encantado de haberte conocido ¿quieres un consejo? Gira sobre ti mismo y por una vez, descubre como eres en realidad, si tienes la capacidad de reconocerte de verdad, analízate y cambia por el bien de todos, en especial por los que te rodean que seguramente son los que más te están sufriendo.
Como decía al principio, solo estoy dedicándoselo a una persona pero si más de uno/a se ve reflejado o reflejada con lo que he intentado analizar y se ofende, me temo que es porque no tiene la conciencia tranquila. Concretamente, si yo leyese este artículo escrito por otra persona, prácticamente lo único que me arrancaría es una sonrisa, pero claro, para eso hay que tener la conciencia tranquila… y no todos pueden presumir de esto.
Voy a ir terminando porque a medida que escribo, tengo más la sensación de estar perdiendo el tiempo porque, lamentablemente, me temo que tú eres de esas personas, que por desgracia, no sabes leer entre líneas.
Si hoy me diera por dedicar este artículo y lo hiciera de tal manera, que sin decirlo, estuviese mandando una segunda intención a lo escrito, eso sería invitar al personal a leer entre líneas y por ahí van a ir los tiros hoy. Me voy a dar el gustazo de dedicarte mi tiempo, eso sí, en un artículo donde no vas a tener más remedio que intentar encontrarte porque, hoy vamos a leer entre líneas.
Resulta, que sin nombrarte, hoy voy a hablar de ti. De tu hipocresía, de tu cinismo y sobre todo de tu falsedad. Me parece bochornoso y ridículo que te levantes por la mañana y a pesar de tener esa cara avinagrada de membrillo con relieve, te pongas una careta con la sonrisa de oreja a oreja e intentes engañarnos a todos pero, lamentablemente, no lo consigues porque como te esfuerzas tanto en sonreír, entre los dientes se te ven pulular las culebras y los sapos que siempre te gusta dedicarle a tus semejantes, piensen o no piensen como tú, porque eres una persona tan cínica que puesto a despellejar te llevas a todo lo que se te pone por delante, vamos, que no dejas a títere con cabeza.
Me gustaría que fueses un ser coherente y sobre todo, respetuoso. Mira a tu alrededor y verás como es mejor ¡siempre! callar que criticar porque, por suerte, tienes en casa todo lo que detestas. ¿Cómo puedes reírte cínicamente de todo y de todos? A veces me gustaría regalarte un espejo para que te mires, antes de salir de casa, seguro que te vas a reír tanto de tu patética cara que se te van a quitar las ganas de reírte para el resto del día.
Así es la vida, muy justa y suele poner a cada uno, en su camino, todo lo que detesta de los demás, es de la única manera que se aprende a valorar o aceptar a cada cual como es, aunque lamentablemente, tú piensas que eres una persona tan perfecta que eres incapaz de analizarte. En cierto modo haces bien porque si algún día descubres el cinismo que emana de ti vas a ser más infeliz de lo que eres ahora.
Me da pena que desperdicies tu vida tratando de amargarles la vida a otros, disfrutando de sus debilidades, de sus caídas…y lo peor de todo es que tengo el presentimiento que ni tan siquiera eres consciente del daño que haces a los demás porque vives, creyendo, que el mundo gira alrededor de ti exclusivamente. Te consideras un ser maravilloso, encantado de haberte conocido ¿quieres un consejo? Gira sobre ti mismo y por una vez, descubre como eres en realidad, si tienes la capacidad de reconocerte de verdad, analízate y cambia por el bien de todos, en especial por los que te rodean que seguramente son los que más te están sufriendo.
Como decía al principio, solo estoy dedicándoselo a una persona pero si más de uno/a se ve reflejado o reflejada con lo que he intentado analizar y se ofende, me temo que es porque no tiene la conciencia tranquila. Concretamente, si yo leyese este artículo escrito por otra persona, prácticamente lo único que me arrancaría es una sonrisa, pero claro, para eso hay que tener la conciencia tranquila… y no todos pueden presumir de esto.
Voy a ir terminando porque a medida que escribo, tengo más la sensación de estar perdiendo el tiempo porque, lamentablemente, me temo que tú eres de esas personas, que por desgracia, no sabes leer entre líneas.