Democracia o cárcel sin puertas
Con los reyes mandaban sus imperios, con las dictaduras sus ejércitos y con la democracia el libre mercado liderado por los bancos, especuladores e inversionistas. Los partidos políticos, sindicatos y demás salvadores de la sociedad, son unos cuantos más sumándose a los tres primeros, pero nada más..
Los grandes proyectos “económicos” no son liderados ni por partidos políticos, ni por los sindicatos, sino por las multinacionales, quedando éstos como “representantes” de la “sociedad”, representantes que por propia naturaleza humana terminan al lado de don dinero. En democracia todo vale, qué legalizan a bildu por intereses de partido y de dinero, no pasa nada, que el gobierno ignora a las víctimas del terrorismo como si fueran mangria, no pasa nada, que se manifiestan el día de la visita del Papa, porque para los manifestantes la mangria es el Papa y no ellos, no pasa nada, que cuatro niñatos descerebrados matan a personas porque necesitan vivir emociones fuertes, no pasa nada, que la ley del menor protege a estos monstruos con carnet de identidad español y menor de edad, no pasa nada, que una familia se va de vacaciones y cuando vuelve se encuentra su vivienda ocupada y no pasa nada. Después de tantos, no pasa nada, sí pasa y mucho. Lo que pasa es que el sistema no funciona por propia naturaleza humana, queremos creer que somos buenos para vivir en democracia, pero la historia de nuestra especie habla por sí sola.
Los valores de la educación familiar con sus diferentes culturas se basan en sus tradiciones, unas buenas y otras no tan buenas, pero éstas son las que nos han traído a los días que hoy vivimos y ninguna de estas tradiciones se han basado en la ”liberti-democracia” como la que tenemos, nada más lejos de mi retornar al pasado, pero esto necesita urgentemente un cambio en ajustes de valores y poderes, para que la democracia que hoy tenemos no sea una cárcel sin puertas, que es peor que con puertas para todos aquellos que no tienen clara y formada su personalidad. Uno de los indicativos de la personalidad inmadura, es el éxito de las modas y la poca creatividad para imponer cada uno la suya. Un ejemplo lo tenemos, en como ha vestido la moda a la juventud con los pantalones bajos o caído, por no decir enseñando el slip o el murciélago, seguramente estos jóvenes no sepan, por mucha información que tengan, que la moda de los pantalones caídos procede de los presos, a los cuales les quitaban el cinturón para que no se dañaran. La pregunta es ¿quién impuso esta moda? ¿Con qué sentido? de insultar, de deshonrar la especie, de decir la realidad de lo que es el ser humano o de denunciar que todos estamos presos.
Quizá tenga mucho sentido la frase que dice: mucho collar para tan poco perro. Quiero creer en la bondad del ser humano pero no puedo, ni debo olvidarme de su maldad.
Con los reyes mandaban sus imperios, con las dictaduras sus ejércitos y con la democracia el libre mercado liderado por los bancos, especuladores e inversionistas. Los partidos políticos, sindicatos y demás salvadores de la sociedad, son unos cuantos más sumándose a los tres primeros, pero nada más..
Los grandes proyectos “económicos” no son liderados ni por partidos políticos, ni por los sindicatos, sino por las multinacionales, quedando éstos como “representantes” de la “sociedad”, representantes que por propia naturaleza humana terminan al lado de don dinero. En democracia todo vale, qué legalizan a bildu por intereses de partido y de dinero, no pasa nada, que el gobierno ignora a las víctimas del terrorismo como si fueran mangria, no pasa nada, que se manifiestan el día de la visita del Papa, porque para los manifestantes la mangria es el Papa y no ellos, no pasa nada, que cuatro niñatos descerebrados matan a personas porque necesitan vivir emociones fuertes, no pasa nada, que la ley del menor protege a estos monstruos con carnet de identidad español y menor de edad, no pasa nada, que una familia se va de vacaciones y cuando vuelve se encuentra su vivienda ocupada y no pasa nada. Después de tantos, no pasa nada, sí pasa y mucho. Lo que pasa es que el sistema no funciona por propia naturaleza humana, queremos creer que somos buenos para vivir en democracia, pero la historia de nuestra especie habla por sí sola.
Los valores de la educación familiar con sus diferentes culturas se basan en sus tradiciones, unas buenas y otras no tan buenas, pero éstas son las que nos han traído a los días que hoy vivimos y ninguna de estas tradiciones se han basado en la ”liberti-democracia” como la que tenemos, nada más lejos de mi retornar al pasado, pero esto necesita urgentemente un cambio en ajustes de valores y poderes, para que la democracia que hoy tenemos no sea una cárcel sin puertas, que es peor que con puertas para todos aquellos que no tienen clara y formada su personalidad. Uno de los indicativos de la personalidad inmadura, es el éxito de las modas y la poca creatividad para imponer cada uno la suya. Un ejemplo lo tenemos, en como ha vestido la moda a la juventud con los pantalones bajos o caído, por no decir enseñando el slip o el murciélago, seguramente estos jóvenes no sepan, por mucha información que tengan, que la moda de los pantalones caídos procede de los presos, a los cuales les quitaban el cinturón para que no se dañaran. La pregunta es ¿quién impuso esta moda? ¿Con qué sentido? de insultar, de deshonrar la especie, de decir la realidad de lo que es el ser humano o de denunciar que todos estamos presos.
Quizá tenga mucho sentido la frase que dice: mucho collar para tan poco perro. Quiero creer en la bondad del ser humano pero no puedo, ni debo olvidarme de su maldad.




















