Director de la Escuela de Danza
Pedro Cruz Pereira
· «Esperamos a que se abra el nuevo Conservatorio de Música para poder seguir creciendo»
Pedro Cruz, bailarín y coreógrafo, como él mismo se define. Si hace unos años en nuestros pueblos, al preguntar nuestras abuelas a alguna de nuestras amistades, y tú, ¿qué eres? Recibe como contestación que estas dos profesiones, seguro que no darían crédito, sencillamente porque en nuestro entorno no existía la práctica ni la docencia de la danza. Hoy en Montijo existe un centro, y estamos esperando la inauguración del nuevo Conservatorio, para ser pionero en el arte de fusionar música y danza para crear belleza.
Alicante, Madrid, Granada o Londres, fueron sus ciudades de formación pero una lesión en la rodilla le hizo cambiar la escena por la docencia y la coreografía. Esa expectación inicial de un docente varón para la danza se ha trocado en admiración y ahora resta esperar esos “nuevos espacios amplios y luminosos donde ver a los bailarines yendo por los pasillos”.
Antecedentes familiares.
Provengo de una familia que lo perdió todo en la Guerra Civil y tuvo que adaptarse (tal y como pasa hoy, desgraciadamente, en muchos casos) a la más profunda de las humildades.
Nadie de mi familia se ha dedicado al arte, aunque mi abuelo era ebanista (otra forma de hacer arte) y mi tío Pepe me inculcó el amor a la pintura que, todavía hoy, intento reflejar cada vez que puedo.
Procedencia…
Mi familia materna proviene de unos grandes ebanistas de Mondoñedo y la paterna de Higuera de Vargas.
Mi padre de nombre José y gracias a que conducía autobuses de “Servicio Discrecional” pude conocer toda España y parte de Europa, luego he vuelto a muchos de esos lugares por mi profesión. Mi madre María, costurera y la gran profesión que nunca se valora, MADRE, mi otra madre y que también tanto me cuidó, mi abuela María.
A pesar de José y María yo me llamo Pedro por mi abuelo paterno, al cual no conocí, y Antonio por mi abuelo materno con el que conviví hasta su muerte.
Tengo dos hermanas, María José y Begoña, más pequeñas, las dos enfermeras.
¿Dónde cursa sus estudios?
La carrera Superior de Danza la hice en Alicante, luego fui alumno invitado en el Real Conservatorio de Madrid y fui becado en la Real Escuela de Danza en Londres.
Después he tenido que estar en otros muchos sitios perfeccionando la técnica y todos los conocimientos que deben de rodear la carrera de un bailarín.
¿Qué estudios posee?
En España soy Titulado Superior en la Técnica del Ballet Clásico y Coreografía, en Inglaterra tengo el Teacher Certificate con Matrícula de Honor, el equivalente en España a la Titulación Superior y me han nombrado Supervisor, (examinador de aspirantes a profesores).
Y desde hace trece años soy artista para la Fundación Yehudi Menuhin con el programa mus-e, trabajando con niños y niñas en escuelas con riesgo de exención y marginalidad, no es un título, pero estoy muy orgulloso.
¿Donde transcurre su infancia y recuerdos destacables?
En la calle Doncel y Ordaz nº 6 de Badajoz, en la barriada de San Andrés y en el colegio Academia Central Politécnica en que hice desde Parvulitos hasta 3º de BUP y que ya no existe.
Hoy creo que fue una infancia feliz y plena, llena de maravillosos recuerdos.
¿Qué le une a la música y a la danza?
Todo y más, he vivido y vivo por ella, para ella y de ella, he procurado y además he tenido la suerte de trabajar con los mejores, tanto a nivel nacional como internacional. La Danza me lo ha dado todo, sino no se que hubiera sido de mi, he tratado siempre de ser ecléctico y sacar lo mejor de cada maestro o maestra con los que he trabajado, hoy procuro sacarlo de mi alumnado.
Me he formado muy profundamente para tener siempre muchos ases con los que trabajar, con los que sacar lo mejor de cada paso y llevarlos al público, bien como bailarín o bien como coreógrafo.
He hecho Folclore de todo el mundo, Danza Española, Flamenco, Jazz, Bailes de Salón cuando todavía no estaban de moda… todo para formarme, formar y para crear la danza desde una perspectiva propia y con un estilo propio.
Cada coreografía que hago desde dentro, me vacía al tiempo que me rearma para afrontar otra. Cuando creo que consigo fundir música y danza, hacer esa simbiosis entre ambas, es una satisfacción tan grande que debe de aproximarse mucho a eso que llaman felicidad.
Lástima y al tiempo suerte de que nunca se consiga la perfección y la belleza absoluta, esa y sólo esa debe ser la lucha de cualquier artista, la búsqueda de la perfección, de la belleza, el intentar reinventarse cada vez que afrontas una nueva obra.
¿Es vocacional?
No concibo que pueda ser de otra manera, esta profesión no puede hacerse porque no tengas posibilidad de hacer otra cosa, habrá casos, no lo dudo, pero nunca podrán llegar a ser nada y, sobre todo y lo más importante, nunca estarán contentos consigo mismo.
Esta profesión no tiene horarios, no tiene tiempos muertos, si no la sientes y la amas profundamente, casi obsesivamente, jamás sacarás nada positivo de ella.
Si no hay amor, sentimientos, pasión, sangre, risas y lágrimas es como si fuera un matrimonio de conveniencia. Puedes crear maquinas que imiten bailarines, gimnastas, gente que lo hagan muy bien pero que nunca serán bailarines.
La danza no es un ejercicio físico como mucha gente cree, ni somos atletas ni gimnastas, sólo aprovechamos nuestro cuerpo como vehículo de expresión, llevamos el instrumento para crear arte y belleza puesto, lo malo es que si se nos rompe una cuerda o incluso el instrumento entero nos quedamos sin nada, sin vida.
¿Cuándo pasa a ser profesional? ¿Cuando da sus primeros pasos como docente? Destinos.
No lo recuerdo bien, primero estuve en el Ballet Nacional de España con Víctor Ullate y Carmen Roche en 1981, después un buen día me llaman y me ofrecen un papel en el Cascanueces y para bailar el Paso a Tres del Lago de los Cisnes. Como punto de partida imagino que cuando acabó la carrera en 1986.
Ese mismo año vino la beca en Londres y posteriormente me lesioné la rodilla y probablemente ese día fue el principio del fin de mi vida en la escena y comenzó el de docente y coreógrafo.
Como maestro y coreógrafo he trabajado en Madrid, Alicante, Londres, York, Leeds, en el Conservatorio de Granada, en Baeza etc y por supuesto con mi gente que me lo dan todo y cada día me piden más.
¿Cuándo recala en Montijo?
Un 3 de noviembre de hace ya ocho años y parece que fue ayer aunque suene a tópico, había tanto que hacer que ha pasado demasiado rápido.
La Escuela de Danza de Montijo: Actualmente ¿cuál es su situación?
Goza de una salud envidiable, trabaja a pleno rendimiento en unas instalaciones (gracias a la gente que ha creído en nosotros y nos ha visto trabajar y evolucionar y al esfuerzo impagable de nuestra AMPA) que ya querrían tener muchas grandes Escuelas de España y a parte de mi, con unas profesionales, Paloma y Lara que forman un equipo muy, pero que muy difícil de superar, hoy por hoy, en Extremadura y parte de nuestro país.
¿Cómo fueron esos inicios?
Cuando menos peculiares, no difíciles ya que siempre se me ha acogido con los brazos abiertos, pero eso de que llegara un varón a dar clases de Ballet, era cuanto menos expectante, ¿qué será? (ya conocemos los tópicos típicos sobre los bailarines) ¿cómo será?... y yo, que ya venía de vuelta de muchas cosas, estudios y escuelas donde se me reconocía el curriculum, fue comenzar de nuevo a ganarme a la gente y a demostrar casi desde cero lo que sabía hacer.
¿Cómo ha ido evolucionando?
Mucho mejor de lo que esperaba, casi desde el principio se empezó a contar con la Escuela de Danza para casi todo, hoy en día, sigue siendo así, nos vamos abriendo puertas allá por donde pasamos y el buen hacer y el esfuerzo de mi gente hace que se mantengan abiertas para volver a entrar cada vez que queramos o se nos llame.
El alumnado ha ido adquiriendo un gran nivel, lástima que no puedan trabajar más horas al día, que cuando tienes el cuerpo y el corazón es lo que lo consigue todo, a pesar de esto hay alumnas que trabajan de dos a cuatro horas diarias en algunas ocasiones y comienzan a salir de Montijo para probar nuevas formas de bailar.
¿Dónde se han ido impartiendo las clases?
Conmigo siempre en la Casa de la Cultura, comenzamos con una clase que ya estaba muy bien de unos 60 m2 y desde hace dos años tenemos, gracias al esfuerzo del Ayuntamiento y a la demanda de alumnado, dos aulas de 100 m2 y esperamos en un futuro cuando se abra el nuevo Conservatorio de Música contar con otra para poder seguir creciendo.
Todo esto se realizó y se habilito para poder optar a ser Conservatorio de Danza y en ello estamos y por ello seguimos luchando.
Hasta sus llegada la danza no estaba introducida en el currículo de los niños de la comarca ¿Cómo fueron esos comienzos y cómo está actualmente?
De hecho y desgraciadamente, sigue sin ser Conservatorio, todo está en marcha para lograrlo, tenemos los profesionales, los espacios, el alumnado, sólo falta que desde la Administración se quiera y, como decía antes, no tengamos que seguir emigrando, es muy triste crear bailarinas y bailarines para que se te marchen cuando mejor comienzan a estar para sacarles todo su provecho artístico y técnico.
¿Qué aceptación tienen?
La mejor, con lista de espera para algunos cursos y no cesa de llegar gente que quiere entrar en la Escuela, hay que pensar que comencé con 60 alumnas y hoy por hoy estamos en torno a los 160 (un 1% de la población y rodeada y acompañada de sus familiares) me parece mucho y muy bonito el sentir que la danza es parte importante de un gran pueblo como es Montijo.
¿Cuáles han sido los principales problemas con los que se han enfrentado?
Realmente ninguno importante, al menos hasta ahora, todo ha sido muy fluido y dialogado, nos han dejado trabajar, que es lo que queremos y lo único que sabemos hacer y de alguna manera nos hemos convertido en el centro de atención de mucha gente y en el colofón de muchos actos culturales celebrados en Montijo.
¿Qué papel desempeña la Asociación de Padres?
Más que importante, son un gran aliado que jamás cesa su lucha por conseguir más y mejores cosas para nuestra Escuela, cuando nos tienen que reclamar algo lo hacen y eso nos pone de nuevo los pies en la tierra y a luchar y a aprender que es nuestra obligación para hacer la Escuela más grande y mejor. Sin la AMPA prácticamente nada de lo que tenemos estaría y entre otras cosas yo no estaría aquí.
¿Qué características destacaria de su alumnado? ¿De dónde proceden?
Al ser Escuela Municipal no ponemos ningún listón ni técnico, ni artístico, ni físico para la entrada en el centro.
La edad mínima son los tres años y nos vamos encargando de educarlos poco a poco en este mundo de la danza y sobre todo hacer que se enamoren de ella. Después lógicamente hay una selección natural, por los estudios, porque debe de ser como decía antes muy vocacional, por falta de tiempo etc, pero estamos orgullosos de la gran cantidad de gente que tenemos en niveles medios y altos y que no escatiman esfuerzos en no faltar a clase ni un solo día.
Las clases en niveles de principiantes acogen a unos 20 por clase, de los cuales la gran mayoría son de Montijo y Puebla de la Calzada aunque vienen alumnos y alumnas de Esparragalejo, Guadiana e incluso de Arroyo de San Serván en algunas ocasiones.
¿Se necesitan dotes especiales para la danza?
Para amarla y ser feliz con ella no, cualquiera puede disfrutar y sentirse absolutamente realizado bailando. Para ser profesional de la Danza Clásica es otra historia, tienes que estar tocado por los “dioses” de la danza y tener un cuerpo privilegiado y unas dotes artísticas muy importantes.
De cada mil alumnas suele llegar una, en los chicos es diferente por la escasez y pueden conseguir trabajo con una mayor facilidad, dentro de todas las exigencias que la danza conlleva que hasta que no estás dentro nunca podrías imaginar cuantas son.
Niños, niñas... ¿Hay diferencias?
Con respecto a la manera de trabajarlos y en edades tempranas las diferencias son mínimas después cada uno lleva su trabajo específico, a grandes rasgos, la bailarina de puntas y el bailarín de saltos y fortaleza para el Paso a Dos.
Este es un mundo que se basa en la más pura tradición clásica y hombres y mujeres nunca pueden ni deben der ser iguales, no se confunda en ningún caso con machismo, ni mucho menos, es la ética, la estética, los roles en un Ballet, príncipes, princesas … el cuidar a tu pareja como el primer día de enamorados, el ser un caballero y ella una dama, una especie de cuento llevado a “nuestra” vida real, la de ser un sueño sobre la escena que nunca debe desaparecer.
Nueva Escuela de Danza. Nueva ubicación… Pasará a ser Conservatorio Superior de Música.
Realmente no será nueva Escuela de Danza, será nuevo Conservatorio de Música en el cual tenemos un aula y espacios comunes, o sea, una gran casa de ARTE, donde podremos compartir eventos y hacernos más grandes mutuamente, donde podremos llevar a cabo espectáculos conjuntamente y completarnos los unos a los otros.
Y aunque no me incumbe, creo que debe de ser el nuevo Conservatorio de Música, ya que conozco el edificio y las instalaciones son realmente inmejorables.
¿Cumple sus expectativas?
Creo que cumple las expectativas de cualquier profesional de la música y ¿cómo no? de la danza. Espacios amplios y luminosos para albergar arte, ¿Qué más podemos pedir?
¿Qué se mejora con ella?
El que estemos juntos y si cabe más unidos, a mi me une una relación muy especial con Don Luis Gordillo, director del Conservatorio de Música, tenemos una gran amistad y muchas ganas de hacer cosas conjuntamente, como ya hemos hecho en algunas ocasiones.
Para la música será un lugar ideal y para el ambiente de arte el ver bailarines y bailarinas mezclados en los pasillos yendo cada uno a su labor es como idílico.
¿Hasta donde llegan sus aspiraciones con los alumnos?
No tienen límite, es un reto diario para ambos, yo debo de exigirles para que me lo den todo a cambio y ellos deben de pedirme para que yo me vacíe y les dé siempre lo mejor de mí.
Cuanto más me pidan más le daré y cuanto más les exija más deberán de darme.
Pero si hay un límite, lo ponen ellos, los alumnos y alumnas porque el profesorado de esta Escuela está acostumbrado a trabajar al límite y así queremos que trabaje nuestra gente, disciplina, saber hacer y amor a la danza.
¿Realizan muchas actividades fuera del aula?
Muchas, en ocasiones creo que demasiadas, ya que le quitan tiempo de estudio al alumnado y debemos de poner unos límites. El dilema es que se aprende para bailar en público, que todo lo hacemos para causas justas, humanitarias, culturales etc, el límite es difícil de poner cuando se trabaja desde el corazón.
Este año por ejemplo hemos colaborado con sumo gusto y agrado en el espectáculo dedicado a Miguel Hernández, en el día de la Mujer, en la muestra cultural de Montijo y últimamente y ¡por fin¡ mi gente ha pisado bailando y con orquesta el Gran Teatro Romano de Mérida en una Gala para mi inolvidable por el gran saber hacer de todas.
¿Qué significará para Montijo contar con un Conservatorio Superior de Música y Danza?
Ser pioneros, dar un gran paso para la cultura en Extremadura, hacer algo que nadie se ha atrevido o que no ha querido, son muy pocas las regiones que no lo tienen. Tenemos que evolucionar en esto igual que ya se ha hecho en tantas otras cosas, ya que para mi gusto, estamos quedándonos muy, pero que muy atrás.
Montijo lo tiene todo, gente, instalaciones, profesionales, ganas, un gran apoyo y esfuerzo por parte de la AMPA, de nuestro alumnado y de las madres y padres, no hace daño a nadie que tenga escuela privada, está cerca de todo y de todos, es un futuro para la profesión de mucha gente…
¿Qué le sugiere la palabra DANZA?
¡VIDA!
PERFIL
NOMBRE: Pedro Cruz Pereira
EDAD: 47 años.
NACIMIENTO: 13 – 10 – 1963 (un domingo a las 7.30 de la mañana)
PROFESIÓN: Maestro de Ballet Clásico y Coreógrafo.
RESIDENCIA: En el coche, sin estar en movimiento entre Almendralejo, Montijo y Badajoz.
ESTADO CIVIL: Casado.
UN LUGAR PARA PERDERSE: Florencia.
UNA COMPAÑÍA: Mi familia.
UNA LECTURA: Cualquiera que me haga imaginar.
UNA MÚSICA: Cualquiera que me llegue y se quiera convertir en movimiento.
UN HOBBY: Mi profesión.
UN SUEÑO: Profesionalmente, conseguir el Conservatorio de Danza para que nuestros bailarines no tengan que emigrar. Personalmente, ver crecer felices a mis hijos.
Pedro Cruz, bailarín y coreógrafo, como él mismo se define. Si hace unos años en nuestros pueblos, al preguntar nuestras abuelas a alguna de nuestras amistades, y tú, ¿qué eres? Recibe como contestación que estas dos profesiones, seguro que no darían crédito, sencillamente porque en nuestro entorno no existía la práctica ni la docencia de la danza. Hoy en Montijo existe un centro, y estamos esperando la inauguración del nuevo Conservatorio, para ser pionero en el arte de fusionar música y danza para crear belleza.
Alicante, Madrid, Granada o Londres, fueron sus ciudades de formación pero una lesión en la rodilla le hizo cambiar la escena por la docencia y la coreografía. Esa expectación inicial de un docente varón para la danza se ha trocado en admiración y ahora resta esperar esos “nuevos espacios amplios y luminosos donde ver a los bailarines yendo por los pasillos”.
Antecedentes familiares.
Provengo de una familia que lo perdió todo en la Guerra Civil y tuvo que adaptarse (tal y como pasa hoy, desgraciadamente, en muchos casos) a la más profunda de las humildades.
Nadie de mi familia se ha dedicado al arte, aunque mi abuelo era ebanista (otra forma de hacer arte) y mi tío Pepe me inculcó el amor a la pintura que, todavía hoy, intento reflejar cada vez que puedo.
Procedencia…
Mi familia materna proviene de unos grandes ebanistas de Mondoñedo y la paterna de Higuera de Vargas.
Mi padre de nombre José y gracias a que conducía autobuses de “Servicio Discrecional” pude conocer toda España y parte de Europa, luego he vuelto a muchos de esos lugares por mi profesión. Mi madre María, costurera y la gran profesión que nunca se valora, MADRE, mi otra madre y que también tanto me cuidó, mi abuela María.
A pesar de José y María yo me llamo Pedro por mi abuelo paterno, al cual no conocí, y Antonio por mi abuelo materno con el que conviví hasta su muerte.
Tengo dos hermanas, María José y Begoña, más pequeñas, las dos enfermeras.
¿Dónde cursa sus estudios?
La carrera Superior de Danza la hice en Alicante, luego fui alumno invitado en el Real Conservatorio de Madrid y fui becado en la Real Escuela de Danza en Londres.
Después he tenido que estar en otros muchos sitios perfeccionando la técnica y todos los conocimientos que deben de rodear la carrera de un bailarín.
¿Qué estudios posee?
En España soy Titulado Superior en la Técnica del Ballet Clásico y Coreografía, en Inglaterra tengo el Teacher Certificate con Matrícula de Honor, el equivalente en España a la Titulación Superior y me han nombrado Supervisor, (examinador de aspirantes a profesores).
Y desde hace trece años soy artista para la Fundación Yehudi Menuhin con el programa mus-e, trabajando con niños y niñas en escuelas con riesgo de exención y marginalidad, no es un título, pero estoy muy orgulloso.
¿Donde transcurre su infancia y recuerdos destacables?
En la calle Doncel y Ordaz nº 6 de Badajoz, en la barriada de San Andrés y en el colegio Academia Central Politécnica en que hice desde Parvulitos hasta 3º de BUP y que ya no existe.
Hoy creo que fue una infancia feliz y plena, llena de maravillosos recuerdos.
¿Qué le une a la música y a la danza?
Todo y más, he vivido y vivo por ella, para ella y de ella, he procurado y además he tenido la suerte de trabajar con los mejores, tanto a nivel nacional como internacional. La Danza me lo ha dado todo, sino no se que hubiera sido de mi, he tratado siempre de ser ecléctico y sacar lo mejor de cada maestro o maestra con los que he trabajado, hoy procuro sacarlo de mi alumnado.
Me he formado muy profundamente para tener siempre muchos ases con los que trabajar, con los que sacar lo mejor de cada paso y llevarlos al público, bien como bailarín o bien como coreógrafo.
He hecho Folclore de todo el mundo, Danza Española, Flamenco, Jazz, Bailes de Salón cuando todavía no estaban de moda… todo para formarme, formar y para crear la danza desde una perspectiva propia y con un estilo propio.
Cada coreografía que hago desde dentro, me vacía al tiempo que me rearma para afrontar otra. Cuando creo que consigo fundir música y danza, hacer esa simbiosis entre ambas, es una satisfacción tan grande que debe de aproximarse mucho a eso que llaman felicidad.
Lástima y al tiempo suerte de que nunca se consiga la perfección y la belleza absoluta, esa y sólo esa debe ser la lucha de cualquier artista, la búsqueda de la perfección, de la belleza, el intentar reinventarse cada vez que afrontas una nueva obra.
¿Es vocacional?
No concibo que pueda ser de otra manera, esta profesión no puede hacerse porque no tengas posibilidad de hacer otra cosa, habrá casos, no lo dudo, pero nunca podrán llegar a ser nada y, sobre todo y lo más importante, nunca estarán contentos consigo mismo.
Esta profesión no tiene horarios, no tiene tiempos muertos, si no la sientes y la amas profundamente, casi obsesivamente, jamás sacarás nada positivo de ella.
Si no hay amor, sentimientos, pasión, sangre, risas y lágrimas es como si fuera un matrimonio de conveniencia. Puedes crear maquinas que imiten bailarines, gimnastas, gente que lo hagan muy bien pero que nunca serán bailarines.
La danza no es un ejercicio físico como mucha gente cree, ni somos atletas ni gimnastas, sólo aprovechamos nuestro cuerpo como vehículo de expresión, llevamos el instrumento para crear arte y belleza puesto, lo malo es que si se nos rompe una cuerda o incluso el instrumento entero nos quedamos sin nada, sin vida.
¿Cuándo pasa a ser profesional? ¿Cuando da sus primeros pasos como docente? Destinos.
No lo recuerdo bien, primero estuve en el Ballet Nacional de España con Víctor Ullate y Carmen Roche en 1981, después un buen día me llaman y me ofrecen un papel en el Cascanueces y para bailar el Paso a Tres del Lago de los Cisnes. Como punto de partida imagino que cuando acabó la carrera en 1986.
Ese mismo año vino la beca en Londres y posteriormente me lesioné la rodilla y probablemente ese día fue el principio del fin de mi vida en la escena y comenzó el de docente y coreógrafo.
Como maestro y coreógrafo he trabajado en Madrid, Alicante, Londres, York, Leeds, en el Conservatorio de Granada, en Baeza etc y por supuesto con mi gente que me lo dan todo y cada día me piden más.
¿Cuándo recala en Montijo?
Un 3 de noviembre de hace ya ocho años y parece que fue ayer aunque suene a tópico, había tanto que hacer que ha pasado demasiado rápido.
La Escuela de Danza de Montijo: Actualmente ¿cuál es su situación?
Goza de una salud envidiable, trabaja a pleno rendimiento en unas instalaciones (gracias a la gente que ha creído en nosotros y nos ha visto trabajar y evolucionar y al esfuerzo impagable de nuestra AMPA) que ya querrían tener muchas grandes Escuelas de España y a parte de mi, con unas profesionales, Paloma y Lara que forman un equipo muy, pero que muy difícil de superar, hoy por hoy, en Extremadura y parte de nuestro país.
¿Cómo fueron esos inicios?
Cuando menos peculiares, no difíciles ya que siempre se me ha acogido con los brazos abiertos, pero eso de que llegara un varón a dar clases de Ballet, era cuanto menos expectante, ¿qué será? (ya conocemos los tópicos típicos sobre los bailarines) ¿cómo será?... y yo, que ya venía de vuelta de muchas cosas, estudios y escuelas donde se me reconocía el curriculum, fue comenzar de nuevo a ganarme a la gente y a demostrar casi desde cero lo que sabía hacer.
¿Cómo ha ido evolucionando?
Mucho mejor de lo que esperaba, casi desde el principio se empezó a contar con la Escuela de Danza para casi todo, hoy en día, sigue siendo así, nos vamos abriendo puertas allá por donde pasamos y el buen hacer y el esfuerzo de mi gente hace que se mantengan abiertas para volver a entrar cada vez que queramos o se nos llame.
El alumnado ha ido adquiriendo un gran nivel, lástima que no puedan trabajar más horas al día, que cuando tienes el cuerpo y el corazón es lo que lo consigue todo, a pesar de esto hay alumnas que trabajan de dos a cuatro horas diarias en algunas ocasiones y comienzan a salir de Montijo para probar nuevas formas de bailar.
¿Dónde se han ido impartiendo las clases?
Conmigo siempre en la Casa de la Cultura, comenzamos con una clase que ya estaba muy bien de unos 60 m2 y desde hace dos años tenemos, gracias al esfuerzo del Ayuntamiento y a la demanda de alumnado, dos aulas de 100 m2 y esperamos en un futuro cuando se abra el nuevo Conservatorio de Música contar con otra para poder seguir creciendo.
Todo esto se realizó y se habilito para poder optar a ser Conservatorio de Danza y en ello estamos y por ello seguimos luchando.
Hasta sus llegada la danza no estaba introducida en el currículo de los niños de la comarca ¿Cómo fueron esos comienzos y cómo está actualmente?
De hecho y desgraciadamente, sigue sin ser Conservatorio, todo está en marcha para lograrlo, tenemos los profesionales, los espacios, el alumnado, sólo falta que desde la Administración se quiera y, como decía antes, no tengamos que seguir emigrando, es muy triste crear bailarinas y bailarines para que se te marchen cuando mejor comienzan a estar para sacarles todo su provecho artístico y técnico.
¿Qué aceptación tienen?
La mejor, con lista de espera para algunos cursos y no cesa de llegar gente que quiere entrar en la Escuela, hay que pensar que comencé con 60 alumnas y hoy por hoy estamos en torno a los 160 (un 1% de la población y rodeada y acompañada de sus familiares) me parece mucho y muy bonito el sentir que la danza es parte importante de un gran pueblo como es Montijo.
¿Cuáles han sido los principales problemas con los que se han enfrentado?
Realmente ninguno importante, al menos hasta ahora, todo ha sido muy fluido y dialogado, nos han dejado trabajar, que es lo que queremos y lo único que sabemos hacer y de alguna manera nos hemos convertido en el centro de atención de mucha gente y en el colofón de muchos actos culturales celebrados en Montijo.
¿Qué papel desempeña la Asociación de Padres?
Más que importante, son un gran aliado que jamás cesa su lucha por conseguir más y mejores cosas para nuestra Escuela, cuando nos tienen que reclamar algo lo hacen y eso nos pone de nuevo los pies en la tierra y a luchar y a aprender que es nuestra obligación para hacer la Escuela más grande y mejor. Sin la AMPA prácticamente nada de lo que tenemos estaría y entre otras cosas yo no estaría aquí.
¿Qué características destacaria de su alumnado? ¿De dónde proceden?
Al ser Escuela Municipal no ponemos ningún listón ni técnico, ni artístico, ni físico para la entrada en el centro.
La edad mínima son los tres años y nos vamos encargando de educarlos poco a poco en este mundo de la danza y sobre todo hacer que se enamoren de ella. Después lógicamente hay una selección natural, por los estudios, porque debe de ser como decía antes muy vocacional, por falta de tiempo etc, pero estamos orgullosos de la gran cantidad de gente que tenemos en niveles medios y altos y que no escatiman esfuerzos en no faltar a clase ni un solo día.
Las clases en niveles de principiantes acogen a unos 20 por clase, de los cuales la gran mayoría son de Montijo y Puebla de la Calzada aunque vienen alumnos y alumnas de Esparragalejo, Guadiana e incluso de Arroyo de San Serván en algunas ocasiones.
¿Se necesitan dotes especiales para la danza?
Para amarla y ser feliz con ella no, cualquiera puede disfrutar y sentirse absolutamente realizado bailando. Para ser profesional de la Danza Clásica es otra historia, tienes que estar tocado por los “dioses” de la danza y tener un cuerpo privilegiado y unas dotes artísticas muy importantes.
De cada mil alumnas suele llegar una, en los chicos es diferente por la escasez y pueden conseguir trabajo con una mayor facilidad, dentro de todas las exigencias que la danza conlleva que hasta que no estás dentro nunca podrías imaginar cuantas son.
Niños, niñas... ¿Hay diferencias?
Con respecto a la manera de trabajarlos y en edades tempranas las diferencias son mínimas después cada uno lleva su trabajo específico, a grandes rasgos, la bailarina de puntas y el bailarín de saltos y fortaleza para el Paso a Dos.
Este es un mundo que se basa en la más pura tradición clásica y hombres y mujeres nunca pueden ni deben der ser iguales, no se confunda en ningún caso con machismo, ni mucho menos, es la ética, la estética, los roles en un Ballet, príncipes, princesas … el cuidar a tu pareja como el primer día de enamorados, el ser un caballero y ella una dama, una especie de cuento llevado a “nuestra” vida real, la de ser un sueño sobre la escena que nunca debe desaparecer.
Nueva Escuela de Danza. Nueva ubicación… Pasará a ser Conservatorio Superior de Música.
Realmente no será nueva Escuela de Danza, será nuevo Conservatorio de Música en el cual tenemos un aula y espacios comunes, o sea, una gran casa de ARTE, donde podremos compartir eventos y hacernos más grandes mutuamente, donde podremos llevar a cabo espectáculos conjuntamente y completarnos los unos a los otros.
Y aunque no me incumbe, creo que debe de ser el nuevo Conservatorio de Música, ya que conozco el edificio y las instalaciones son realmente inmejorables.
¿Cumple sus expectativas?
Creo que cumple las expectativas de cualquier profesional de la música y ¿cómo no? de la danza. Espacios amplios y luminosos para albergar arte, ¿Qué más podemos pedir?
¿Qué se mejora con ella?
El que estemos juntos y si cabe más unidos, a mi me une una relación muy especial con Don Luis Gordillo, director del Conservatorio de Música, tenemos una gran amistad y muchas ganas de hacer cosas conjuntamente, como ya hemos hecho en algunas ocasiones.
Para la música será un lugar ideal y para el ambiente de arte el ver bailarines y bailarinas mezclados en los pasillos yendo cada uno a su labor es como idílico.
¿Hasta donde llegan sus aspiraciones con los alumnos?
No tienen límite, es un reto diario para ambos, yo debo de exigirles para que me lo den todo a cambio y ellos deben de pedirme para que yo me vacíe y les dé siempre lo mejor de mí.
Cuanto más me pidan más le daré y cuanto más les exija más deberán de darme.
Pero si hay un límite, lo ponen ellos, los alumnos y alumnas porque el profesorado de esta Escuela está acostumbrado a trabajar al límite y así queremos que trabaje nuestra gente, disciplina, saber hacer y amor a la danza.
¿Realizan muchas actividades fuera del aula?
Muchas, en ocasiones creo que demasiadas, ya que le quitan tiempo de estudio al alumnado y debemos de poner unos límites. El dilema es que se aprende para bailar en público, que todo lo hacemos para causas justas, humanitarias, culturales etc, el límite es difícil de poner cuando se trabaja desde el corazón.
Este año por ejemplo hemos colaborado con sumo gusto y agrado en el espectáculo dedicado a Miguel Hernández, en el día de la Mujer, en la muestra cultural de Montijo y últimamente y ¡por fin¡ mi gente ha pisado bailando y con orquesta el Gran Teatro Romano de Mérida en una Gala para mi inolvidable por el gran saber hacer de todas.
¿Qué significará para Montijo contar con un Conservatorio Superior de Música y Danza?
Ser pioneros, dar un gran paso para la cultura en Extremadura, hacer algo que nadie se ha atrevido o que no ha querido, son muy pocas las regiones que no lo tienen. Tenemos que evolucionar en esto igual que ya se ha hecho en tantas otras cosas, ya que para mi gusto, estamos quedándonos muy, pero que muy atrás.
Montijo lo tiene todo, gente, instalaciones, profesionales, ganas, un gran apoyo y esfuerzo por parte de la AMPA, de nuestro alumnado y de las madres y padres, no hace daño a nadie que tenga escuela privada, está cerca de todo y de todos, es un futuro para la profesión de mucha gente…
¿Qué le sugiere la palabra DANZA?
¡VIDA!
PERFIL
NOMBRE: Pedro Cruz Pereira
EDAD: 47 años.
NACIMIENTO: 13 – 10 – 1963 (un domingo a las 7.30 de la mañana)
PROFESIÓN: Maestro de Ballet Clásico y Coreógrafo.
RESIDENCIA: En el coche, sin estar en movimiento entre Almendralejo, Montijo y Badajoz.
ESTADO CIVIL: Casado.
UN LUGAR PARA PERDERSE: Florencia.
UNA COMPAÑÍA: Mi familia.
UNA LECTURA: Cualquiera que me haga imaginar.
UNA MÚSICA: Cualquiera que me llegue y se quiera convertir en movimiento.
UN HOBBY: Mi profesión.
UN SUEÑO: Profesionalmente, conseguir el Conservatorio de Danza para que nuestros bailarines no tengan que emigrar. Personalmente, ver crecer felices a mis hijos.