Domingo, 28 de Septiembre de 2025

Actualizada Viernes, 26 de Septiembre de 2025 a las 18:44:46 horas

| 273
Viernes, 03 de Junio de 2011

Cuando la imparcialidad y la incoherencia van de la mano

No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto” (Aristóteles)

Es increíble como nos gusta la integridad, y la transparencia, pero tenemos un defecto, la revestimos de ambigüedad, de incoherencia, y lo que es peor, nos ponemos un invisible disfraz para jugar a dos o a tres bandas si fuese necesario. Estamos engendrando un “buen” sentido crítico para potenciar y defender lo indefendible. Nos gusta decir que somos tolerantes, que sabemos valorar a cada uno por sus actos y ocultamos nuestros intereses bajo una losa transparente donde, hasta el más ciego, puede ver nítidamente la hipocresía.
Debería ser de uso obligatorio para el ser humano que inspirase coherencia, que transmitiera  honradez y que se empapara de respeto hacía los demás. No puede, bajo ningún concepto, pregonar justicia e imparcialidad y luego, implicarte en alguna que otra opción hasta los huesos por intereses propios, intentando sacar bocado de todo, máxime cuando llevamos el anagrama de imparcialidad pegado en la frente.

No hay nada más hermoso que la transparencia. Cada uno es libre de pensar, exponer sus ideas y ejercer su derecho a defenderlas desde su posición; yo lo veo correctamente y me parece un acto de valentía admirable, pero es mezquino, muy mezquino, dar a escondidas palmaditas en dos hombros que se dan la espalda y,  a la vez, enarbolar la bandera de la imparcialidad a los cuatro vientos y obrar conscientemente en contra de ello.

¡Mas coherencia, por favor!.  El ser humano está haciendo de la hipocresía un arte y esto no hace al hombre más inteligente, más listo…es posible, pero el listo suele convertirse en “listillo” y al “listillo” se le ve, con frecuencia, el plumero.

Nos encanta quedar bien con todos ¡es tan fácil decir a cada uno lo que quiere oír!... ¡Un poco de seriedad, señores…!, más integridad para decir a cada uno, no lo que quiere escuchar, sino donde tiene que trabajar para mejorar. Hacer críticas constructivas para que mejoremos, aunque nos duela y al principio nos cueste digerir, porque ello hará que el ser humano sea más humano y tenga más credibilidad. Pero, por desgracia, ni nos atrevemos a decir lo que pensamos ni estamos preparados para que nos digan lo que piensan de nosotros, y todo por culpa del mundo hipócrita que hemos construido y donde nos movemos como pez en el agua.

Como me gusta este refrán: “Cada uno se arrima al sol que más calienta” y no es que yo quiera ser la voz de su conciencia, ni muchísimo menos,  para mí,. ¡Que pena que una postura tan falsa no genere en la mente del ser humano complejo de culpabilidad!.
A mí en concreto, cuando siento que tengo a mi alrededor alguien que juega a dos bandas, me entra urticaria.

Es injusto aunque como decía Sócrates: “Es peor cometer una injusticia que padecerla porque quien la comete se convierte en injusto y quien la padece no”.

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.