Elecciones · Antonio María Sánchez Sánchez · Don Benito
Me
llamo Antonio y soy de Montijo, he pasado la mayor parte de mi vida en mi
pueblo, hace tres años me casé y por motivos laborales mi mujer y yo nos
mudamos a un pueblo cercano, pero venimos casi todos los fines de semana
a nuestro pueblo a visitar a la familia y a los amigos. En estos tres años que
llevo fuera me he dado cuenta de que los montijanos tenemos fama de ser gente
muy singular, nada dados a participar en movimientos asociacionistas ni actos
filantrópicos.
Digo
todo esto porque a tenor de las elecciones, Montijo está en boca de la gente de
los pueblos vecinos, y me entristece sobremanera que se nos tache, por muchos,
de no dar la cara para defender nuestros propios intereses y de cómo solemos
volver la cabeza cuando nos enteramos de que ciertos malajes se amparan en el
anonimato para descalificar a sus propios vecinos por presentarse en unas
listas para las elecciones municipales, por puro rencor, por miedo a que esa
lista sea la que gane las elecciones, o para evitar que se hable de los
miembros de las otras listas. El motivo francamente da igual, lo que les
asombra es que aún el pueblo no se haya pronunciado censurando un acto tan
cobarde y delatando a los culpables y a los que los han apoyado.
Deberíamos aprender de
la unión y la concordia que se respira entre los habitantes de ciertos pueblos
más pequeños que el nuestro. Yo no entiendo de política ni de partidos, pero
siempre me he preocupado de saber a quienes voy a votar, independientemente de
las siglas que representen, y aunque este año, lo haga en otra población, mi
familia votará a quienes conocen de toda la vida y son valientes por querer
cambiar las cosas en Montijo y desde aquí les mandamos nuestro cariño y apoyo.
Me llamo Antonio y soy de Montijo, he pasado la mayor parte de mi vida en mi pueblo, hace tres años me casé y por motivos laborales mi mujer y yo nos mudamos a un pueblo cercano, pero venimos casi todos los fines de semana a nuestro pueblo a visitar a la familia y a los amigos. En estos tres años que llevo fuera me he dado cuenta de que los montijanos tenemos fama de ser gente muy singular, nada dados a participar en movimientos asociacionistas ni actos filantrópicos.
Digo todo esto porque a tenor de las elecciones, Montijo está en boca de la gente de los pueblos vecinos, y me entristece sobremanera que se nos tache, por muchos, de no dar la cara para defender nuestros propios intereses y de cómo solemos volver la cabeza cuando nos enteramos de que ciertos malajes se amparan en el anonimato para descalificar a sus propios vecinos por presentarse en unas listas para las elecciones municipales, por puro rencor, por miedo a que esa lista sea la que gane las elecciones, o para evitar que se hable de los miembros de las otras listas. El motivo francamente da igual, lo que les asombra es que aún el pueblo no se haya pronunciado censurando un acto tan cobarde y delatando a los culpables y a los que los han apoyado.
Deberíamos aprender de la unión y la concordia que se respira entre los habitantes de ciertos pueblos más pequeños que el nuestro. Yo no entiendo de política ni de partidos, pero siempre me he preocupado de saber a quienes voy a votar, independientemente de las siglas que representen, y aunque este año, lo haga en otra población, mi familia votará a quienes conocen de toda la vida y son valientes por querer cambiar las cosas en Montijo y desde aquí les mandamos nuestro cariño y apoyo.





















