Santa Rita, santa Rita
Aprieta este mayo en su vendimia
de votos, allá por santa Rita y santa Quiteria, cuando se estrechen las manos
últimas de la luz del día. Mayo habla. Habla mayo desde su tribuna. Dios mío,
Dios mío… ¡Cuántos caraduras, oportunistas, trincones, corruptos y aprovechados
hay en la política, jerarcas y servidores, chupando por las cercanías o
atrincherados en ella! Gente sin oficio pero sí faenando sólo para sacar
beneficio por el chollo de la sartén por el mango, que cocina, enharina y fríe
la mamandurria de la gutibamba.
Habla mayo. Está hablándonos. Aquí
no hay más golfos porque la máquina de hacerlos no echa una tarde. Dios mío,
¡Cuánto embustero en nombre del pueblo! Gente que medra y trepa. Demagogos y arribistas
en las dos orillas, en todos los lados, da igual, porque hay pocos que pueden
presumir de virginidad. Aunque, cierto es, no todos hacen lo mismo.
Hay gente honesta, seria y
responsable. Gente cualificada en lo intelectual y en lo ético. En esto de la
política también encuentras buena gente. Sí, hay buenas personas. Y hay también
muchos mediocres que bajo la intriga y la zancadilla, alejan y expulsan de los
partidos a las personas preparadas, aptas y capaces.
Aquí no
hay enchufados
Mayo sigue hablando. Vienen,
llegan, han llegado presentando su cartel, pidiéndonos que bajo una papeleta les
demos nuestra confianza, que nos fiemos, que ellos resolverán nuestro futuro.
Mientras el muy obediente, fiel, sumiso y servicial coro de dóciles monaguillos,
de inquebrantables agradadores, escucha embobado y aplaude. “Lograremos el
pleno empleo”. “Ven p’acá, chacho, que yo te voy a colocá”. “Aquí no hay
enchufados, ni cargos de libre designación. No, no y no”.
Sigue hablando mayo. Suben los
precios, los impuestos y bajan los sueldos. Esto es, dicen, equilibrio y
sostenibilidad, nunca imposición. “Compañeras y compañeros. Amigas y amigos. Hembras
y varones. Mujeres y hombres. Si no puedes pagar el recibo de la luz, no fumes
ni tomes café. No corras y ahorra gasolina, pero a mí que nadie me toque el
fondo del bolsillo”. Aquí no hay derroche ni despilfarro, ni prebendas, ni
artistas de la comisión, ni sectarios, ni caciques, ni personajes que ponen el
cazo. ¡Qué va, en absoluto! Aquí lo que hay es un drama gravísimo, una magnitud
descomunal, un descalabro que inquieta a cinco millones de parados y a otras
muchas personas, muchísimas, que están temiendo perder el empleo.
Miedo a
perder el favor, la ayuda, la subvención y el contrato
Dicen que van a acabar con el
paro, la pobreza, la miseria y el atraso. Que van a acabar con las tremendas dificultades
de los empresarios, con los males de los castigados y pacientes autónomos, con las
altas tasas de paro en los jóvenes y en las mujeres, y con el desconsuelo de
decenas de miles de familias con todos sus miembros sin trabajo. Nos van a
solucionar absolutamente todo. Puedo asegurarles que cuando pasen las
elecciones muchos Ayuntamientos de este país no podrán pagar la nómina de sus
trabajadores.
Pero silencio, no digamos nada, no
protestemos. Hay gente que calla ante el miedo al qué no me darán. Miedo a
perder el favor, la ayuda, la subvención y el contrato. Miedo a quedar a merced
del peligro que tiene el poder. Nos clavan puñales al sentido
común y no decimos ni ¡ay! Callamos y otorgamos.
Queramos
o no, somos cuerpos de fácil resignación ante las represalias de un colegio de
aprovechados.
Nos está hablando mayo desde la
tribuna. Promesas, promesas y promesas. Mentiras, mentiras y mentiras. “En
el nuevo Centro de Salud habrá las correspondientes consultas de Medicina
Familiar y Comunitaria y de otras especialidades”. Más engaños quiero yo. “Es un compromiso
que la Junta de
Extremadura tiene con la comarca, y que ya ha puesto de manifiesto en el último
Consejo de Gobierno, aprobando un presupuesto de 2.115.000 euros para el
acondicionamiento de la carretera EX-328 y del puente de los Suspiros”,
(Declaraciones realizadas en la
Asamblea de Extremadura el 15 de febrero de 2008). A esto se
llama pura esencia almacenada en el tarro que alimenta y engorda a estos incompetentes,
a estos pájaros que viven, desde el pío-pío, mintiendo y engañando a los demás.
No ve
usted, son buena gente. Hacen que lo imposible sea posible
Y sigue mayo con su discurso. Queremos
soluciones para nuestros pueblos, para nuestra tierra, para nosotros, para
nuestra gente. Pedimos soluciones, no promesas. Trabajo, gestión, autoridad,
eficacia, servicio, honradez, austeridad, transparencia, bienestar y progreso. No
queremos despilfarro, enchufismo, corrupción, falsas promesas, demagogia,
incompetencia y mentiras. Siempre he
estimado que la política es una vocación de servicio y una pasión de nobleza,
el que venga con otras intenciones, para mí, mientras más lejos mejor.
De nuevo nos habla mayo. Los
candidatos deben tener presente que el voto que se deposita en la urna es el
único instrumento que el sistema democrático pone en manos de los ciudadanos
para reconducir, cada cuatro años, los aciertos y desaciertos de quienes nos
gobiernan. Les aconsejo, por ello, que guarden los programas electorales. Yo
prometo hacerlo, siempre lo hago, para cada cierto tiempo, de manera saludable,
hacer un seguimiento y comprobar su grado de cumplimiento.
Y allí, en la esquina, quien pasaba
antes sin saludar, ahora fuerza la sonrisa, la amabilidad y el saludo. “No ve
usted, son buena gente. Hacen que lo imposible sea posible”. Todo,
absolutamente todo lo que suceda el día de “santa Rita, santa Rita, lo que se
da no se quita” se encierra en la caza del voto. Ese que dicen que cuesta poco
y vale mucho. Porque del voto al bote, y del bote a… todos sabemos donde. “Magnum Gaudium Nuntio Vobis”. “Os
anuncio un gozo grande, el 22 de mayo toca votar”. Votemos, votemos.
Aprieta este mayo en su vendimia de votos, allá por santa Rita y santa Quiteria, cuando se estrechen las manos últimas de la luz del día. Mayo habla. Habla mayo desde su tribuna. Dios mío, Dios mío… ¡Cuántos caraduras, oportunistas, trincones, corruptos y aprovechados hay en la política, jerarcas y servidores, chupando por las cercanías o atrincherados en ella! Gente sin oficio pero sí faenando sólo para sacar beneficio por el chollo de la sartén por el mango, que cocina, enharina y fríe la mamandurria de la gutibamba.
Habla mayo. Está hablándonos. Aquí no hay más golfos porque la máquina de hacerlos no echa una tarde. Dios mío, ¡Cuánto embustero en nombre del pueblo! Gente que medra y trepa. Demagogos y arribistas en las dos orillas, en todos los lados, da igual, porque hay pocos que pueden presumir de virginidad. Aunque, cierto es, no todos hacen lo mismo.
Hay gente honesta, seria y responsable. Gente cualificada en lo intelectual y en lo ético. En esto de la política también encuentras buena gente. Sí, hay buenas personas. Y hay también muchos mediocres que bajo la intriga y la zancadilla, alejan y expulsan de los partidos a las personas preparadas, aptas y capaces.
Aquí no hay enchufados
Mayo sigue hablando. Vienen, llegan, han llegado presentando su cartel, pidiéndonos que bajo una papeleta les demos nuestra confianza, que nos fiemos, que ellos resolverán nuestro futuro. Mientras el muy obediente, fiel, sumiso y servicial coro de dóciles monaguillos, de inquebrantables agradadores, escucha embobado y aplaude. “Lograremos el pleno empleo”. “Ven p’acá, chacho, que yo te voy a colocá”. “Aquí no hay enchufados, ni cargos de libre designación. No, no y no”.
Sigue hablando mayo. Suben los precios, los impuestos y bajan los sueldos. Esto es, dicen, equilibrio y sostenibilidad, nunca imposición. “Compañeras y compañeros. Amigas y amigos. Hembras y varones. Mujeres y hombres. Si no puedes pagar el recibo de la luz, no fumes ni tomes café. No corras y ahorra gasolina, pero a mí que nadie me toque el fondo del bolsillo”. Aquí no hay derroche ni despilfarro, ni prebendas, ni artistas de la comisión, ni sectarios, ni caciques, ni personajes que ponen el cazo. ¡Qué va, en absoluto! Aquí lo que hay es un drama gravísimo, una magnitud descomunal, un descalabro que inquieta a cinco millones de parados y a otras muchas personas, muchísimas, que están temiendo perder el empleo.
Miedo a perder el favor, la ayuda, la subvención y el contrato
Dicen que van a acabar con el paro, la pobreza, la miseria y el atraso. Que van a acabar con las tremendas dificultades de los empresarios, con los males de los castigados y pacientes autónomos, con las altas tasas de paro en los jóvenes y en las mujeres, y con el desconsuelo de decenas de miles de familias con todos sus miembros sin trabajo. Nos van a solucionar absolutamente todo. Puedo asegurarles que cuando pasen las elecciones muchos Ayuntamientos de este país no podrán pagar la nómina de sus trabajadores.
Pero silencio, no digamos nada, no protestemos. Hay gente que calla ante el miedo al qué no me darán. Miedo a perder el favor, la ayuda, la subvención y el contrato. Miedo a quedar a merced del peligro que tiene el poder. Nos clavan puñales al sentido común y no decimos ni ¡ay! Callamos y otorgamos. Queramos o no, somos cuerpos de fácil resignación ante las represalias de un colegio de aprovechados.
Nos está hablando mayo desde la tribuna. Promesas, promesas y promesas. Mentiras, mentiras y mentiras. “En el nuevo Centro de Salud habrá las correspondientes consultas de Medicina Familiar y Comunitaria y de otras especialidades”. Más engaños quiero yo. “Es un compromiso que la Junta de Extremadura tiene con la comarca, y que ya ha puesto de manifiesto en el último Consejo de Gobierno, aprobando un presupuesto de 2.115.000 euros para el acondicionamiento de la carretera EX-328 y del puente de los Suspiros”, (Declaraciones realizadas en la Asamblea de Extremadura el 15 de febrero de 2008). A esto se llama pura esencia almacenada en el tarro que alimenta y engorda a estos incompetentes, a estos pájaros que viven, desde el pío-pío, mintiendo y engañando a los demás.
No ve usted, son buena gente. Hacen que lo imposible sea posible
Y sigue mayo con su discurso. Queremos soluciones para nuestros pueblos, para nuestra tierra, para nosotros, para nuestra gente. Pedimos soluciones, no promesas. Trabajo, gestión, autoridad, eficacia, servicio, honradez, austeridad, transparencia, bienestar y progreso. No queremos despilfarro, enchufismo, corrupción, falsas promesas, demagogia, incompetencia y mentiras. Siempre he estimado que la política es una vocación de servicio y una pasión de nobleza, el que venga con otras intenciones, para mí, mientras más lejos mejor.
De nuevo nos habla mayo. Los candidatos deben tener presente que el voto que se deposita en la urna es el único instrumento que el sistema democrático pone en manos de los ciudadanos para reconducir, cada cuatro años, los aciertos y desaciertos de quienes nos gobiernan. Les aconsejo, por ello, que guarden los programas electorales. Yo prometo hacerlo, siempre lo hago, para cada cierto tiempo, de manera saludable, hacer un seguimiento y comprobar su grado de cumplimiento.
Y allí, en la esquina, quien pasaba antes sin saludar, ahora fuerza la sonrisa, la amabilidad y el saludo. “No ve usted, son buena gente. Hacen que lo imposible sea posible”. Todo, absolutamente todo lo que suceda el día de “santa Rita, santa Rita, lo que se da no se quita” se encierra en la caza del voto. Ese que dicen que cuesta poco y vale mucho. Porque del voto al bote, y del bote a… todos sabemos donde. “Magnum Gaudium Nuntio Vobis”. “Os anuncio un gozo grande, el 22 de mayo toca votar”. Votemos, votemos.