¿Quién tiene la culpa?
Las cosas están como deben estar. “Al Gobierno se le está acabando la paciencia”. “No pierdo la paciencia prácticamente nunca”. “Las declaraciones de un ministro son eso, las declaraciones de un ministro”. “El partido tiene paciencia ilimitada”. “No hay nada que aclarar porque los dos dicen exactamente lo mismo si uno lee el fondo, que es lo importante”. Frases del ministro Sebastián, del vicepresidente económico Solbes, de Emilio Botín presidente del SCH, José Blanco vicesecretario general del PSOE, y de Leire Pajín secretaria de Organización del PSOE.
En nuestra cercanía Miguel Bernal secretario regional de UGT en Extremadura ha dicho “hay que tomar medidas de presión en la calle si las entidades financieras no facilitan la concesión de créditos para desbloquear una situación que, según ha denunciado, está propiciando la pérdida de miles de puestos de trabajo”. Y el Gobierno qué de qué. Pues eso que no tiene la culpa.
¿Quién tiene la culpa? La culpa es de la borrasca, lo dice Magdalena Álvarez, ministra del ramo de la cosa que fomenta, construye, limpia y quita la nieve “Si la borrasca cambió de una forma impredecible, no la pueden predecir. Pero si no la predicen los que la tienen que predecir, ¿cómo piensan ustedes que la vamos a predecir aquellos que estamos esperando la predicción?”.
Vuelvo e insisto ¿Quién tiene la culpa?
La culpa fue del Cha-cha-chá
sí fue del Cha-cha-chá
que me volvió un caradura
por la más pura casualidad
Mientras la oposición oposita donde tiene que opositar. Suscribo plenamente las declaraciones de Rosa Díez ayer en Estrelladigital.es “Nos ha coincidido el peor gobierno con la peor oposición”.
El origen y causa de la madre de todas las crisis y recesiones del orden mundial una vez más está en la Historia. “El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado”. (Marco Tulio Cicerón, año 55 a. de C.).
Les recomiendo lean la novela de Robert Harris “Imperium” acerca del acceso al poder de Cicerón, en la que se recrea una época de traiciones e intrigas políticas, tan alejada de la nuestra y, sin embargo, tan cercana.
¡Ah!, me olvidaba, aquí nadie tiene la culpa de los que está pasando, absolutamente nadie.
Las cosas están como deben estar. “Al Gobierno se le está acabando la paciencia”. “No pierdo la paciencia prácticamente nunca”. “Las declaraciones de un ministro son eso, las declaraciones de un ministro”. “El partido tiene paciencia ilimitada”. “No hay nada que aclarar porque los dos dicen exactamente lo mismo si uno lee el fondo, que es lo importante”. Frases del ministro Sebastián, del vicepresidente económico Solbes, de Emilio Botín presidente del SCH, José Blanco vicesecretario general del PSOE, y de Leire Pajín secretaria de Organización del PSOE.
En nuestra cercanía Miguel Bernal secretario regional de UGT en Extremadura ha dicho “hay que tomar medidas de presión en la calle si las entidades financieras no facilitan la concesión de créditos para desbloquear una situación que, según ha denunciado, está propiciando la pérdida de miles de puestos de trabajo”. Y el Gobierno qué de qué. Pues eso que no tiene la culpa.
¿Quién tiene la culpa? La culpa es de la borrasca, lo dice Magdalena Álvarez, ministra del ramo de la cosa que fomenta, construye, limpia y quita la nieve “Si la borrasca cambió de una forma impredecible, no la pueden predecir. Pero si no la predicen los que la tienen que predecir, ¿cómo piensan ustedes que la vamos a predecir aquellos que estamos esperando la predicción?”.
Vuelvo e insisto ¿Quién tiene la culpa?
sí fue del Cha-cha-chá
que me volvió un caradura
por la más pura casualidad
Mientras la oposición oposita donde tiene que opositar. Suscribo plenamente las declaraciones de Rosa Díez ayer en Estrelladigital.es “Nos ha coincidido el peor gobierno con la peor oposición”.
El origen y causa de la madre de todas las crisis y recesiones del orden mundial una vez más está en la Historia. “El presupuesto debe equilibrarse, el Tesoro debe ser reaprovisionado, la deuda pública debe ser disminuida, la arrogancia de los funcionarios públicos debe ser moderada y controlada, y la ayuda a otros países debe eliminarse para que Roma no vaya a la bancarrota. La gente debe aprender nuevamente a trabajar, en lugar de vivir a costa del Estado”. (Marco Tulio Cicerón, año 55 a. de C.).
Les recomiendo lean la novela de Robert Harris “Imperium” acerca del acceso al poder de Cicerón, en la que se recrea una época de traiciones e intrigas políticas, tan alejada de la nuestra y, sin embargo, tan cercana.
¡Ah!, me olvidaba, aquí nadie tiene la culpa de los que está pasando, absolutamente nadie.