El león que mira a la derecha
El 19 de marzo de este año escribí, a modo de reflexión, en el 213 aniversario de la firma de la Constitución de Cádiz, la Pepa: “Frente a la corrupción, la mentira y la mediocridad, urge promover la honradez, el respeto a la ley, proyectos fiables y fidelidad a la palabra dada”. Aquellos diputados, en la ciudad de Cádiz, asediada por las bombas, hambrienta y enferma, un grupo de hombres, entre los que se encontraba el extremeño Diego Muñoz Torrero, inspirador de la doctrina de la histórica Constitución, junto con otros paisanos, decidieron que la figura del rey no sostiene el poder, sino que éste deriva del pacto social de un grupo de personas que depositan sus libertades en la nación. Eligieron el Oratorio de San Felipe Neri como sede de las Cortes, declarado Monumento Histórico Nacional en 1907. En su retablo mayor, obra del siglo XVIII, de estilo rococó, elaborado en madera dorada, presidido por un lienzo que representa la última Inmaculada Concepción, que efigió Bartolomé Esteban Murillo, considerada de las mejores del pintor sevillano.
Tras la Constitución de 1812 llegó el Estatuto Real de 1834 (soberanía compartida de las Cortes con el rey, desechando la soberanía nacional), seguido de las Constituciones de 1837 (se dice que fue obra de los progresistas). 1845 (buscó el justo medio entre el radicalismo revolucionario y el conservadurismo del Antiguo Régimen). 1869 (sus puntos básicos se consideraron el alma misma de la Revolución de 1868, La Gloriosa). 1876 (permitió mantener la alternancia de partidos, base del régimen de la Restauración borbónica). 1931 (recogió las ilusiones colectivas que suscitó el cambio de régimen político en España, en un régimen de Libertad y de Justica). 1978 (proclama la soberanía del pueblo español, constituido en un Estado social y democrático de derecho). Esta última fue aprobada por abrumadora mayoría en el referéndum celebrado el 6/XII/1978, festividad de San Nicolás de Bari, defensor de los débiles.
El Parador Nacional de Gredos fue inaugurado por Alfonso XIII el 9/X/1928, comenzando con él la historia de Paradores Nacionales. Y fue en el Parador de Gredos donde se reunieron los ponentes constitucionalistas, en el ahora llamado ‘Salón de los Ponentes’, donde en 1998, en el XX Aniversario de la Constitución, colocaron una placa en la que puede leerse: “En este salón estudiaron las más de mil enmiendas presentadas al borrador y redactaron el proyecto definitivo de la Constitución Española de 1978 los ponentes constitucionalistas: Manuel Fraga Iribarne, Gregorio Peces-Barba Martínez, Gabriel Cisneros Laborda, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Jordi Solé Tura, José Pedro Pérez-Llorca y Miguel Roca Junyent. En homenaje a su magnífico trabajo y a su importante contribución para la Democracia”.
Gregorio Peces-Barba Martínez (1938-2012) fue uno de los siete padres de la Constitución, fundador y rector de la Universidad Carlos III de Madrid, y presidente del Congreso de los Diputados (1982-1986). Siendo presidente del Congreso visitó Montijo el 25/IV/1986. En el Salón de Plenos del Ayuntamiento le entrevisté en directo para Radiocadena Española Badajoz. Le entregó al alcalde Juan Carlos Molano, como recuerdo, una reproducción de uno de los leones de la escalinata del Congreso, el que mira hacia la derecha. Después visitó el Instituto Vegas Bajas, donde impartió una charla a los alumnos, era directora María Luisa Mateo-Sasieta. Don Gregorio obsequió al centro con un facsímil de la Constitución con esta dedicatoria: “Al Instituto de Bachillerato Vegas Bajas, con el afecto del Presidente del Congreso en su visita a este centro”. Por la tarde visitó Puebla de la Calzada, anunciando que tendría un nuevo colegio en un palacio, el del Marqués de la Vega.
Han transcurrido cuarenta y siete años de la aprobación de la Constitución, he visto diferentes comportamientos, maneras de gobernar y hacer oposición. Ahora me interrogo como en “La Pedrada” hizo Gabriel y Galán, ¿Son los políticos de hoy aquellos políticos de ayer? Deseo que la política haga de la necesidad virtud. En 1978 el acuerdo y la concordia fueron posibles.
El 19 de marzo de este año escribí, a modo de reflexión, en el 213 aniversario de la firma de la Constitución de Cádiz, la Pepa: “Frente a la corrupción, la mentira y la mediocridad, urge promover la honradez, el respeto a la ley, proyectos fiables y fidelidad a la palabra dada”. Aquellos diputados, en la ciudad de Cádiz, asediada por las bombas, hambrienta y enferma, un grupo de hombres, entre los que se encontraba el extremeño Diego Muñoz Torrero, inspirador de la doctrina de la histórica Constitución, junto con otros paisanos, decidieron que la figura del rey no sostiene el poder, sino que éste deriva del pacto social de un grupo de personas que depositan sus libertades en la nación. Eligieron el Oratorio de San Felipe Neri como sede de las Cortes, declarado Monumento Histórico Nacional en 1907. En su retablo mayor, obra del siglo XVIII, de estilo rococó, elaborado en madera dorada, presidido por un lienzo que representa la última Inmaculada Concepción, que efigió Bartolomé Esteban Murillo, considerada de las mejores del pintor sevillano.
Tras la Constitución de 1812 llegó el Estatuto Real de 1834 (soberanía compartida de las Cortes con el rey, desechando la soberanía nacional), seguido de las Constituciones de 1837 (se dice que fue obra de los progresistas). 1845 (buscó el justo medio entre el radicalismo revolucionario y el conservadurismo del Antiguo Régimen). 1869 (sus puntos básicos se consideraron el alma misma de la Revolución de 1868, La Gloriosa). 1876 (permitió mantener la alternancia de partidos, base del régimen de la Restauración borbónica). 1931 (recogió las ilusiones colectivas que suscitó el cambio de régimen político en España, en un régimen de Libertad y de Justica). 1978 (proclama la soberanía del pueblo español, constituido en un Estado social y democrático de derecho). Esta última fue aprobada por abrumadora mayoría en el referéndum celebrado el 6/XII/1978, festividad de San Nicolás de Bari, defensor de los débiles.
El Parador Nacional de Gredos fue inaugurado por Alfonso XIII el 9/X/1928, comenzando con él la historia de Paradores Nacionales. Y fue en el Parador de Gredos donde se reunieron los ponentes constitucionalistas, en el ahora llamado ‘Salón de los Ponentes’, donde en 1998, en el XX Aniversario de la Constitución, colocaron una placa en la que puede leerse: “En este salón estudiaron las más de mil enmiendas presentadas al borrador y redactaron el proyecto definitivo de la Constitución Española de 1978 los ponentes constitucionalistas: Manuel Fraga Iribarne, Gregorio Peces-Barba Martínez, Gabriel Cisneros Laborda, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, Jordi Solé Tura, José Pedro Pérez-Llorca y Miguel Roca Junyent. En homenaje a su magnífico trabajo y a su importante contribución para la Democracia”.
Gregorio Peces-Barba Martínez (1938-2012) fue uno de los siete padres de la Constitución, fundador y rector de la Universidad Carlos III de Madrid, y presidente del Congreso de los Diputados (1982-1986). Siendo presidente del Congreso visitó Montijo el 25/IV/1986. En el Salón de Plenos del Ayuntamiento le entrevisté en directo para Radiocadena Española Badajoz. Le entregó al alcalde Juan Carlos Molano, como recuerdo, una reproducción de uno de los leones de la escalinata del Congreso, el que mira hacia la derecha. Después visitó el Instituto Vegas Bajas, donde impartió una charla a los alumnos, era directora María Luisa Mateo-Sasieta. Don Gregorio obsequió al centro con un facsímil de la Constitución con esta dedicatoria: “Al Instituto de Bachillerato Vegas Bajas, con el afecto del Presidente del Congreso en su visita a este centro”. Por la tarde visitó Puebla de la Calzada, anunciando que tendría un nuevo colegio en un palacio, el del Marqués de la Vega.
Han transcurrido cuarenta y siete años de la aprobación de la Constitución, he visto diferentes comportamientos, maneras de gobernar y hacer oposición. Ahora me interrogo como en “La Pedrada” hizo Gabriel y Galán, ¿Son los políticos de hoy aquellos políticos de ayer? Deseo que la política haga de la necesidad virtud. En 1978 el acuerdo y la concordia fueron posibles.
