Quienes paseamos Montijo en los años 80 hemos podido revivir estos días algún que otro recuerdo al pasar por la Ronda del Valle, como si te encontraras en un déjà vu.

De repente una pared te hace parar, te lleva a un viaje en el tiempo, te sitúa en otra calle, pero ante un mural casi idéntico: el que hiciera Pedro Roque, ayudado por otros montijanos, como Manuela Roque, Pepe Melara o Ángel Moreira.

Un mural con conciencia que se realizaba en un contexto en el que el enfrentamiento entre los dos grandes bloques militares entonces: Estados Unidos y Rusia, cuyo conflicto se veía recrudecido. 

El mural de gran longitud en el que se podía ver a cada un lado, soldados dispuestos en fila, sus caras dan aspecto monstruoso, como si representaran la maldad. En el medio, una figura grande, con una gorra que lleva el símbolo de la paz, que grita y separa estos dos bloques de soldados con sus propias manos gritando: ¡Dejadme en paz!

Hoy, 40 años después, el mural apenas cambia de significado. Tanto es así que, sufragado por una colecta popular realizada desde el colectivo Montijo con Palestina y la Plataforma de Pensionistas de Montijo, el artista Álex de la Fuente, ha recuperado, a modo de homenaje, el mural de entonces, cambiando algunos detalles que actualizan el mensaje: el personaje central ya no lleva una boina, sino una kufiya, y añade al grito pidiendo paz un “NO al genocidio”. Los soldados representan, con sus cinturones y cascos, a Estados Unidos e Israel.

De la Fuente realizará un segundo mural, de temática similar, en la Barriada de Colón.