La UP Barbaño da la bienvenida a la nueva categoría en su campo de arena
![[Img #103210]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/09_2025/4113_iimg-20250916-wa0043.jpg)
La afición regresaba este fin de semana para disfrutar del fútbol en Barbaño. Un año que se presenta ilusionante para los barbañeros tras la gesta del equipo, que lograba el ascenso a Primera División Extremeña, una categoría que queda conformada por un total de 60 equipos, de entre los que destaca el Barbaño como único equipo que no dispone de césped en el terreno de juego.
Ver jugar al Barbaño parece todo un ejercicio para nostálgicos. Los que tienen ya cierta edad, podrían fácilmente imaginar sobre el tono dorado y anaranjado que dan los atardeceres en la arena, la dureza de un mítico balón Mikasa (que no te dieran un balonazo…).
Un recuerdo a otros tiempos, a ratos de pachangas entre amigos, a resbalones y rasguños hechos en la piel, a carreras difíciles sobre el barro en días de lluvia. Recuerdos que los jugadores del Barbaño rememoran partido a partido, no porque quieran, sino porque no les queda otra.
El césped para su campo parece un sueño que no llega, en el que parece que no se acaban de poner de acuerdo las distintas administraciones. Una exigencia que continúan reivindicando, ya que les pone mucho más difícil el poder competir en igualdad de condiciones, promover una cantera desde un pueblo pequeño con menos comodidades en sus instalaciones deportivas y una falta de aliciente a la hora de conseguir que se sumen a su proyecto jóvenes futbolistas de fuera del municipio o gente que apueste por formar parte de su cuerpo técnico.
“Ya no sabemos de qué forma pedir la ayuda que necesitamos”, aseguran.
El inicio de la nueva temporada, el nuevo reto de una categoría regional, fue un encuentro frente a la AD Lobón que acabó en empate a 0.
Un partido disputado sobre la arena. Un campo desde donde jugadores, cuerpo técnico y afición pedirán, jornada a jornada, ayuda para competir en un campo digno.
![[Img #103207]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/09_2025/6801_1000370745.jpg)
La afición regresaba este fin de semana para disfrutar del fútbol en Barbaño. Un año que se presenta ilusionante para los barbañeros tras la gesta del equipo, que lograba el ascenso a Primera División Extremeña, una categoría que queda conformada por un total de 60 equipos, de entre los que destaca el Barbaño como único equipo que no dispone de césped en el terreno de juego.
Ver jugar al Barbaño parece todo un ejercicio para nostálgicos. Los que tienen ya cierta edad, podrían fácilmente imaginar sobre el tono dorado y anaranjado que dan los atardeceres en la arena, la dureza de un mítico balón Mikasa (que no te dieran un balonazo…).
Un recuerdo a otros tiempos, a ratos de pachangas entre amigos, a resbalones y rasguños hechos en la piel, a carreras difíciles sobre el barro en días de lluvia. Recuerdos que los jugadores del Barbaño rememoran partido a partido, no porque quieran, sino porque no les queda otra.
El césped para su campo parece un sueño que no llega, en el que parece que no se acaban de poner de acuerdo las distintas administraciones. Una exigencia que continúan reivindicando, ya que les pone mucho más difícil el poder competir en igualdad de condiciones, promover una cantera desde un pueblo pequeño con menos comodidades en sus instalaciones deportivas y una falta de aliciente a la hora de conseguir que se sumen a su proyecto jóvenes futbolistas de fuera del municipio o gente que apueste por formar parte de su cuerpo técnico.
“Ya no sabemos de qué forma pedir la ayuda que necesitamos”, aseguran.
El inicio de la nueva temporada, el nuevo reto de una categoría regional, fue un encuentro frente a la AD Lobón que acabó en empate a 0.
Un partido disputado sobre la arena. Un campo desde donde jugadores, cuerpo técnico y afición pedirán, jornada a jornada, ayuda para competir en un campo digno.