¿Es el CrossFit realmente tan lesivo?
Seguramente lo has escuchado más de una vez: “No hagas CrossFit, te vas a lesionar”. Esta frase se repite en gimnasios, cafés y hasta en sobremesas familiares. Pero, ¿qué hay de cierto en ello? ¿Es el CrossFit realmente un deporte más peligroso que otros?.La respuesta corta es: no. Y los datos así lo confirman.
Diversos estudios han analizado la frecuencia de lesiones en esta disciplina. Una investigación publicada en 2019 en el Orthopaedic Journal of Sports Medicine encontró que la tasa de lesiones en CrossFit es muy similar a la del running recreativo, e incluso menor que en deportes colectivos como fútbol o baloncesto.
La cifra suele rondar entre 2 y 3 lesiones por cada 1.000 horas de práctica. Para ponerlo en contexto: el fútbol puede superar fácilmente las 6 lesiones en ese mismo rango.
Entonces, ¿por qué persiste la idea de que el CrossFit es tan arriesgado? En parte, porque los entrenamientos son intensos y visualmente llamativos. Ver a alguien levantando una barra pesada o haciendo un movimiento gimnástico avanzado puede generar la impresión de peligro. Pero la realidad es que, cuando existe una progresión adecuada y supervisión profesional, el riesgo no es mayor al de cualquier otro deporte.
Lo que sí está claro es que la técnica y la responsabilidad juegan un papel clave.
La mayoría de las lesiones reportadas en CrossFit no se deben al movimiento en sí, sino a una mala ejecución, una carga excesiva o la falta de descanso. Dicho de otro modo: es más un problema de cómo se entrena que del deporte en sí.
Además, hay algo que pocas veces se menciona: los beneficios del CrossFit son enormes. Mejora la fuerza, la resistencia, la movilidad y la salud metabólica. Favorece la prevención de enfermedades asociadas al sedentarismo y, quizá lo más importante, crea una comunidad motivadora que ayuda a muchas personas a mantenerse constantes con el ejercicio.
Al final, el mito de que “el CrossFit es lesivo” se cae cuando revisamos los datos.
No se trata de una actividad peligrosa, sino de un deporte que, como cualquier otro, requiere progresar con sentido común, escuchar al cuerpo y contar con entrenadores preparados.
Así que la próxima vez que escuches esa frase, recuerda: el CrossFit no es el problema. El problema es creer en mitos sin revisar la evidencia.
Yo siempre respondo a la pregunta: “ Lo que es lesivo es el EGO del atleta y la INCOMPETENCIA del entrenador”.
Seguramente lo has escuchado más de una vez: “No hagas CrossFit, te vas a lesionar”. Esta frase se repite en gimnasios, cafés y hasta en sobremesas familiares. Pero, ¿qué hay de cierto en ello? ¿Es el CrossFit realmente un deporte más peligroso que otros?.La respuesta corta es: no. Y los datos así lo confirman.
Diversos estudios han analizado la frecuencia de lesiones en esta disciplina. Una investigación publicada en 2019 en el Orthopaedic Journal of Sports Medicine encontró que la tasa de lesiones en CrossFit es muy similar a la del running recreativo, e incluso menor que en deportes colectivos como fútbol o baloncesto.
La cifra suele rondar entre 2 y 3 lesiones por cada 1.000 horas de práctica. Para ponerlo en contexto: el fútbol puede superar fácilmente las 6 lesiones en ese mismo rango.
Entonces, ¿por qué persiste la idea de que el CrossFit es tan arriesgado? En parte, porque los entrenamientos son intensos y visualmente llamativos. Ver a alguien levantando una barra pesada o haciendo un movimiento gimnástico avanzado puede generar la impresión de peligro. Pero la realidad es que, cuando existe una progresión adecuada y supervisión profesional, el riesgo no es mayor al de cualquier otro deporte.
Lo que sí está claro es que la técnica y la responsabilidad juegan un papel clave.
La mayoría de las lesiones reportadas en CrossFit no se deben al movimiento en sí, sino a una mala ejecución, una carga excesiva o la falta de descanso. Dicho de otro modo: es más un problema de cómo se entrena que del deporte en sí.
Además, hay algo que pocas veces se menciona: los beneficios del CrossFit son enormes. Mejora la fuerza, la resistencia, la movilidad y la salud metabólica. Favorece la prevención de enfermedades asociadas al sedentarismo y, quizá lo más importante, crea una comunidad motivadora que ayuda a muchas personas a mantenerse constantes con el ejercicio.
Al final, el mito de que “el CrossFit es lesivo” se cae cuando revisamos los datos.
No se trata de una actividad peligrosa, sino de un deporte que, como cualquier otro, requiere progresar con sentido común, escuchar al cuerpo y contar con entrenadores preparados.
Así que la próxima vez que escuches esa frase, recuerda: el CrossFit no es el problema. El problema es creer en mitos sin revisar la evidencia.
Yo siempre respondo a la pregunta: “ Lo que es lesivo es el EGO del atleta y la INCOMPETENCIA del entrenador”.