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Teodoro Gracia
Martes, 05 de Agosto de 2025 Actualizada Martes, 05 de Agosto de 2025 a las 12:18:39 horas

Bulos no, gracias

Cada día estoy más seguro que nuestra sociedad está profundamente herida y lo que me da miedo es que el ser humano lo acepte sin el más mínimo dolor.  Si luchar se había convertido en una utopía, la impotencia, sentimiento de resignación, ha desaparecido tras la situación que está ocurriendo en el mundo. Ahora, una gran mayoría, no es que no luche contra tanta barbarie sino que alimenta, amamanta, con un odio a sus semejantes que, al menos a mí, me parece una total locura.
Nunca pensé que nuestra sociedad fuese tan vulnerable y eso lo estoy comprobando día a día, al ver como el ser humano se traga diariamente todos los bulos, o noticias falsas, que tanto están predominando en nuestra sociedad actual. ¿Qué se está consiguiendo con esto? ¡Lavarnos el cerebro e introducirnos lo que piensan ellos, los manipuladores! Y las consecuencias, convertirnos en personas sin criterios desde la desinformación.
Es tremendo como la rápida propagación de bulos, a través de las redes sociales y plataforma digitales, se están convirtiendo en una terrible amenaza para nuestra sociedad. Para mí, el problema radica en que las personas tienden a confiar más en la desinformación y los bulos que nos llegan a través de las redes sociales que en su propio criterio, forjado desde la coherencia y la credibilidad. 
El principal problema de lo que está pasando en la actualidad es que en lugar de atajar los bulos, la mayoría de las personas, sin cotejar, damos credibilidad a estos inventados rumores amamantados con mentiras dañinas y maliciosas. Y lo peor de todo es que no solo nos limitamos a tragarnos tanta patraña sino que, nosotros mismos, damos difusión reenviando esta desinformación sin ni siquiera molestarnos en verificar, si son ciertas esas noticias engañosas. Creo firmemente, que estamos viviendo un estado tan grave de  borreguismo que una gran mayoría no sabe diferenciar los bulos de la realidad.
Los discursos de odio están a la orden del día, todos ellos amparados por bulos y desinformación, que están  deteriorando el buen criterio de los ciudadanos. Es tanta la lluvia de noticias falsas que caen sobre nosotros que las personas, unas se empapan de mentiras y las divulgan y otras terminan por no creer en nada.
Muchas de estas innumerables mentiras falsas o bulos que pululan por las redes sociales son mensaje de odio hacía los colectivos más vulnerable y para atajar este nefasto fenómeno, teníamos que tener la capacidad de no dar credibilidad a nada que no haya sido verificado.  Desgraciadamente, es muy fácil embriagarte de odio por el simple hecho de leer o escuchar una noticia que han fabricado con el único objetivo de lavarnos el cerebro. Por eso, desde aquí grito, una vez más: “Bulos no, gracias”.

 

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