Desde Bruselas nos recuerdan que la amnistía es ilegal, inmoral y un obús contra la separación de poderes por lo que los constituyentes decidieron no incluirla en la Constitución. Es reseñable que los servicios jurídicos de la Comisión Europea ya la han denominado autoamnistía, porque votan los mismos que se benefician de lo que han votado. Una autoamnistía espuria en grado máximo porque ha sido la moneda de cambio que ha entregado Sánchez para ser presidente del Gobierno después de haber perdido las elecciones generales, pero gracias a este ley se compró la investidura y le permitió mercadear impunidad a cambio de poder..
Y ahora a la luz de los últimos acontecimientos se ciernen más sombras ya que la Ley de Amnistía fue pactada entre Junts y una persona presuntamente corrupta como es el señor Santos Cerdán, siguiendo instrucciones de Sánchez por lo que será difícil estar ante un supuesto más escandaloso que esta ley de autoamnistía.
Pero como Pedro Sánchez no quiere hablar ni de la autoamistía, ni de Santos Cerdán, ni de Ábalos, o la situación procesal de su mujer, ni del fiscal general del Estado, su única salido ha sido irse a reventar la Cumbre de la OTAN comportándose como un auéntico trilero, un líder político que no duda en mentir y engañar a la gente, aunque esas mentiras se descubran en menos de 24 horas.
Pedro Sánchez en la OTAN ha buscado la confrontación con Estados Unidos, sin importarle la reputación de España, con el único objetivo de hablar de cualquier tema menos de lo que preocupa a los españoles, como es su corrupción.
La maniobra no puede resultar más manida: buscar un enemigo exterior para que haya una cortina de humo y un cambio de foco de lo que ocupa en estos momentos la política nacional.
Pero el descrédito para nuestra país ha sido mayúsculo porque nuestro país firmó el mismo documento que el resto, y en la rueda de prensa posterior, Sánchez dijo que lo incumpliría. De esta forma todos los países de la Alianza Atlántica han constatado que Sánchez es un mentiroso por desmarcarse públicamente del acuerdo con la OTAN minutos después de haberlo firmado.
Es inadmisible que Sánchez haya ido en contra del sentido y del espíritu de la OTAN al provocar un choque inédito de España con la Unión Europea mediante un enfrentamiento forzado e interesado con Trump para tapar su corrupción durante cinco minutos. En estos momentos Europa solo tiene el camino de la unidad para ser un actor global y ponerla en riesgo es una irresponsabilidad más por parte de Sánchez quien rompió esa unidad de forma ficticia. España merece un presidente que sea creíble en el exterior.