Todos sabemos que los valores son imprescindibles para la convivencia y la realización del ser humano, sin embargo cada día se valora menos el respeto, la solidaridad, la empatía, la responsabilidad o la integridad, por citar algunos de ellos. Se está perdiendo la ética y lo más peligroso de todo es, ir descubriendo lentamente, como se está minando la libertad por culpa del conformismo.
Estamos viviendo una época en la que parece que los únicos valores que importan en la sociedad son los materiales y efímeros. Es muy lamentable ir conociendo un mundo totalmente gris, sin vida. Incluido el ser humano. Y todo por culpa de la manipulación y de sus influencias dañinas. Manipulación, que, en la mayoría de los casos, sino estás muy preparado, te convierte en una persona que pasa por la vida sin ideales, sin metas, en definitiva, sin rumbo fijo.
Nos estamos nutriendo de indiferencia y eso es lo peor que nos podía pasar porque sus consecuencias son nefastas, te llevan es caer en un vacío interior que te anula como persona. 
Me preocupa mucho el mundo actual. Estamos viviendo en una sociedad totalmente gris, como envuelta en una densa niebla que intenta ocultar todas sus miserias. Me horrorizan, cada vez más, las decisiones erróneas que se toman a ciegas sin medir sus graves consecuencias. El ser humano tiene mucha capacidad para limpiar su conciencia, aunque sea tomando decisiones tremendas o absurdas. ¿Sabéis que es lo peor?... vivir estas situaciones con prepotencia o justo lo contrario, entrando en un estado aborregado que te lo crees y aceptas todo, aunque vaya en contra de tus principios. Ignoro porque nos cuesta tanto ver cómo se va derrumbado nuestra sociedad de bienestar sin apenas luchar por ella, aceptándolo de una manera abnegada y sumisa.  Seguramente el secreto de que lleguemos a aceptarlo todo es porque han sabido ir haciendo desaparecer todos los derechos en pequeñas dosis, las cuales hemos ido asimilando y padeciéndolo en silencio. Y ese silencio está provocando una niebla gris que llena de tristeza y angustia el espacio. ¡Debemos luchar contra ello! Tenemos que buscar luz para iluminar cada rincón de nuestras vidas, que los rayos vuelvan a mostrarnos un mundo luminoso de seres felices y luchadores que abandonan esa vida gris repleta de conformismo.
Es necesario aprender a disfrutar de la vida. Tenemos que despertar de este estado de conformismo y dejar de escuchar tantas mentiras que a diario nos llegan que lo único que hacen es llenarnos el corazón y la mente de insatisfacción. Y, sobre todo, saborear todo lo bueno que la vida nos ofrece desde la ilusión.