Herida el alma
Nuevamente, y no creo que sea la última vez, que el tema de mi artículo hable de las guerras, del odio, y es que no tengo otra manera de gritar y denunciar lo que el mundo está viviendo a diario con tantos conflictos bélicos. Hay que ser muy inhumano para que no te dañe hasta el alma cuando nos abofetean diariamente con noticias escalofriantes. Instantáneas que parecen sacadas de la más espeluznante película de terror.
Lo que está ocurriendo en la actualidad por todo el mundo es impensable y de una impotencia brutal porque… ¿Qué podemos hacer, la mayoría de la humanidad, cuando existen personas que anulan lo que les dicta el corazón y le dan vía libre a unas mente cegadas de odio? No podemos hacer absolutamente nada. Por desgracia, usar cualquier medio de comunicación para gritar a los cuatro vientos que tenemos herida el alma de tantas atrocidades. Ni lo he entendido, ni lo entenderé nunca, como puede haber personas que son capaces de dormir tranquilos cuando son los auténticos responsables de provocar esas impactantes imágenes de terror, destrucción, hambre y muerte.
Nunca he llegado a entender como el odio se está apoderando de la humanidad a pasos agigantados. ¿Lo correcto no sería que si el ser humano avanza es para mejorar? Pues no, cada día alimentamos más el odio, la mayoría de las veces, por no decir todas, sin razón y es que en este artículo no hablo solo de guerras bélicas, que ya son una vergüenza para la humanidad. Hablo de mentes enfermizas y de frecuentes masacres, sobre todo en países donde las armas están a la mano de cualquier desequilibrado de los muchos que hay en todo el mundo.
La sociedad está creando pequeños “Rambo” y en cada uno de ellos, una estupidez que, naturalmente, carece de lógica. Justificar la posesión de armas como defensa, para mí, es un tremendo error porque, desgraciadamente, no es defensa si no que está amparada por el odio y la venganza.
Yo, personalmente, a diario me hago muchísimas preguntas: ¿Es que no avanzamos? ¿Por qué volvemos a caer siempre en los mismos errores? ¿Es cierto que todo es cíclico? y después de tantas preguntas, la reflexión mas dura ¿somos conscientes que estamos de paso en esta vida y no podemos llevarnos un bagaje repleto de odio?
Y lo que más me preocupa es saber que seguirán naciendo personas tan despiadadas como los que están provocando tanta tragedia, tanto dolor y tanto terror. Asimilar Conocer tragedias de esta índole ya es doloroso pero resulta aún más doloroso saber que pueden existir, en estos momentos, otros desequilibrados armándose hasta los dientes para cometer impensables atrocidades.
Nuevamente, y no creo que sea la última vez, que el tema de mi artículo hable de las guerras, del odio, y es que no tengo otra manera de gritar y denunciar lo que el mundo está viviendo a diario con tantos conflictos bélicos. Hay que ser muy inhumano para que no te dañe hasta el alma cuando nos abofetean diariamente con noticias escalofriantes. Instantáneas que parecen sacadas de la más espeluznante película de terror.
Lo que está ocurriendo en la actualidad por todo el mundo es impensable y de una impotencia brutal porque… ¿Qué podemos hacer, la mayoría de la humanidad, cuando existen personas que anulan lo que les dicta el corazón y le dan vía libre a unas mente cegadas de odio? No podemos hacer absolutamente nada. Por desgracia, usar cualquier medio de comunicación para gritar a los cuatro vientos que tenemos herida el alma de tantas atrocidades. Ni lo he entendido, ni lo entenderé nunca, como puede haber personas que son capaces de dormir tranquilos cuando son los auténticos responsables de provocar esas impactantes imágenes de terror, destrucción, hambre y muerte.
Nunca he llegado a entender como el odio se está apoderando de la humanidad a pasos agigantados. ¿Lo correcto no sería que si el ser humano avanza es para mejorar? Pues no, cada día alimentamos más el odio, la mayoría de las veces, por no decir todas, sin razón y es que en este artículo no hablo solo de guerras bélicas, que ya son una vergüenza para la humanidad. Hablo de mentes enfermizas y de frecuentes masacres, sobre todo en países donde las armas están a la mano de cualquier desequilibrado de los muchos que hay en todo el mundo.
La sociedad está creando pequeños “Rambo” y en cada uno de ellos, una estupidez que, naturalmente, carece de lógica. Justificar la posesión de armas como defensa, para mí, es un tremendo error porque, desgraciadamente, no es defensa si no que está amparada por el odio y la venganza.
Yo, personalmente, a diario me hago muchísimas preguntas: ¿Es que no avanzamos? ¿Por qué volvemos a caer siempre en los mismos errores? ¿Es cierto que todo es cíclico? y después de tantas preguntas, la reflexión mas dura ¿somos conscientes que estamos de paso en esta vida y no podemos llevarnos un bagaje repleto de odio?
Y lo que más me preocupa es saber que seguirán naciendo personas tan despiadadas como los que están provocando tanta tragedia, tanto dolor y tanto terror. Asimilar Conocer tragedias de esta índole ya es doloroso pero resulta aún más doloroso saber que pueden existir, en estos momentos, otros desequilibrados armándose hasta los dientes para cometer impensables atrocidades.