Ecologistas en Acción denuncia la peligrosidad de los coches altos para la seguridad vial
Ecologistas en Acción denuncia en nota de prensa el peligro de los denominados coches SUV y la tendencia de los coches de nueva fabricación a aumentar su altura.
Según un nuevo estudio publicado por la federación europea Transport & Environment (T&E), junto a la campaña Clean Cities, de las que forman parte Ecologistas en Acción, la altura media del frontal de los coches ha pasado de 76,9 centímetros en 2010 a 83,8 centímetros en 2024, un incremento progresivo para el que ni la normativa europea ni la española han establecido límites hasta la fecha.
En la práctica, el aumento de la altura del morro tiene consecuencias muy concretas y peligrosas. Las pruebas encargadas para el informe revelan que, desde el asiento del conductor de vehículos de gran tamaño, no se puede ver a una niña o niño de hasta nueve años que se encuentre justo delante del coche. Modelos más comunes de SUV, como el Land Rover Defender, tampoco permiten ver a menores de hasta cuatro años y medio.
![[Img #102687]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/06_2025/8176_2025_car_suv_view_points_es-1.jpg)
Los datos del estudio realizado han sido realizados en todo el continente europeo, aunque los números son similares en España, donde los SUV ya representan más de un 55% de las matriculaciones, cifra que ha ido en aumento desde el año 2012, lo que transforma nuestras ciudades en “menos seguras”, denuncia Carmen Duce, coordinadora de Ecologistas en Acción, “las calles se llenan de coches que consumen más espacio y suponen un riesgo evidente para la seguridad vial (…).”
Además, a velocidades habituales en ciudad (hasta 50 km/h), un peatón puede ser empujado debajo del coche en lugar de hacia un lado, lo que multiplica la probabilidad de sufrir heridas mortales. Según estudios citados en el informe, cada 10 centímetros adicionales de altura del capó aumentan en un 27 % la probabilidad de muerte para peatones, ciclistas y demás usuarias vulnerables de la vía pública que se puedan ver implicados en un accidente. Por si fuera poco, los SUV y camionetas con frontales elevados también representan entre un 20 % y un 50 % más de riesgo de lesiones graves para ocupantes de vehículos más pequeños en caso de colisión.
Desde Ecologistas en Acción y la campaña Clean Cities señalan el siguiente dato: “Cada día muere un niño o niña en nuestras carreteras, pero se fabrican coches tan grandes que los hacen invisibles desde el asiento del conductor. ¿Cómo es posible que esto sea aceptable? Afortunadamente, cada vez son más las instituciones locales que se oponen a la proliferación de estos coches y defienden lo que realmente quiere la ciudadanía: calles seguras y verdes sin vehículos monstruosos. Las ciudades deben ir más allá y actuar con mayor rapidez para restringir los SUV de gran tamaño, recuperar el espacio público y dar prioridad a la seguridad y a las personas”.
Desde T&E y Clean Cities solicitan a la UE que limite la altura del morro de los coches para 2035 como parte de un paquete de reformas para limitar las dimensiones cada vez mayores de los coches. El estudio recomienda que la altura máxima del capó quede limitada a 85 centímetros, concluyendo que “no se trata sólo de seguridad vial, sino de cómo queremos que sean nuestras ciudades. Más espacio para coches grandes significa menos para juegos, bicicletas y terrazas. Hay alternativas más seguras, limpias y eficientes”.
Ecologistas en Acción denuncia en nota de prensa el peligro de los denominados coches SUV y la tendencia de los coches de nueva fabricación a aumentar su altura.
Según un nuevo estudio publicado por la federación europea Transport & Environment (T&E), junto a la campaña Clean Cities, de las que forman parte Ecologistas en Acción, la altura media del frontal de los coches ha pasado de 76,9 centímetros en 2010 a 83,8 centímetros en 2024, un incremento progresivo para el que ni la normativa europea ni la española han establecido límites hasta la fecha.
En la práctica, el aumento de la altura del morro tiene consecuencias muy concretas y peligrosas. Las pruebas encargadas para el informe revelan que, desde el asiento del conductor de vehículos de gran tamaño, no se puede ver a una niña o niño de hasta nueve años que se encuentre justo delante del coche. Modelos más comunes de SUV, como el Land Rover Defender, tampoco permiten ver a menores de hasta cuatro años y medio.
Los datos del estudio realizado han sido realizados en todo el continente europeo, aunque los números son similares en España, donde los SUV ya representan más de un 55% de las matriculaciones, cifra que ha ido en aumento desde el año 2012, lo que transforma nuestras ciudades en “menos seguras”, denuncia Carmen Duce, coordinadora de Ecologistas en Acción, “las calles se llenan de coches que consumen más espacio y suponen un riesgo evidente para la seguridad vial (…).”
Además, a velocidades habituales en ciudad (hasta 50 km/h), un peatón puede ser empujado debajo del coche en lugar de hacia un lado, lo que multiplica la probabilidad de sufrir heridas mortales. Según estudios citados en el informe, cada 10 centímetros adicionales de altura del capó aumentan en un 27 % la probabilidad de muerte para peatones, ciclistas y demás usuarias vulnerables de la vía pública que se puedan ver implicados en un accidente. Por si fuera poco, los SUV y camionetas con frontales elevados también representan entre un 20 % y un 50 % más de riesgo de lesiones graves para ocupantes de vehículos más pequeños en caso de colisión.
Desde Ecologistas en Acción y la campaña Clean Cities señalan el siguiente dato: “Cada día muere un niño o niña en nuestras carreteras, pero se fabrican coches tan grandes que los hacen invisibles desde el asiento del conductor. ¿Cómo es posible que esto sea aceptable? Afortunadamente, cada vez son más las instituciones locales que se oponen a la proliferación de estos coches y defienden lo que realmente quiere la ciudadanía: calles seguras y verdes sin vehículos monstruosos. Las ciudades deben ir más allá y actuar con mayor rapidez para restringir los SUV de gran tamaño, recuperar el espacio público y dar prioridad a la seguridad y a las personas”.
Desde T&E y Clean Cities solicitan a la UE que limite la altura del morro de los coches para 2035 como parte de un paquete de reformas para limitar las dimensiones cada vez mayores de los coches. El estudio recomienda que la altura máxima del capó quede limitada a 85 centímetros, concluyendo que “no se trata sólo de seguridad vial, sino de cómo queremos que sean nuestras ciudades. Más espacio para coches grandes significa menos para juegos, bicicletas y terrazas. Hay alternativas más seguras, limpias y eficientes”.