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Manuel García Cienfuegos | 1297
Miércoles, 04 de Junio de 2025 Actualizada Miércoles, 04 de Junio de 2025 a las 14:27:10 horas

María Arrobas Vila

(Noviembre 2007)

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María Arrobas es Licenciada en Historia, y durante cuarenta y dos años se ha dedicado a lo que más le gusta, la enseñanza. Treinta y uno de ellos los ha pasado, desde su fundación, en el Instituto Vegas Bajas como profesora. Dice que se adaptó al llegar su jubilación (1998) a su nueva forma de vida gracias a su facilidad "camaleónica".

Se siente orgullosa porque ha sido la primera mujer universitaria que en Montijo ha ejercido trabajando su carrera. Considera que la enseñanza es un reflejo de lo que hay en la sociedad: la pérdida de valores, el deterioro de las relaciones entre padres e hijos, todo ello se percibe en las aulas. Los profesores lo tienen ahora francamente difícil.

Nuestra protagonista se caracteriza por ser una mujer solidaria y muy integrada en la Iglesia. Declara que trabaja y está en la Iglesia por la concepción que tiene del humanismo cristiano, manifestando con rotundidad que la Iglesia debe y tiene que implicarse en las cuestiones sociales.

María Arrobas llegó a Cáritas en 1983 asistiendo a la creación de Alrex-Montijo, asociación en la que ha estado diecinueve años, y donde manifiesta haber vivido un gran ambiente en el que todos luchaban en la recuperación del enfermo alcohólico. Afirma que Alrex surgió para que la sociedad sea consciente que el alcoholismo es una enfermedad y no un vicio.

Ha sido durante catorce años directora de Cáritas-Montijo, en la actualidad forma parte del el Taller de Mujeres como monitora, aunque lleva un tiempo implicada con la inmigración. Comenta que hay cerca de trescientos inmigrantes, cien de ellos dice que no tienen absolutamente nada. Cáritas les está ayudando en todo lo que puede, pero necesita voluntarios y ayuda económica. Ante la Navidad, María Arrobas recomienda que tomemos conciencia y nos comprometamos con la campaña de Cáritas.

 

Cuando te levantas por la mañana, ¿sigues pensando que tienes que ir a dar clases en el Instituto?

Pues mira, yo soy "camaleónica", tengo facilidad par a adaptarme a las circunstancias. Cuando me jubilé emprendí una nueva etapa. Te soy sincera, no me acuerdo de nada, me he adaptado a mi nueva forma de vida.

 

¿Cuándo comenzaste a dar clases en él?

El 10 de diciembre ce 1967. Lo recuerdo perfectamente porque que es el día de los derechos humanos. Abrió sus puertas como Sección Delegada del Instituto Santa Eulalia de Mérida, al poco tiempo se independizó de éste debido al gran auge que tuvo entre los alumnos de la comarca. Es decir, fui de las primeras en impartir clases. El primer año sólo dimos clases de cuarto de bachillerato.

 

El Instituto Vegas Bajas ha ocupado gran parte de tu vida profesional, ¿qué recuerdos tienes?

Apasionantes. Mi vida laboral ha sido de cuarenta y dos años dedicados a la enseñanza. Tras mi licenciatura en Historia, Adelaida Rodríguez y yo abrimos en la calle López de Ayala, en el año 1956, una Academia bajo el nombre de “Virgen de Barbaño”, al haber cerrado la de don Francisco Pitarque. Nuestra intención no era otra que incrementar el nivel educativo y cultural de Montijo, impartiendo clases de bachillerato y magisterio. Hubo personas que no lo entendieron así, viendo que nuestras clases, nuestro trabajo, era un capricho de mujeres, entendiendo que esa apreciación surgía de una sociedad que entonces relegaba a la mujer. Puedo decir con orgullo que he sido la primera mujer universitaria que trabajó en Montijo ejerciendo su carrera. Nuestra Academia alcanzó el “boom” en los primeros años de los 60. En 1963 nos unimos al proyecto educativo de Tomás Rodas con la Academia Santo Tomás de Aquino, para en 1967 formar parte del Vegas Bajas. Sí, tengo unos estupendos recuerdos.

 

¿Qué diferencias destacarías en el comportamiento de los alumnos desde que comenzó el instituto hasta tu jubilación?

Pues no te creas, todo el problema que hay en la enseñanza ha sido a partir de mi jubilación (1998). Puedo decirte que nunca tuve ningún tipo de dificultades. He disfrutado enormemente la enseñanza, siendo una etapa de mi vida, la más larga, muy feliz.

 

¿Qué relación había entre el profesor, el alumno y los padres?

Había padres que no se preocupaban absolutamente nada. Sin embargo, otros sí que se interesaban. Tanto en el centro como los profesores queríamos que nuestros alumnos estuvieran bien formados para que fuesen hombres de provecho.

Recuerdo como anécdota a un padre que fue a preguntar por los estudios de su hijo, porque estaba sorprendido de que estudiara francés. Me dijo, “¿para qué quiere mi hijo saber francés si va a ordeñar una vaca?”. Le respondí “pues para que ordeñe la vaca sabiendo francés”.

 

¿Cómo ves la enseñanza?

La enseñanza es el reflejo de lo que hay en la sociedad. La pérdida de valores, el deterioro de las relaciones entre p adres e hijos, el respeto para con las personas mayores, todo ello se percibe en las aulas. Los profesores lo tienen ahora francamente difícil, porque esa responsabilidad que debería ejercer la sociedad es asumida por la enseñanza.

 

¿Por qué hiciste la carrera de Historia y no otra?

Al terminar cuarto de bachillerato en la Academia de Pitarque, me fui a Badajoz al colegio del Santo Ángel. Allí hice Magisterio. Luego dudé si hacer Farmacia, pero finalmente me incliné por Historia, porque me apasionaba. La carrera la hice en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Complutense de Madrid.

 

¿Cómo era el ambiente universitario?

Un ambiente sano y tranquilo. Disfrutábamos con los profesores. Angulo nos daba Arte, su clase no estaba en la Facultad sino en las salas del Museo del Prado. Tuve entre otros a Camón Aznar, Bellido… todos ellos de la vieja escuela, quienes nos enseñaron a tratar siempre a la Historia con la mayor honradez. De mi promoción salió uno de los mejores arabistas, Martínez Montavez.

 

Sin embargo, hay otra facete en tu vida que es la solidaria. Mucha gente te conoce por tu vinculación con Alrex-Montijo.

En el año 1983 me incorporé como voluntaria en Cáritas. En su nuevo organigrama se incorporó la comisión de drogodependencias, naciendo de ella Alrex-Montijo. Entendimos que el alcoholismo era un problema muy grave. Los comienzos de Alrex nos depararon una gran vivencia por el contacto que tuvimos con otras asociaciones de alcohólicos, ya que nosotros no teníamos experiencia. Alrex surgió para decir que el alcoholismo es una enfermedad y no un vicio. Recuerdo con mucho cariño aquellas charlas de prevención por los colegios y los pueblos de la comarca.

 

¿Se puede salir del alcoholismo?

Sí, es una enfermedad social que tiene curación, aunque siempre el enfermo debe tener presente el peligro por una posible recaída, por eso es muy importante el apoyo de la asociación.

 

¿Piensas entonces que una Asociación como Alrex es fundamental para el alcohólico?

Sí, claro, fundamentalísima. En ella realizan una excepcional labor los técnicos, con una gran comprensión, proporcionándoles una ayuda muy importante tanto al enfermo como a la familia. Yo ahora estoy un poco desligada, la edad no perdona. He vivido diecinueve años con Alrex en un gran ambiente en el que todos luchábamos para recuperar al enfermo alcohólico. Tengo muy buenos amigos en Alrex.

 

Eres una persona muy integrada en la Iglesia. ¿Qué ofrece la Iglesia a nuestra sociedad?

Yo trabajo y estoy en la Iglesia por la concepción que tengo sobre el humanismo cristiano, tanto desde Cáritas como en Alrex. Con rotundidad digo que la Iglesia debe y tiene que implicarse en las cuestiones sociales.

 

¿Crees que hay complejos y prejuicios en los católicos a la hora de dar testimonio?

Yo creo que lo que hay es comodidad, la gente no quiere asumir responsabilidades. Los creyentes debemos tener un compromiso de vida, haciéndolo de una manera coherente con aquello por lo que sentimos y creemos, que debe ser reflejado en nuestra forma de actuar.

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¿Cuántos años llevas en Cáritas?

Desde el año 1983, coincidiendo con la creación de Alrex. He sido durante catorce años Directora y ahora voluntaria del Taller de mujeres, aunque llevo ya un tiempo implicada con la problemática de los inmigrantes.

 

¿Qué es Cáritas?

Cáritas es el brazo social de la Iglesia. Cuando la sociedad necesita algo, acude a las instituciones del Estado y a Cáritas. Cáritas está supliendo muchas carencias que no pueden o no tienen solución a nivel estatal. El cristiano no puede dejar tirado a las personas.

 

¿Qué labor realiza Cáritas Montijo?

Cáritas está formada por varias comisiones. La comisión de Asistencia se encarga de la acogida, entrega de alimentos, ropero, etc. La de Transeúntes coalbora con el Ayuntamiento y Policía Local, dando alimentos y facilitando el transporte hacia Badajoz o Mérida. La comisión de Drogadicción, que colabora con el Proyecto Vida, ayudando en los desplazamientos a los toxicómanos; también con Alrex sobre el alcoholismo. El Taller Misionero, en el que están integradas treinta y cinco voluntarias que se encargan de hacer labores, cuyos ingresos destinan a proyectos del Tercer Mundo. el Taller de Mujeres, ahora en el Centro Cultural El Valle, lleva funcionando once años, e imparte corte y confección, manualidades, alfabetización, formación, autoestima… comisión de Inmigración, cuya labor es la entrega de alimentos, ropa, cubrir las necesidades más urgentes; tratando de conseguirles el empadronamiento, la documentación de ciudadanos europeos y la inscripción en la Seguridad Social. Todos estos documentos son imprescindibles para que puedan trabajar.

 

¿Hay muchos inmigrantes en Montijo?

Creo que rondan los trescientos, cerca de cien no tienen absolutamente nada. Cáritas les está ayudando en todo lo que puede, pero necesitamos voluntarios y ayuda económica. Ahora con el invierno, con el frío, tendremos que facilitarles mantas y ropa de abrigo. Hay rumanos, marroquíes, senegaleses, hispanoamericanos, eslavos, nigerianos… los que más problemas y atenciones presentan son los rumanos.

 

No puedo quedarme sin preguntártelo. ¿Hay pobres en Montijo?

Hay una pobreza de tipo cultural. Me explico. Muchas familias no saben organizarse. Cuando tienen trabajo se gastan el dinero muy alegremente, después vienen los problemas. También hay personas mayores que, por circunstancias personales, tienen pensiones no contributivas, cobrando unas pagas bajísimas, y además muchos están enfermos. A todo ello hay que añadir los problemas y las muchas carencias de los inmigrantes.

 

¿Existe conciencia por parte de la sociedad sobre los necesitados y marginados?

Una parte de la sociedad sí que está concienciada y comprometida, pero como siempre, suele ser una minoría. Por ejemplo, la problemática de los inmigrantes muchos la ven como una cuestión política por haber sacado la Ley de Extranjería. Hay quienes piensan que son competencia para el trabajo, cuando muchos de esos trabajos nadie quieres hacerlos. Quienes sí están comprometidos son las instituciones de la Iglesia y las Ong’s. ahora que llega la Navidad es un buen momento para que todos tomemos conciencia y nos comprometamos con la campaña que todos los años por esta fecha realiza Cáritas.

 

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NOMBRE: María Arrobas Vila.

EDAD: 74 años.

NACIMIENTO: Montijo.

PROFESIÓN: Profesora de Historia, jubilada.

RESIDENCIA: Montijo.

ESTADO CIVIL: Viuda.

UN LUGAR PARA VIVIR: Montijo con cine y actividades culturales.

UN LUGAR PARA PERDERSE: El campo, entre los olivos, cogiendo espárragos.

UNA COMPAÑÍA: La familia, los amigos y la gente en general.

UNA LECTURA: “Platero y yo”, y  “El Médico”, de Noah Gordon.

UNA MÚSICA: “Say a Little pray for you”, de Aretha Franklin.

UN HOBBY: Pasear con mi perro.

UN SUEÑO: Llegar a conocer un Montijo cuidado y próspero en todos los sentidos.

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