La herencia del Papa Francisco
Cuando apenas sí comenzábamos a celebrar la resurrección de Jesús nos llegó la noticia de la muerte del Papa Francisco. Igual que les ocurriera a los apóstoles y los discípulos los primeros días tras la muerte de Jesús, nosotros también hacemos recuerdo agradecido del tiempo que pasamos con el Papa Francisco y repasamos algunas de las enseñanzas que nos dejó. Podríamos decir que es como su herencia espiritual que nosotros recibimos y debemos conservar y administrar.
Lo primero que viene a la memoria es su sencillez y alegría, haciendo verdad eso de ser siervo de los siervos de Dios, y su acogida y apertura a «todos, todos, todos». Aprendamos de él a vivir con autenticidad lo que predicamos e impregnémonos del «olor a oveja», del «olor al hermano» que sufre y al que queremos acompañar desde la caridad.
Esto nos lleva a recordar el deseo del Papa Francisco de que la Iglesia sea un hospital de campaña para todas las personas heridas por la vida. Cáritas configura gran parte de ese hospital, atendiendo a las emergencias, cuidando y acompañando procesos de sanación personal y rehabilitando la dignidad de hijos de Dios de aquellos a quienes se les ha arrebatado. Esto lo hacemos conscientes porque, como Jesús lo dijo y el Papa nos recordó, todos somos hermanos, hijos de un mismo Padre.
Un Padre que creó la Tierra, nuestra casa común, para la humanidad. En la encíclica «Laudato si» Francisco nos invitaba a cuidarla. Que al habitarla y utilizarla lo hagamos de tal modo que todos puedan disfrutar de ella. Que la cuidemos con esmero para las nuevas generaciones y evitemos su deterioro, ya que los efectos del cambio climático afectan con mayor intensidad a las personas empobrecidas.
El Papa nos enseñó a «construir puentes y no muros». Puentes por los que facilitar el encuentro de todos los seres humanos. Nos enseñó a acoger a los emigrantes, viendo en ellos el rostro de Dios.
Querido lector, querida lectora, finalizamos estas líneas invitándote a ser para las personas que viven contigo ese «santo de la puerta del al lado» en feliz expresión del Papa Francisco. Que quien se cruce contigo pueda experimentar la paz, la misericordia y la alegría de Jesús y su Evangelio.
¡Feliz Pascua de Resurrección!
#AbrimosCaminoALaEsperanza
Tlf. de Cáritas Interparroquial de Montijo: 697 854 864
Núm. cuenta (Caja Rural Extremadura): ES52 3009 0021 7023 2472 1410
Cuando apenas sí comenzábamos a celebrar la resurrección de Jesús nos llegó la noticia de la muerte del Papa Francisco. Igual que les ocurriera a los apóstoles y los discípulos los primeros días tras la muerte de Jesús, nosotros también hacemos recuerdo agradecido del tiempo que pasamos con el Papa Francisco y repasamos algunas de las enseñanzas que nos dejó. Podríamos decir que es como su herencia espiritual que nosotros recibimos y debemos conservar y administrar.
Lo primero que viene a la memoria es su sencillez y alegría, haciendo verdad eso de ser siervo de los siervos de Dios, y su acogida y apertura a «todos, todos, todos». Aprendamos de él a vivir con autenticidad lo que predicamos e impregnémonos del «olor a oveja», del «olor al hermano» que sufre y al que queremos acompañar desde la caridad.
Esto nos lleva a recordar el deseo del Papa Francisco de que la Iglesia sea un hospital de campaña para todas las personas heridas por la vida. Cáritas configura gran parte de ese hospital, atendiendo a las emergencias, cuidando y acompañando procesos de sanación personal y rehabilitando la dignidad de hijos de Dios de aquellos a quienes se les ha arrebatado. Esto lo hacemos conscientes porque, como Jesús lo dijo y el Papa nos recordó, todos somos hermanos, hijos de un mismo Padre.
Un Padre que creó la Tierra, nuestra casa común, para la humanidad. En la encíclica «Laudato si» Francisco nos invitaba a cuidarla. Que al habitarla y utilizarla lo hagamos de tal modo que todos puedan disfrutar de ella. Que la cuidemos con esmero para las nuevas generaciones y evitemos su deterioro, ya que los efectos del cambio climático afectan con mayor intensidad a las personas empobrecidas.
El Papa nos enseñó a «construir puentes y no muros». Puentes por los que facilitar el encuentro de todos los seres humanos. Nos enseñó a acoger a los emigrantes, viendo en ellos el rostro de Dios.
Querido lector, querida lectora, finalizamos estas líneas invitándote a ser para las personas que viven contigo ese «santo de la puerta del al lado» en feliz expresión del Papa Francisco. Que quien se cruce contigo pueda experimentar la paz, la misericordia y la alegría de Jesús y su Evangelio.
¡Feliz Pascua de Resurrección!
#AbrimosCaminoALaEsperanza
Tlf. de Cáritas Interparroquial de Montijo: 697 854 864
Núm. cuenta (Caja Rural Extremadura): ES52 3009 0021 7023 2472 1410