Ayuno intermitente… ¿es una buena opción?
Antes de ponernos a hablar sobre qué es el ayuno y lo que implica en nuestro organismo su acción, vamos a empezar definiendolo.
Consiste en realizar un periodo donde no se ingieren alimentos que puedan contener calorías, generando así diferentes acciones en nuestro cuerpo, debido a la falta de energía aportada con la comida.
Existen tres tipos de ayuno: de tiempo restringido (como son las famosas ventanas de 12:12, 16:8…); de días alternos; y el de días enteros. Algunos de los mecanismos fisiológicos y metabólicos que suceden en nuestro cuerpo, cuando realizamos ayuno, son los siguientes:
-Disminución de la glucemia, bajando así la sensibilidad a la insulina.
-Disminución de la leptina, regulando nuestro hambre.
-Efecto antiinflamatorio, uno de los principales problemas hoy en día.
-Una mayor autofagia.
Hasta aquí, todo claro en referencia a esta forma de enfocar la nutrición, no considerándose una dieta como tal, aspecto que se ha indicado por la sociedad desde su aparición en nuestro día a día. Nos queda claro que nos aporta una serie de beneficios pero… ¿cuáles son los verdaderos problemas del ayuno intermitente en nuestro día a día?
Creemos que, con el ayuno, vamos a conseguir todos los beneficios del mundo pero, no es la panacea, ya que vivimos en una sociedad que piensa que haciendo ayuno, tiene la solución. Y no, no es así. La verdadera realidad es que hacer ayuno y comer comida basura no es mejor solución que hacer 5-6 comidas al día con buenos alimentos. Tampoco lo es hacer ayuno intermitente y no entrenar fuerza. Como tampoco hacer ayuno y no dormir y no tener sueño reparador. También, hay que tener en cuenta que, el ayuno no es la herramienta número 1 para perder grasa corporal. La mejor herramienta es tener un déficit calórico, entrenar fuerza, ser activo y descansar correctamente, gestionando nuestro estrés. Luego ya, si quieres incluir el ayuno, por que vas a ser capaz de tener adherencia y no va a interferir en el resto de factores importantes y bases de la salud, vas a poder hacerlo sin ningún problema.
Como siempre, la nutrición, el entrenamiento y el descanso/estrés son los pilares de nuestra salud. Y que, realmente, no cumplimos en su totalidad y, buscamos soluciones donde no tenemos que buscarlas. Hay que tener una buena base para que, realmente, utilizar el ayuno pueda servirnos para algo.
Para estos casos, lo mejor siempre es pedir ayuda a un profesional de la nutrición, que enfoque tu caso de manera individual y personal. Así, podrás ahorrarte muchos inconvenientes y, sobre todo, perder el tiempo, que es algo que nunca vuelve.
Antes de ponernos a hablar sobre qué es el ayuno y lo que implica en nuestro organismo su acción, vamos a empezar definiendolo.
Consiste en realizar un periodo donde no se ingieren alimentos que puedan contener calorías, generando así diferentes acciones en nuestro cuerpo, debido a la falta de energía aportada con la comida.
Existen tres tipos de ayuno: de tiempo restringido (como son las famosas ventanas de 12:12, 16:8…); de días alternos; y el de días enteros. Algunos de los mecanismos fisiológicos y metabólicos que suceden en nuestro cuerpo, cuando realizamos ayuno, son los siguientes:
-Disminución de la glucemia, bajando así la sensibilidad a la insulina.
-Disminución de la leptina, regulando nuestro hambre.
-Efecto antiinflamatorio, uno de los principales problemas hoy en día.
-Una mayor autofagia.
Hasta aquí, todo claro en referencia a esta forma de enfocar la nutrición, no considerándose una dieta como tal, aspecto que se ha indicado por la sociedad desde su aparición en nuestro día a día. Nos queda claro que nos aporta una serie de beneficios pero… ¿cuáles son los verdaderos problemas del ayuno intermitente en nuestro día a día?
Creemos que, con el ayuno, vamos a conseguir todos los beneficios del mundo pero, no es la panacea, ya que vivimos en una sociedad que piensa que haciendo ayuno, tiene la solución. Y no, no es así. La verdadera realidad es que hacer ayuno y comer comida basura no es mejor solución que hacer 5-6 comidas al día con buenos alimentos. Tampoco lo es hacer ayuno intermitente y no entrenar fuerza. Como tampoco hacer ayuno y no dormir y no tener sueño reparador. También, hay que tener en cuenta que, el ayuno no es la herramienta número 1 para perder grasa corporal. La mejor herramienta es tener un déficit calórico, entrenar fuerza, ser activo y descansar correctamente, gestionando nuestro estrés. Luego ya, si quieres incluir el ayuno, por que vas a ser capaz de tener adherencia y no va a interferir en el resto de factores importantes y bases de la salud, vas a poder hacerlo sin ningún problema.
Como siempre, la nutrición, el entrenamiento y el descanso/estrés son los pilares de nuestra salud. Y que, realmente, no cumplimos en su totalidad y, buscamos soluciones donde no tenemos que buscarlas. Hay que tener una buena base para que, realmente, utilizar el ayuno pueda servirnos para algo.
Para estos casos, lo mejor siempre es pedir ayuda a un profesional de la nutrición, que enfoque tu caso de manera individual y personal. Así, podrás ahorrarte muchos inconvenientes y, sobre todo, perder el tiempo, que es algo que nunca vuelve.