Rocío Moreno Jiménez, predestinada para el fútbol sala
![[Img #101984]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/03_2025/6087_464793698_8619877974740120_7396762995284791297_n.jpg)
No hay casualidades en la vida. La historia de Rocío Moreno Jiménez, capitana del Sporting Garrovilla, con el fútbol sala parecía estar escrita. Una historia peculiar, la mires por donde la mires.
Desde pequeña ha practicado deporte, participando en los Judex junto a compañeras de colegio. Pero Rocío sentía debilidad por el fútbol sala. Y es que este deporte, el fútbol sala, y el Sporting Garrovilla, ya formaba parte de su vida antes incluso de que ella fuera parte del equipo. Todo empieza de la mano de su madre.
En 1996, Diego Ortiz decide formar un equipo de fútbol sala femenino en La Garrovilla (una gesta que bien merece un capítulo aparte), conformando una liga no federada en la que llegarían a participar hasta 16 equipos de la provincia de Badajoz. Una de las primeras jugadoras que forman el primer equipo del Sporting Garrovilla era Paqui Jiménez, la madre de Rocío.
“Rocío acudía a los entrenamientos con su madre. Siempre estaba observando en la grada”, nos cuenta Diego. “Yo la había visto jugar con un equipo base que teníamos y, era una niña, pero era muy rápida y tenía buena llegada a la portería. Vi algo en ella. Un día le dije que entrara a entrenar, así iba cogiendo experiencia y a la vez me servía cuando faltaba alguna de las mayores”.
Cosa del destino, podríamos decir. Rocío tenía 13 años. Y ahora, a los 32, cumple su vigésima temporada en el Sporting Garrovilla.
Rocío Moreno ha crecido con el equipo. Su vida ha evolucionado junto al Sporting. Se inicia en él en plena adolescencia, cuando un gran número de niñas deja la práctica deportiva. Durante sus primeras temporadas comparte entrenamientos y partidos con su madre. Más tarde, Rocío inicia de sus estudios fuera del pueblo, compaginándolos con los entrenamientos los fines de semana; los días que no puede acudir con sus compañeras, se preocupa por mantenerse en forma corriendo. Tampoco el trabajo le separa del fútbol sala. Las responsabilidades se acumulan con los años, pero Rocío siempre ha encontrado tiempo para el Sporting Garrovilla: “Es mi hobbie, mi pasión, mi tiempo de desconexión y mi gran familia”.
Un vínculo que hace día a día con las compañeras, con los entrenadores, con todos los que forman parte del Sporting y con quienes comparte mucha vida: “Hemos vivido de todo. Muchas horas de entrenamiento, viajes, comidas, estancias, resultados buenos y no tan buenos… de todo. Recuerdo un viaje a Albacete en el que nos hospedamos en un hotel que parecía haber salido de la serie ‘Cuéntame’. Teléfonos antiguos, ventanas que chirríaban… nos daba miedo quedarnos allí. Nos reímos cada vez que lo recordamos”, cuenta, recordando anécdotas con sus compañeras.
El año pasado llega un momento clave en la vida de Rocío como mujer y como deportista. En 2024 es madre por primera vez. Pero tampoco esto ha sido freno para que la capitana continuara siendo parte del equipo. A pesar de no haber faltado nunca en lo emocional, la jugadora tuvo que parar durante el embarazo y para reponerse tras la maternidad. “Estaba deseando que pasaran los meses para ponerme a entrenar. Me está costando ponerme en forma, pero yo sigo ahí”, asegura.
Su regreso a la pista ha sido en este mes de marzo, mes de la igualdad que, como deportista, reivindica para todas las mujeres: “El deporte se debería medir por los éxitos, no por el género. Las mujeres, como personas y como deportistas, realizamos el mismo esfuerzo, sacrificio y logros que pueden realizar los hombres. Pero hay que seguir trabajando mucho”, señala.
Rocío volvía a jugar con el equipo, y lo hacía marcando un gol en sus primeros minutos. Un tanto que fue muy celebrado por todo el equipo… y por Paqui, esa madre que durante unos años fue su compañera en el terreno de juego y ahora es su mayor fan alentando desde la grada.
![[Img #101978]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/03_2025/4318_1000295534.jpg)
Rocío Moreno (de pié, junto a Diego Ortiz) compartiendo equipo junto a su madre, Paqui Jiménez (agachada, con el balón sobre la rodilla).
![[Img #101983]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/03_2025/1269_img-20250323-wa0009.jpg)
La capitana del Sporting Garrovilla celebra la victoria en el último partido con su hijo en brazos.
![[Img #101984]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/03_2025/6087_464793698_8619877974740120_7396762995284791297_n.jpg)
No hay casualidades en la vida. La historia de Rocío Moreno Jiménez, capitana del Sporting Garrovilla, con el fútbol sala parecía estar escrita. Una historia peculiar, la mires por donde la mires.
Desde pequeña ha practicado deporte, participando en los Judex junto a compañeras de colegio. Pero Rocío sentía debilidad por el fútbol sala. Y es que este deporte, el fútbol sala, y el Sporting Garrovilla, ya formaba parte de su vida antes incluso de que ella fuera parte del equipo. Todo empieza de la mano de su madre.
En 1996, Diego Ortiz decide formar un equipo de fútbol sala femenino en La Garrovilla (una gesta que bien merece un capítulo aparte), conformando una liga no federada en la que llegarían a participar hasta 16 equipos de la provincia de Badajoz. Una de las primeras jugadoras que forman el primer equipo del Sporting Garrovilla era Paqui Jiménez, la madre de Rocío.
“Rocío acudía a los entrenamientos con su madre. Siempre estaba observando en la grada”, nos cuenta Diego. “Yo la había visto jugar con un equipo base que teníamos y, era una niña, pero era muy rápida y tenía buena llegada a la portería. Vi algo en ella. Un día le dije que entrara a entrenar, así iba cogiendo experiencia y a la vez me servía cuando faltaba alguna de las mayores”.
Cosa del destino, podríamos decir. Rocío tenía 13 años. Y ahora, a los 32, cumple su vigésima temporada en el Sporting Garrovilla.
Rocío Moreno ha crecido con el equipo. Su vida ha evolucionado junto al Sporting. Se inicia en él en plena adolescencia, cuando un gran número de niñas deja la práctica deportiva. Durante sus primeras temporadas comparte entrenamientos y partidos con su madre. Más tarde, Rocío inicia de sus estudios fuera del pueblo, compaginándolos con los entrenamientos los fines de semana; los días que no puede acudir con sus compañeras, se preocupa por mantenerse en forma corriendo. Tampoco el trabajo le separa del fútbol sala. Las responsabilidades se acumulan con los años, pero Rocío siempre ha encontrado tiempo para el Sporting Garrovilla: “Es mi hobbie, mi pasión, mi tiempo de desconexión y mi gran familia”.
Un vínculo que hace día a día con las compañeras, con los entrenadores, con todos los que forman parte del Sporting y con quienes comparte mucha vida: “Hemos vivido de todo. Muchas horas de entrenamiento, viajes, comidas, estancias, resultados buenos y no tan buenos… de todo. Recuerdo un viaje a Albacete en el que nos hospedamos en un hotel que parecía haber salido de la serie ‘Cuéntame’. Teléfonos antiguos, ventanas que chirríaban… nos daba miedo quedarnos allí. Nos reímos cada vez que lo recordamos”, cuenta, recordando anécdotas con sus compañeras.
El año pasado llega un momento clave en la vida de Rocío como mujer y como deportista. En 2024 es madre por primera vez. Pero tampoco esto ha sido freno para que la capitana continuara siendo parte del equipo. A pesar de no haber faltado nunca en lo emocional, la jugadora tuvo que parar durante el embarazo y para reponerse tras la maternidad. “Estaba deseando que pasaran los meses para ponerme a entrenar. Me está costando ponerme en forma, pero yo sigo ahí”, asegura.
Su regreso a la pista ha sido en este mes de marzo, mes de la igualdad que, como deportista, reivindica para todas las mujeres: “El deporte se debería medir por los éxitos, no por el género. Las mujeres, como personas y como deportistas, realizamos el mismo esfuerzo, sacrificio y logros que pueden realizar los hombres. Pero hay que seguir trabajando mucho”, señala.
Rocío volvía a jugar con el equipo, y lo hacía marcando un gol en sus primeros minutos. Un tanto que fue muy celebrado por todo el equipo… y por Paqui, esa madre que durante unos años fue su compañera en el terreno de juego y ahora es su mayor fan alentando desde la grada.
![[Img #101978]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/03_2025/4318_1000295534.jpg)
Rocío Moreno (de pié, junto a Diego Ortiz) compartiendo equipo junto a su madre, Paqui Jiménez (agachada, con el balón sobre la rodilla).
![[Img #101983]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/03_2025/1269_img-20250323-wa0009.jpg)
La capitana del Sporting Garrovilla celebra la victoria en el último partido con su hijo en brazos.



























