Vuelta a los perfumes
La primavera está llegando y dentro de unos días, comenzará, según nos dicen los meteorólogos.
Y la primavera, como sabemos, es la época de las flores, y por tanto de los buenos olores, aunque no en todos los lugares y, si es verdad que por un lado llegan los buenos olores, por otro, y gracias a cuatro agricultores desaprensivos y egoístas, nos llegan los malos.
Me refiero, un año más, al vertido de purines. Para el que no lo sepa, los purines son los excrementos de los cerdos que se utilizan como abono natural para las tierras agrícolas.
Ya llevamos unos días sufriendo unos olores asquerosos y nauseabundos, sobre todo cuando se mueve el viento y resulta que por esos cuatro desaprensivos, la población de Montijo y la de Puebla de la Calzada, en total 21.091 habitantes, tenemos que aguantarlo.
En Extremadura hay, al menos dos normativas que yo conozca, que regulan el vertido de estos estiércoles naturales en las tierras agrícolas; por un lado el DECRETO 158/1999, de 14 de Septiembre (por el que se establece la regulación zootécnico-sanitaria de las explotaciones porcinas en la Comunidad Autónoma de Extremadura), y por otro el Código de buenas prácticas agrícolas, recogido en la Orden de 24 de noviembre de 1998. Ambos pueden consultarse a través de internet.
Así la primera norma, en su artículo 8- 4 establece que estos vertidos de estiércoles malolientes deben hacerse en tierras que esté alejadas de cualquier casco urbano, como mínimo a un kilómetro de distancia. Pero como ya dije en otra ocasión, no medido desde el centro de la población, sino desde donde finaliza la zona urbana y por supuesto que esto no se respeta.
Otra obligación que contiene este Decreto es que se evite molestias a los vecinos y para ello esta norma, como el Código de Buenas Prácticas Agrícolas, exigen que los purines sean enterrados en un plazo máximo de 24 horas.
Yo he visto, muchas veces, montañas de purines que se tiran hasta un mes sin ser extendidas, en una esquina de la parcela, y por supuesto, para evitar el mal olor, sin ser enterrados.
Espero que este artículo caiga en manos de alguna autoridad competente y tome ya algunas medidas al respecto, pues son ya muchos años que los vecinos de Montijo y Puebla de la Calzada venimos sufriendo esta situación.
Yo no digo que denuncien a los que no cumplen las normas, pero al menos, que les exijan el enterramiento, como dice la Ley, en un plazo de 24 horas desde que son descargados en la tierra.
Saludos y que tengan buenos olores esta primavera.
La primavera está llegando y dentro de unos días, comenzará, según nos dicen los meteorólogos.
Y la primavera, como sabemos, es la época de las flores, y por tanto de los buenos olores, aunque no en todos los lugares y, si es verdad que por un lado llegan los buenos olores, por otro, y gracias a cuatro agricultores desaprensivos y egoístas, nos llegan los malos.
Me refiero, un año más, al vertido de purines. Para el que no lo sepa, los purines son los excrementos de los cerdos que se utilizan como abono natural para las tierras agrícolas.
Ya llevamos unos días sufriendo unos olores asquerosos y nauseabundos, sobre todo cuando se mueve el viento y resulta que por esos cuatro desaprensivos, la población de Montijo y la de Puebla de la Calzada, en total 21.091 habitantes, tenemos que aguantarlo.
En Extremadura hay, al menos dos normativas que yo conozca, que regulan el vertido de estos estiércoles naturales en las tierras agrícolas; por un lado el DECRETO 158/1999, de 14 de Septiembre (por el que se establece la regulación zootécnico-sanitaria de las explotaciones porcinas en la Comunidad Autónoma de Extremadura), y por otro el Código de buenas prácticas agrícolas, recogido en la Orden de 24 de noviembre de 1998. Ambos pueden consultarse a través de internet.
Así la primera norma, en su artículo 8- 4 establece que estos vertidos de estiércoles malolientes deben hacerse en tierras que esté alejadas de cualquier casco urbano, como mínimo a un kilómetro de distancia. Pero como ya dije en otra ocasión, no medido desde el centro de la población, sino desde donde finaliza la zona urbana y por supuesto que esto no se respeta.
Otra obligación que contiene este Decreto es que se evite molestias a los vecinos y para ello esta norma, como el Código de Buenas Prácticas Agrícolas, exigen que los purines sean enterrados en un plazo máximo de 24 horas.
Yo he visto, muchas veces, montañas de purines que se tiran hasta un mes sin ser extendidas, en una esquina de la parcela, y por supuesto, para evitar el mal olor, sin ser enterrados.
Espero que este artículo caiga en manos de alguna autoridad competente y tome ya algunas medidas al respecto, pues son ya muchos años que los vecinos de Montijo y Puebla de la Calzada venimos sufriendo esta situación.
Yo no digo que denuncien a los que no cumplen las normas, pero al menos, que les exijan el enterramiento, como dice la Ley, en un plazo de 24 horas desde que son descargados en la tierra.
Saludos y que tengan buenos olores esta primavera.