Miércoles, 17 de Septiembre de 2025

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Manuel García Cienfuegos
Sábado, 08 de Febrero de 2025 Actualizada Sábado, 08 de Febrero de 2025 a las 11:04:00 horas

Un baile de máscaras

“Llegó el Carnaval con su extraño atavío y su tropel de mascaradas, en cuyo tropel de irónicos rostros se asoma el sarcasmo de eterna carcajada de locura. Llegó para traernos envueltos en las gasas multicolores de sus disfraces, recuerdos de dulces horas de otro Carnaval en que el alma aspiraba a fragancias de ilusión. Llegó para pasar cual raudo torbellino, dejando atrás en los corazones la huella perenne de su paso”. Con esta reseña el corresponsal en Montijo del diario badajocense Correo de la Mañana, describía el 6/II/1925 el ambiente carnavalero. Era alcalde el primorriverista Juan Gragera Quintana, y concejales Manuel Zúñiga, Juan María González, Juan Soltero, Juan Durán, Miguel Merino, Fernando Mendoza, Francisco Calero, Antonio Agudo, Francisco Rodríguez y Sebastián Gabardino, el secretario era el emeritense Manuel Hernández García. A finales de 1925, el general Primo de Rivera constituyó un Directorio Civil que sustituyó al Directorio Militar, demostrando que no iba a ser una dictadura temporal.

El baile de máscaras se celebró en los salones del Club Deportivo Montijo en la festividad de Las Candelas, 2 de febrero. El club se había fundado en 1922, conocido por el equipo de los Gómez y Rodríguez. Jugaban en los territorios de “Los Cabaderos”, cerca de la estación ferrocarril. Los jugadores vestían camisetas blancas y azules, y el campo de juego se llamaba “Santa Eulalia”. Prosigue la crónica del baile de máscaras. Se oye el piano. Las notas del himno del club suenan vigorosas al impulso de las mágicas manos de doña Rafaela Guisado. Por una de las puertas del salón aparecen, coreándolo y en perfecta alineación, un temible equipo de fútbol que luciendo los colores, blanco y azul, ostenta orgulloso en su pecho el escudo glorioso del Deportivo. Forman el once la monísimas y preciosas María Rivera, que va de portera; Josefa López, Juana Rodríguez, María Gómez, Soledad Almarza, Manuela Menayo, Amalia Torres, Juana y Josefa Lorenzo, Elisa Rodríguez y Ana Marín. Las mujeres no practicaban el deporte del fútbol, tampoco votaban en las elecciones. La primera que las mujeres ganaron un derecho y con ello la sociedad española entera ganó en dignidad, en justicia, en riqueza y capacidades en beneficio de todos, fue el 23/IV/1933. Por todo ello, se intuye que las damas que vistieron las camisetas del C.D. Montijo, deseaban emular al Spanish Girl’s Club, primer equipo de fútbol femenino español. Entonces se vivía en una sociedad dominada por el hombre.    

Daban realce con su graciosa hermosura a preciosos trajes de pierrette, Paca Marín, Ana e Isabel Fuentes, María Ríos, Plácida Sánchez y Anita Lozano. Envueltas en bonitos disfraces de colombinas, lucían las gracias seductoras de sus encantos las adorables y bellas Ana Villares, María Teresa Polo y Manuela Pajuelo. De damas de misterio, vestían las simpatiquísimas Alfonsa Villares, Ángeles Ramos, Olalla Gómez, Manuela López y Antonia Cabezas. Cual nítidas palomas, lucían albos capuchones que daban gran realce a su hermosura, las elegantes Juana Bautista, Filomena Durán Bautista, Josefa Fuentes y Pilar Moreno. De charra vestía Eulalia Rodríguez, y de antigua iba vestida su hermana Angelita. Rosa Sánchez lucía un precioso traje de aldeana. Y con trajes de baturras, vimos a Cándida Cerro e Isabel Reyes. Al ritmo de la música, cuyas notas llevan a nuestra alma la dulce melodía de sus sones de añoranza, las parejas danzan en interminable vaivén semejando espigas de oro dulcemente azotadas por el viento y llevando tras ellas la estela luminosa de sus disfraces. La risa juguetona de una alegría intensa, ríela sobre labios de carmín, como ríela sobre el capuz sonrosado de una ruborosa flor la brisa de una blanda mañana de primavera. Fulgores infinitos de soñadores ojos irradian la luz viva de sus miradas de fuego, apresando en las redes de sus pestañas de seda corazones sedientos de luz.

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