Lunes, 29 de Septiembre de 2025

Actualizada Lunes, 29 de Septiembre de 2025 a las 19:19:19 horas

Auxiliadora Correa Zamora | 134
Jueves, 05 de Diciembre de 2024 Actualizada Jueves, 05 de Diciembre de 2024 a las 13:17:46 horas

El gran reto: la atracción de talento e inversión


En un momento en el que estamos en el peor momento político de nuestra historia democrática debido a la degradación a la que nos está llevando el Gobierno encabezado por Pedro Sánchez es imperativo desterrar la mala política para administrar de forma eficiente. Si comparamos el año 2018 con el 2024, en impuestos y cotizaciones sociales, este gobierno va a recaudar 150.000 millones de euros más que en 2018, un 50% más. Y a pesar de eso le falta dinero y sigue incurriendo en déficit.¿Qué falla?
La política fiscal del Gobierno chirría en todos sus frentes ya que tras las 81 subidas de impuestos, a las que habría que añadir las 46 adicionales que tiene en cartea, que no han servido ni para cuadrar las cuentas públicas ni para proteger a los más vulnerables. Los españoles pagamos un 37% en la cesta de la compra desde julio de 2018: lo que antes compraban con 100 euros, hoy tienen que pagar 137 euros.
Ante esta inoperancia de la política fiscal hay que apuntalar la productividad y la competitividad ya que son las dos grandes claves del crecimiento empresarial porque impulsan la capacidad de atraer inversiones y la creación de riqueza y empleo de calidad. Tal vez una de las medidas más demandada sea bajar el IRPF a las clases medias para hacer frente a la inflación y a que a los datos indiquen que un 25% de la población está en riesgo de pobreza La gran asignatura pendiente de nuestra economía sigue siendo impulsar una política fiscal atractiva que sea capaz de atraer talento e inversión.
Nuestra economía y nuestro sector empresarial y productivo están pidiendo a gritos una agenda reformista cuyos pilares fundamentales serían una política económica orientada a la creación de empresas y que ponga especial atención a las pymes junto con una política energética que busque el equilibrio entre el medio ambiente y la actividad económica. Y todo ello sin dejar al margen una política industrial que apueste sin reservas por sectores de alto contenido tecnológico.
Llaman poderosamente la atención de cualquier observador imparcial las señales inquietantes que muestra la economía española por la falta de confianza en ella, después de que solo haya habido tres presupuestos en seis años y haya caído a la mitad la inversión extranjera.
Frente a eso horizonte poco esperanzador y lleno de claroscuros el Gobierno está anclado en un triunfalismo económico al tiempo que los jóvenes perciben el riesgo real de vivir peor que sus padres y los españoles acusan problemas como la pobreza general e infantil, el paro, la precariedad o el alto precio de la vivienda.

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.