El viernes, 18 de octubre la Sala Centinela del Teatro Nuevo Calderón de Montijo, acogió la entrega del premio del XXVI Certamen de Relatos Rafael González Castell a Joaquín Correa Barco, escritor de Huelva. El acto fue conducido por el cronista Oficial de Montijo, Manuel García Cienfuegos. Fue presentada la obra ganadora impresa de la edición anterior “Habladurías” de la que es autor el escritor residente en Murcia, Fernando Muñoz Ubiña. Junto con la obra ganadora de esta edición “El incesante olvido”. Publicaciones patrocinadas por la Diputación de Badajoz.

Al acto asistió el alcalde de Montijo, Javier Cienfuegos Pinilla, la concejala de Cultura María Gutiérrez; componentes de la Corporación Municipal; Piedad González-Castell Zoydo, portavoz de la familia González Castell y portavoz del Jurado; componentes del jurado. Los escritores Fernando Muñoz y Joaquín Correa, seguidores de la literatura y amantes de la cultura.

Tras las diferentes intervenciones, cerró el acto el alcalde de Montijo que anunció que este Certamen se hará con un formato distinto al actual, para el que está trabajando en su nueva concepción desde la concejalía de Cultura. Los autores Joaquín Correa y Fernando Muñoz firmaron sus respectivas obras a los asistentes que lo desearon.

El Certamen de Relatos Cortos Rafael González Castell fue creado por la Corporación Municipal en el año 1998, dedicado a la figura de don Rafael, en su apuesta firme y decidida por la cultura. Certamen al que este año han participado 107 obras. A lo largo de estos veintiséis años han participado escritores y escritoras llegados de diversos puntos de España e Hispanoamérica. Contando con un Jurado que en la actualidad forman parte de él tres académicos de número de la Real Academia de las Letras y las Artes de Extremadura.

Don Rafael González Castell (Madrid, 1885-Montijo, 1967) fue un polifacético intelectual del siglo XX, especialmente reconocido como poeta, pero también cultivó otros géneros literarios, así como el periodismo, el dibujo y el humor gráfico. La calle donde vivió, antigua calle de Echegaray, lleva su nombre, tras el homenaje que el Ayuntamiento le hizo el 29/III/1980.