Badajoz acogía el jueves 3 de octubre el acto central del Día de la Policía Nacional en Extremadura, celebración que tiene lugar con motivo de Los Ángeles Custodios, patronos de este cuerpo. Durante el acto oficial se reconocía el trabajo de 52 agentes de la región, así como la labor destacada de varias personas no pertenecientes al cuerpo de la Policía Nacional.

Entre estos reconocimientos, se concedía una Mención Honorífica a Montse Rico Murcia, de Montijo, “por los méritos alcanzados en el cumplimiento de sus funciones”.

La montijana, que trabaja como vigilante de seguridad, recibía esta condecoración con motivo de su actuación en una pelea ocurrida este verano y en la que se vieron envueltas un gran número de personas.

Todo ocurría la tarde del viernes 2 de agosto, en la piscina municipal de La Granadilla, en Badajoz, lugar en el que Montse había empezado a trabajar apenas mes y medio antes. Alrededor de las 17:00 horas, se iniciaba una pelea en la cafetería de la piscina. Al parecer cuatro jóvenes estaban tomando algo en ese momento cuando, según algunas informaciones, tras llamar la atención a unos niños que les estaban molestando, se vieron sorprendidos por un gran número de adultos, familiares de los menores, que empezaron a agredirles.

La vigilante de seguridad y sus compañeros acudieron al instante: “No me lo pensé, es mi trabajo, pero es que me salió así. Eran chicos casi de la edad de mi hijo mayor. Había una violencia tremenda en la pelea, no he visto algo así nunca. Los chicos estaban con sus novias, tomando algo y yo solo pensaba en protegerles, en que si no acudíamos a ayudarles algo iba a pasar".

Montse, cargada de adrenalina y con el único objetivo en la mente de sacar de allí a los jóvenes, apenas se percató que entre los puños, patadas y objetos volando en la trifulca, ella también recibió el impacto de un vaso en su brazo. La pelea se saldó con dos de los jóvenes con lesiones en cara y cuerpo, que tuvieron que ser atendidos y trasladados al Hospital Universitario de Badajoz para una mejor valoración.

El altercado requirió de la presencia de agentes de la Policía Nacional para apaciguar los ánimos, permaneciendo en el recinto para asegurarse de que no se producían nuevos incidentes. Los jóvenes denunciaron la agresión en comisaría y los hechos fueron investigados.

Testigos de la pelea aseguran que el papel de los vigilantes de seguridad fue clave para proteger a los chicos: “si no se interponen, los matan”, aseguraban a los medios.

La intervención de la vigilante de seguridad montijana y de su compañero durante esta pelea ha sido ahora reconocida de forma oficial por la propia Policía. Y aunque Montse asegura que más que el deber del trabajo, lo que le hizo actuar de esta forma fue el la propia humanidad, el instinto de protección, su sonrisa refleja lo que significa para ella y su familia esta distinción, todo un orgullo.