Soledad no deseada
Uno de los problemas más cruciales en la actualidad de las personas mayores, sin duda alguna, es la soledad. El aislamiento involuntario es una situación de las que más está haciendo sufrir a este colectivo. .
En la sociedad actual hay muchas personas, la mayoría de ellos ancianos, que están muriendo en soledad. No dejamos de reconocer, no digo sorprender porque por desgracia casi nadie se sorprende, las dramáticas noticias sobre ancianos que mueren solos, abandonados y en la más absoluta soledad, sin embargo, apenas se le da importancia.
La soledad no deseada es uno de los problemas más serios de la vejez. Estoy seguro que muchas de estas muertes, si hubiesen estado acompañados, podían haberse evitado.
Comprendo que en nuestra sociedad actual es bastante difícil que los hijos puedan dedicar sus vidas a los padres, de esta situación, los mayores ya son conscientes pero lo que si es de necesidad, que los familiares los visiten con mucha frecuencia para controlar cualquier carencia que se les presente porque seguro que cuando se tiene una avanzada edad, problemas es lo que sobran.
La soledad no deseada ese es uno de los problemas más dolorosos de la vejez. Sufrir, los últimos años, con una tremenda soledad sin el calor y el cariño de la familia.
Si lo analizamos minuciosamente, aunque apenas lo comenten o lo justifiquen para que sus seres queridos no sufran, ellos, sin pronunciar palabras, con su mirada sin apenas luz, lanzan un tremendo grito de tristeza con el que quieren expresar que no desea terminar sus días solos y lo más triste de la situación es que, la mayoría de las personas, no vea o no quiere ver esa dolorosa súplica de alguien que lleva nuestra propia sangre.
Tenemos que ser conscientes que el ser humano es un ser social por naturaleza, necesita durante toda su vida a los demás para sentirse bien. Tiene la necesidad de compartir penas y alegrías, disfrutar en familia, escuchar palabras cariñosas y recibir montañas de besos y abrazos pero… ¿Cuándo empieza a faltarles todo esto?, en la vejez, cuando más se necesitan.
Pienso, que aparte de dedicarles muchos momentos y rodearlos de cariño, sería muy interesante crearles motivación porque el perfil de los mayores que se encierran a cal y canto, son personas que se crean una actitud derrotista frente al envejecimiento y a estas personas hay que motivarlas, siempre que sus facultades físicas se los permitan, para que realicen actividades de ocio, muy necesarias para relacionarse con otras personas.
A muchos de ellos, si se les diera una motivación, seguro que lo haría, desgraciadamente ellos no lo piden porque, por amor a sus familiares, no quieren ser una carga.
Uno de los problemas más cruciales en la actualidad de las personas mayores, sin duda alguna, es la soledad. El aislamiento involuntario es una situación de las que más está haciendo sufrir a este colectivo. .
En la sociedad actual hay muchas personas, la mayoría de ellos ancianos, que están muriendo en soledad. No dejamos de reconocer, no digo sorprender porque por desgracia casi nadie se sorprende, las dramáticas noticias sobre ancianos que mueren solos, abandonados y en la más absoluta soledad, sin embargo, apenas se le da importancia.
La soledad no deseada es uno de los problemas más serios de la vejez. Estoy seguro que muchas de estas muertes, si hubiesen estado acompañados, podían haberse evitado.
Comprendo que en nuestra sociedad actual es bastante difícil que los hijos puedan dedicar sus vidas a los padres, de esta situación, los mayores ya son conscientes pero lo que si es de necesidad, que los familiares los visiten con mucha frecuencia para controlar cualquier carencia que se les presente porque seguro que cuando se tiene una avanzada edad, problemas es lo que sobran.
La soledad no deseada ese es uno de los problemas más dolorosos de la vejez. Sufrir, los últimos años, con una tremenda soledad sin el calor y el cariño de la familia.
Si lo analizamos minuciosamente, aunque apenas lo comenten o lo justifiquen para que sus seres queridos no sufran, ellos, sin pronunciar palabras, con su mirada sin apenas luz, lanzan un tremendo grito de tristeza con el que quieren expresar que no desea terminar sus días solos y lo más triste de la situación es que, la mayoría de las personas, no vea o no quiere ver esa dolorosa súplica de alguien que lleva nuestra propia sangre.
Tenemos que ser conscientes que el ser humano es un ser social por naturaleza, necesita durante toda su vida a los demás para sentirse bien. Tiene la necesidad de compartir penas y alegrías, disfrutar en familia, escuchar palabras cariñosas y recibir montañas de besos y abrazos pero… ¿Cuándo empieza a faltarles todo esto?, en la vejez, cuando más se necesitan.
Pienso, que aparte de dedicarles muchos momentos y rodearlos de cariño, sería muy interesante crearles motivación porque el perfil de los mayores que se encierran a cal y canto, son personas que se crean una actitud derrotista frente al envejecimiento y a estas personas hay que motivarlas, siempre que sus facultades físicas se los permitan, para que realicen actividades de ocio, muy necesarias para relacionarse con otras personas.
A muchos de ellos, si se les diera una motivación, seguro que lo haría, desgraciadamente ellos no lo piden porque, por amor a sus familiares, no quieren ser una carga.
























