Independentistas de primera, españoles de segunda
El cupo separatista tendrá como efecto inmediato la quiebra de la igualdad además de erosionar la solidaridad entre españoles por lo que es inadmisible que el Gobierno utilice el sistema de financiación como moneda de cambio para asegurar su supervivencia política. Este trampantojo es un golpe brutal para la igualdad de todos los españoles, ya que crea independentistas de primera y españoles de segunda.
Conviene recordar ahora las risas de Sánchez en su investidura cuando presumía de mayoría progresista y decía que iba a construir un muro para aislar a más de ocho millones de personas.
Reiteradamente los ministros suben a la tribuna del Congreso a explicar los números de la financiación, pero no explican su modelo sino que focalizan sus intervenciones únicamente en criticar al Partido Popular. Un PP que tiene 14 comunidades autónomas con un proyecto común frente a un PSOE con tres comunidades sin proyecto común por lo que sería bienvenido un gesto de buena voluntad por parte del Gobierno para mostrar sus buenas intenciones. Es imperativo que se pongan a disposición de las comunidades autónomas los 18.000 millones de los fondos europeos porque si desde el Gobierno son incapaces de ejecutarlos, van a tener que devolverlo, tal y como se lo ha dicho el Tribunal de Cuentas de la Unión Europea.
Las comunidades autónomas del PP han mostrado su disposición a trabajar de forma multilateral en un nuevo sistema de financiación autonómica siempre y cuando el Gobierno esté de acuerdo en que la negociación del nuevo sistema sea multilateral así como que se convoque la Conferencia de Presidentes y el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Hay que centrarse en que haya más recursos para que nadie pierda, todos ganen y se garantice la suficiencia financiera y la prestación de los servicios públicos en condiciones de igualdad.
Asimismo en paralelo urge atajar el aumento de los índices de pobreza y exclusión social que afectan a las familias impulsando políticas eficaces porque detrás de los fríos y durísimos datos de la pobreza en España hay familias y personas. Familias que no viven de discursos ante la falta de Presupuestos de este Gobierno, que no gobierna, perjudicando seriamente a los más vulnerables: con un 26,5% de tasa de pobreza el Gobierno Sánchez ha sometido al infierno fiscal a las familias con más de 80 subidas de impuestos. Por el camino se han quedado grandes fiascos como el Ingreso Mínimo Vital, una medida estrella que se ha estrellado por el laberinto burocrático, o el bono social eléctrico que apenas llega al 20% de las rentas más bajas.
El cupo separatista tendrá como efecto inmediato la quiebra de la igualdad además de erosionar la solidaridad entre españoles por lo que es inadmisible que el Gobierno utilice el sistema de financiación como moneda de cambio para asegurar su supervivencia política. Este trampantojo es un golpe brutal para la igualdad de todos los españoles, ya que crea independentistas de primera y españoles de segunda.
Conviene recordar ahora las risas de Sánchez en su investidura cuando presumía de mayoría progresista y decía que iba a construir un muro para aislar a más de ocho millones de personas.
Reiteradamente los ministros suben a la tribuna del Congreso a explicar los números de la financiación, pero no explican su modelo sino que focalizan sus intervenciones únicamente en criticar al Partido Popular. Un PP que tiene 14 comunidades autónomas con un proyecto común frente a un PSOE con tres comunidades sin proyecto común por lo que sería bienvenido un gesto de buena voluntad por parte del Gobierno para mostrar sus buenas intenciones. Es imperativo que se pongan a disposición de las comunidades autónomas los 18.000 millones de los fondos europeos porque si desde el Gobierno son incapaces de ejecutarlos, van a tener que devolverlo, tal y como se lo ha dicho el Tribunal de Cuentas de la Unión Europea.
Las comunidades autónomas del PP han mostrado su disposición a trabajar de forma multilateral en un nuevo sistema de financiación autonómica siempre y cuando el Gobierno esté de acuerdo en que la negociación del nuevo sistema sea multilateral así como que se convoque la Conferencia de Presidentes y el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Hay que centrarse en que haya más recursos para que nadie pierda, todos ganen y se garantice la suficiencia financiera y la prestación de los servicios públicos en condiciones de igualdad.
Asimismo en paralelo urge atajar el aumento de los índices de pobreza y exclusión social que afectan a las familias impulsando políticas eficaces porque detrás de los fríos y durísimos datos de la pobreza en España hay familias y personas. Familias que no viven de discursos ante la falta de Presupuestos de este Gobierno, que no gobierna, perjudicando seriamente a los más vulnerables: con un 26,5% de tasa de pobreza el Gobierno Sánchez ha sometido al infierno fiscal a las familias con más de 80 subidas de impuestos. Por el camino se han quedado grandes fiascos como el Ingreso Mínimo Vital, una medida estrella que se ha estrellado por el laberinto burocrático, o el bono social eléctrico que apenas llega al 20% de las rentas más bajas.