Ha muerto uno de los toreros de antaño más conocidos como ha sido, el protagonista principal de esta noticia, Paco Camino. Este ha muerto en Navalmoral de la Mata pero nació en Andalucía en la población de Camas, Sevilla.
Fue torero y ganadero del máximo nivel, con sus épocas de empresario también, dominando el difícil arte del toreo y salió hasta doce veces por la puerta grande en la plaza de Las Ventas, en Madrid. Superado únicamente por el torero salmantino de su época Santiago Martín “el Viti”, que abrió esa puerta tan deseada. Su alternativa fue en Valencia un 17 de mayo de 1959, confirmándola un 12 de mayo de 1961 pero se retiró definitivamente en Nimes en 1983. También recibió la medalla de oro en el mérito taurino en el 2005. Venía de familia torera, incluso su padre lo acompañó como peón de confianza en numerosas ocasiones. Toreó también muchas tardes con los mejores de su época, como son: Jaime Osto, Mondeño, Antonio Ordoñez, Julio Aparicio, Paló Molinares, etc. Y siempre con las mejores ganaderías del momento. No obstante, sufrió numerosas cornadas en más de sus 20 años como matador, una de las más graves fue al entrar a matar en la plaza de toros de Las Ventas en mayo de 1961, siendo propietario del toro Atanasio Fernández cuando ejecutaba el bolapié, administrándole en la enfermería de la plaza la extrema unción a este torero sevillano.
Finalmente, Paco Camino uno de los más importantes en el mundo de la tauromaquia, falleció a los 83 años en su finca de Madrigal de la Vera, dejando de viuda a Isabel Sánchez. Incluso un día estuvo metido en la construcción de la nueva plaza de toros la que tenemos hoy en día en Badajoz. En esta ciudad, en el año 1967, en el mes de julio,  se celebraron en la ciudad de Badajoz cinco corridas de toros. Con los toreros: Antoñete, El Cordobés, José Fuentes, El Pireo, Curro Romero, Paló Molinares… Y Paco Camino, nuestro principal personaje, que hizo una corrida en solitario con toros de la ganadería portuguesa Cunal Patricio. E incluso, hubo el toque final del bombero torero, pero bueno, como ya sabemos, eran otros tiempos…
Fue la mejor faena de su vida y de la que dejó evidencia: “cabe destacar lo emocionado que estuve en esta corrida por lo arropado que me sentí por el público, consiguieron emocionarme de una manera especial y le perdoné la vida al toro, ya que fue una de esas veces en la que se sienten ganas de llorar y sabes que esta pasión lo merece todo en mi vida. Aunque todo es cuestión de suerte. Y, esa tarde, el público me apoyó, fuimos uno, y me concedieron el rabo.”