Qué difícil es rebatir estupideces
Todos sabemos lo necesarias que son las nuevas tecnologías para la sociedad. La información y la comunicación necesitan de estas herramientas para el buen funcionamiento de sus tareas pero existe la parte negativa de las redes sociales y es cuando se hace mal uso de ellas, fraguándose con noticias falsas y bulos. Es incomprensible con la facilidad que se difunde un bulo en las redes sociales, sobre todo en política, provocando daños inconmensurables, los cuales luego, cuando se descubre que todo ha sido falso, pasa inadvertido, no se le da la importancia que se le debería dar para que todo el mundo sepa que se trataba de algo inventado para descalificar, para hacer daño al contrario. Una falsedad inventada que, en la mayoría de los casos, se saben que no son ciertas pero el morbo y la desinformación juegan un papel muy importante ante tanta patraña.
Todo esto, por supuesto, es una autentica vergüenza pero aún hay algo que yo considero peor, el leer este tipo de bulos, creértelo, tomar partido y opinar en las redes sociales sin ningún tipo de pudor. No sería mucho más justo y más decente, analizar bien la noticia, comprobar su credibilidad, averiguar de donde viene y después, si quieres opinar lo hagas al menos con la certeza de no lanzar opiniones que, algunas cuando yo las leo, siento verdadera vergüenza de comentarios sin sentido o mejor dicho, comentarios con sentimientos de odio que es mucho peor.
Los bulos, desgraciadamente, están inundando las redes sociales. Su difusión cada vez está siendo mas notoria y el problema es que una mayoría, ante este fenómeno tan dañino, en lugar de evitar caer en la trampa de la mentira malintencionada, tratan de embarrarse en el fango de esa maldad perversa que se lanza, en la mayoría de los casos para que no se conozcan o se oculten algunas verdades que puedan manchar la credibilidad de los que lanzan los bulos.
Como he comentado al principio, las redes sociales son necesarias pero siempre que se usen de manera positiva y sobre todo con mucho respeto pero NUNCA para descalificar al prójimo porque, desgraciadamente, algunas veces se hacen viral estas noticias por culpa de esas absurdas opiniones que se lanzan con el objetivo de perjudicar a los que no piensan como ellos.
La desinformación es un riesgo social en auge. Y es tan difícil rebatir estupideces con las que nos encontramos a diario… por lo tanto, yo desde estas líneas, invito a todos a desmentir los bulos o al menos a no darles cancha porque están formando parte de una estratégica, supuestamente, poco convencional y amparada en la desinformación.
Todos sabemos lo necesarias que son las nuevas tecnologías para la sociedad. La información y la comunicación necesitan de estas herramientas para el buen funcionamiento de sus tareas pero existe la parte negativa de las redes sociales y es cuando se hace mal uso de ellas, fraguándose con noticias falsas y bulos. Es incomprensible con la facilidad que se difunde un bulo en las redes sociales, sobre todo en política, provocando daños inconmensurables, los cuales luego, cuando se descubre que todo ha sido falso, pasa inadvertido, no se le da la importancia que se le debería dar para que todo el mundo sepa que se trataba de algo inventado para descalificar, para hacer daño al contrario. Una falsedad inventada que, en la mayoría de los casos, se saben que no son ciertas pero el morbo y la desinformación juegan un papel muy importante ante tanta patraña.
Todo esto, por supuesto, es una autentica vergüenza pero aún hay algo que yo considero peor, el leer este tipo de bulos, creértelo, tomar partido y opinar en las redes sociales sin ningún tipo de pudor. No sería mucho más justo y más decente, analizar bien la noticia, comprobar su credibilidad, averiguar de donde viene y después, si quieres opinar lo hagas al menos con la certeza de no lanzar opiniones que, algunas cuando yo las leo, siento verdadera vergüenza de comentarios sin sentido o mejor dicho, comentarios con sentimientos de odio que es mucho peor.
Los bulos, desgraciadamente, están inundando las redes sociales. Su difusión cada vez está siendo mas notoria y el problema es que una mayoría, ante este fenómeno tan dañino, en lugar de evitar caer en la trampa de la mentira malintencionada, tratan de embarrarse en el fango de esa maldad perversa que se lanza, en la mayoría de los casos para que no se conozcan o se oculten algunas verdades que puedan manchar la credibilidad de los que lanzan los bulos.
Como he comentado al principio, las redes sociales son necesarias pero siempre que se usen de manera positiva y sobre todo con mucho respeto pero NUNCA para descalificar al prójimo porque, desgraciadamente, algunas veces se hacen viral estas noticias por culpa de esas absurdas opiniones que se lanzan con el objetivo de perjudicar a los que no piensan como ellos.
La desinformación es un riesgo social en auge. Y es tan difícil rebatir estupideces con las que nos encontramos a diario… por lo tanto, yo desde estas líneas, invito a todos a desmentir los bulos o al menos a no darles cancha porque están formando parte de una estratégica, supuestamente, poco convencional y amparada en la desinformación.