Lunes, 08 de Diciembre de 2025

Actualizada Lunes, 08 de Diciembre de 2025 a las 12:13:27 horas

Elisa Martín
Jueves, 06 de Junio de 2024 Actualizada Jueves, 06 de Junio de 2024 a las 11:58:49 horas

Palomitas de maíz


Uno de estos días, a media mañana, se me ocurre encender la tele, concretamente la tertulia de Susana Griso en Antena 3, para ver qué dicen de un tema de actualidad que estoy siguiendo. Y me doy cuenta de que en la pantalla hay seis o siete focos que reclaman mi atención: además de los propios contertulios, debajo de ellos van pasando las letras de los principales titulares del día; a la izquierda, hay abierta otra ventana más pequeña donde espera un invitado al que le van a hacer una entrevista; a la derecha una tercera ventana con un periodista en la calle, micrófono en mano para hacer una pregunta a una persona que va pasando. Debajo un titular de otra noticia que no tiene nada que ver y que van a tratar en unos minutos, según dicen. Arriba anuncian un programa que se estrena esa noche, por encima el logo de Antena 3, abajo la hora... ¡Socorro!

 
Palomitas de maíz. Brain popcorn. Cerebro de palomitas. Así definen los expertos a lo que está pasando con nuestra atención. Vamos de una cosa a otra en décimas de segundo, enganchados a la multitarea presumiendo que somos capaces de hacer varias cosas a la vez sin despeinarnos. ¡Qué ilusos! Los últimos estudios indican que en 2004 la atención media que prestábamos a una misma pantalla era de dos minutos. Veinte años después, en este 2024, es de 47 segundos. Y seguimos bajando. Es sorprendente cómo hemos caído en una trampa tan burda que nos está robando dos de los mayores tesoros que tenemos: el tiempo y la salud. Porque dedicamos tiempo sin fin a cosas que, si lo pensamos bien, nos importan un bledo, dejando asuntos importantes de lado. Y en cuanto a la salud, esta falta de atención mantenida ya está pasando factura en nuestro equilibrio mental, cebándose sobre todo en los niños y jóvenes.


Desde que abrimos el ojo por la mañana, cientos de notificaciones nos esperan para atraparnos en una tela de araña de la que cuesta salir a lo largo del día. Me pregunto si esta dopamina constante que recibimos a través de las pantallas, esta actividad cada vez más vertiginosa y chispeante que nos muestra, no nos está anestesiando de alguna manera. Información, avisos constantes, entretenimiento, anuncios… En las redes, los videos cada vez más rápidos y estimulantes, los mensajes más cortos, que no haya que leer, mil pestañas abiertas, venga, venga, vamos, vamos.

 

Pero… ¿A dónde?

 

Me gusta la libertad, la reflexión de lo que veo, de lo que leo. También una buena conversación y la escucha que fomenta un espíritu crítico. Saco la bolsa de palomitas del microondas. Quietas. Mi mente necesita también al día periodos de silencio, salud y foco.

 

Elisa Martín es periodista y coach de comunicación y oratoria.

 

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