Llegada la época tras la Semana Santa y, por segundo intento en el año (siendo el primero como propósito de Año Nuevo), aterrizan a las consultas de nutrición este tramo correspondido de aproximadamente 2-3 meses de duración donde queremos alcanzar un físico acorde a nuestros ideales de cara al verano.
Sí, como se menciona en el título del texto, la “operación bikini” .
La verdadera realidad por el que llegamos a este punto es debido a que durante el año, no atendemos a nuestra salud como es debido, no priorizamos el tener una buena alimentación ni tampoco una buena actividad física durante el día (es decir, movernos a los lugares andando y no estar sentado la gran mayoría del tiempo). Tampoco, atendemos a nuestro descanso ni a nuestro estrés, siendo algo “normal” el tener un estrés medio-alto y pensar que la pandemia que vivimos estando en cuarentena en casa es mucho peor que problemas como las que vivimos actualmente de sedentarismo, obesidad o disbiosis intestinal (que se define como la alteración de la microbiota).
Por eso, el no querer aceptar realizar lo básico día tras día, nos hará caer en la trampa de este tipo de situaciones, cuando es tan fácil como lo siguiente:
 
Aprender a comer, entrenar con intensidad con regularidad, manejar el estrés, descansar más, comer fruta y verduras y evitar el sedentarismo.
 
Vivimos en una sociedad que está acelerada y, realmente, nos perjudica a nuestra salud y nos hace tener que tirarnos al barro a estas operaciones contra la salud por motivos como falta de hábitos, falta de autoconciencia y falta de autocuidado.
Así que, si quieres realmente mejorar tu composición corporal, realiza este primer paso: “no hagas operación bikini”; segundo, valora qué aspectos de los que se mencionan dos párrafos más arriba te falta por cumplir; y tres, comienza a auto monitorizar lo que haces y cómo puedes hacerlo. Recuerda que una dieta no es un estilo de vida ni una época, ya que existe mejor nivel de relación con tu alimentación pero, necesitas de adquirir mejores herramientas y trabajo personal para alcanzarlo.
Para terminar, los profesionales de la salud, deberíamos de abogar por un llamamiento a evitar este tipo de situaciones, ya que si queremos mejorar, debemos de saber que querer bajar X porcentaje de grasa en 2-3 meses, no es ni de lejos, algo que aportar si queremos mejorar la calidad de vida de las personas, ya que somos los que debemos de ayudarles a ello.