Querido Luís: ¡Cómo me he alegrado conocer que, un grupo de amigos, te organizaron un homenaje para reconocer esa inmejorable trayectoria tuya como artista y sobre todo, de ello doy fe, como persona! Sin duda alguna, por tu humildad siempre latente, eres una persona muy merecedora de ello. Eres ese tipo de ser humano que te lo has ganado a pulso. Todos sabemos tu disposición  para colaborar con todo el que ha solicitado tú presencia. Siempre con tu humildad y esa bondadosa sonrisa que te ilumina el rostro. Que ahora recibas elogios es como recoger frutos de todo, a lo largo de tu vida, has ido sembrando.
No falta que te diga que he estado encantado de haber compartido contigo muchísimos momentos de nuestras vidas: Nuestros primeros “pinitos” en actos culturales allá por los años 70; el Grupo de música Verbum; 30 años trabajando, codo con codo, en  la misma empresa; colaborando conmigo en mi época de concejal; musicalizando mis poemas… y podía dedicar todo este artículo en mencionar tantos y tantos momentos compartidos.
Reconozco que me hubiese gustado estar allí esa noche, es más, tenía preparado unas palabras para dedicarte pero no pudo ser. Eso sí, como no pude hacerlo allí, si quiero que sepas lo que pienso y siento por ti.  Y sobre todo, lo orgulloso que me siento,  considerándote uno de mis mejores amigos.
La verdad es que la amistad no es algo que cae llovida del cielo, ya lo decía la escritora francesa Simone de Beauvoir en una de sus citas: “Entre los individuos, la amistad nunca viene dada, sino que debe conquistarse indefinidamente”. Yo he tenido contigo el privilegio de poder disfrutarla, lo considero como un regalo que no tiene todo el mundo la posibilidad de poseer y voy a seguir luchando por ella, mantenerla eternamente y para ello, seguiré entregando, como seguro que haces tú, valores tan necesarios como sinceridad, respeto y cariño. Estoy seguro que no tengo por delante una tarea dura porque eres un ser con un corazón generoso y desinteresado.
Si todos supiésemos conseguir esa filosofía de vida que a ti te caracteriza, si aprendiésemos de tu serenidad y bondad, creo que el mundo sería un lugar un poquito más agradable para vivir.  Siempre me gustó de ti que fueses una persona tan íntegra.
Momentos como el que viviste esa noche que te llenan el corazón de emociones y sentimientos y que son esas inmensas alegrías que nos depara, de vez en cuando, la vida, yo he vivido muchos contigo y estoy seguro que el futuro nos sorprenderá con algunos más. Mientras tanto, no olvides nunca esto: “El Arte y la Amistad son eternos y nosotros somos artistas y somos amigos”.