Port-O-San
Lenguas Gordas
Cuando a
cualquiera se le pregunta por el concepto de justicia suele tirar de
Santo Tomás por aquello de dar a cada uno lo suyo. Hombre, es un poco
más complicado pero puede valer, en principio. Pero cuando se nos
pregunta por el concepto de “imparcialidad” no sabemos qué decir –si
acaso aquello de no tirar para ningún lado ni favorecer a nadie-. Oiga,
eso es una memez porque opinar que alguien lo hace bien o no lo hace
bien no significa parcialidad, sino quizás justicia y
coherencia. Ahora que se impone la televisión digital terrestre parece
que se le acaba el chollo a los medios afines al gobierno y surgen
propuestas que desde un punto revanchista intentan buscar un hueco en
la polémica, pero desde el otro lado. Mal; muy mal vamos entonces.
¿Tan difícil es reconocer que lo del gobierno no tiene nombre pero que
lo de la oposición es de película también?. Pero claro, si tenemos
unos representantes que cada vez que se debate una medida en el
manicomio de la carrera de San Gerónimo se limitan a responder con
aquello de “claro, como ustedes tienen problemas internos…” pues el
arrabaleo de las conversaciones políticas se transporta al templo de la
misma; o sea al Congreso. No sé si será la crisis, o qué demonios, pero
cada vez veo a menos gente normal los sábados por ahí y quiero pensar
que pueden estar en casa haciendo cosas que engrandecen el espíritu y/o
el intelecto. Pues a ver si por fin nos informamos de todos los lados y
pensamos con la cabeza y no con las tripas. España es un país de
extremos; Barça vs Madrid… PSOE vs. PP, Betis vs Sevilla…
Pues así nos va; si el Madrid pierde con toda la razón del mundo pocos
madridistas son los que tienen los suficientes arrestos de declarar que
son unos mantas. Si el PP da una imagen de familia pija venida a menos
con ese sentimiento de orgullo que hay que proteger a toda costa o el
PSOE cada vez que trinca el gobierno nos mete en una crisis hay que
decirlo… se milite “ande” se milite porque obras son amores y no buenas
razones que decía un imbécil al que conozco. Es curioso ver a gente que
se le llena la boca de progresismo y de puertas para adentro son de un
conservadurismo brutal y a sensu contrario gente que da la impresión de
ser más conservera que Carcesa a la que no se le deja si quiera hablar
y se le ridiculiza por detrás. ¿Saben qué? Hay miles de personas con
mejores ideas que todos los que se sientan en el parlamento y que no se
mojan por cuestiones como estas.
Y luego están los foros; aquellos nidos de resentidos anónimos que
tiran con balas provistos de pasamontañas; palmeros. Ovejas aburridas
que sufren el irrefrenable deseo de criticar por criticar y no hacer
nada constructivo. Ese esfuerzo por criticar desde el anonimato podrían
aplicarlo en pensar ser imparciales en el sentido que se explica arriba
y volcarlo en las proclamas que escupen… lo mismo una vez hecho el
ejercicio la cosa va mejor. En fin que lo diré una y mil veces; de las
cosas que nos pasan –incluida la crisis- tenemos la culpa todos y cada
uno de nosotros. Lo fácil es recular luego y echársela única y
exclusivamente al que gobierna y el que gobierna al que gobernó y el
que gobernó callarse como un guto. Esa dinámica tan zafia se transporta
posteriormente a los desayunos en el bar y a conversaciones de sábado
de lengua gorda tras los tres primeros Gin Toncis sin entonar el mea
culpa. A los de arriba les interesan los borregos; por eso la jugada
les está saliendo redonda.
¿La Canción? “Dogs” de Pink Floyd.
¿Tan difícil es reconocer que lo del gobierno no tiene nombre pero que lo de la oposición es de película también?. Pero claro, si tenemos unos representantes que cada vez que se debate una medida en el manicomio de la carrera de San Gerónimo se limitan a responder con aquello de “claro, como ustedes tienen problemas internos…” pues el arrabaleo de las conversaciones políticas se transporta al templo de la misma; o sea al Congreso. No sé si será la crisis, o qué demonios, pero cada vez veo a menos gente normal los sábados por ahí y quiero pensar que pueden estar en casa haciendo cosas que engrandecen el espíritu y/o el intelecto. Pues a ver si por fin nos informamos de todos los lados y pensamos con la cabeza y no con las tripas. España es un país de extremos; Barça vs Madrid… PSOE vs. PP, Betis vs Sevilla…
Pues así nos va; si el Madrid pierde con toda la razón del mundo pocos madridistas son los que tienen los suficientes arrestos de declarar que son unos mantas. Si el PP da una imagen de familia pija venida a menos con ese sentimiento de orgullo que hay que proteger a toda costa o el PSOE cada vez que trinca el gobierno nos mete en una crisis hay que decirlo… se milite “ande” se milite porque obras son amores y no buenas razones que decía un imbécil al que conozco. Es curioso ver a gente que se le llena la boca de progresismo y de puertas para adentro son de un conservadurismo brutal y a sensu contrario gente que da la impresión de ser más conservera que Carcesa a la que no se le deja si quiera hablar y se le ridiculiza por detrás. ¿Saben qué? Hay miles de personas con mejores ideas que todos los que se sientan en el parlamento y que no se mojan por cuestiones como estas.
Y luego están los foros; aquellos nidos de resentidos anónimos que tiran con balas provistos de pasamontañas; palmeros. Ovejas aburridas que sufren el irrefrenable deseo de criticar por criticar y no hacer nada constructivo. Ese esfuerzo por criticar desde el anonimato podrían aplicarlo en pensar ser imparciales en el sentido que se explica arriba y volcarlo en las proclamas que escupen… lo mismo una vez hecho el ejercicio la cosa va mejor. En fin que lo diré una y mil veces; de las cosas que nos pasan –incluida la crisis- tenemos la culpa todos y cada uno de nosotros. Lo fácil es recular luego y echársela única y exclusivamente al que gobierna y el que gobierna al que gobernó y el que gobernó callarse como un guto. Esa dinámica tan zafia se transporta posteriormente a los desayunos en el bar y a conversaciones de sábado de lengua gorda tras los tres primeros Gin Toncis sin entonar el mea culpa. A los de arriba les interesan los borregos; por eso la jugada les está saliendo redonda.
¿La Canción? “Dogs” de Pink Floyd.




















