Esfuerzo recaudatorio de las familias
El Gobierno de Pedro Sánchez no consulta con nadie sus medidas, mientras desde diferentes foros se están dando a conocer distintas propuestas. El Ejecutivo ante la actual coyuntura económica prefiere aplicar la tradicional receta socialista y subir impuestos en vez de ahorrar en gasto público y superfluo, incrementa el IVA de la luz y a partir de marzo también el del gas. Sánchez siga sin reducir el IVA de los productos básicos de alimentación, como la carne, el pescado y las conservas. Los datos apuntan en la dirección de que el gran esfuerzo recaudatorio recae sobre las espaldas de las familias : los españoles han pagado desde 2018 más de 30.000 millones más en IRPF, un 44% en el impuesto de la renta, es decir el gran esfuerzo recaudatorio de las familias. Para contextualizar todo esta situación hay que remarcar que el incremento de recaudación en un solo año ha sido equivalente a 13.000 millones de euros y mientras, Sánchez continúa sin reducir ministerios y usando continuamente el Falcon.
Por el lado del ahorro, son muchos los expertos que llaman la atención sobre el hecho de que una reducción de ministerios conllevaría un ahorro de 1.000 millones, no comprar las acciones de Telefónica, otros 2.000; ejecutar mejor los fondos europeos, 3.000 millones y cuadrando bien las cuentas sin pagar tantos intereses, lograríamos ahorrar en torno a 6.000 millones de euros.
El Gobierno cada día está más empeñado en todos sus compromisos en los gastos políticos que suponen mantener los 22 ministerios y en satisfacer a sus socios cuando lo aconsejable sería renunciar a tantas prebendas y esforzarse por ofrecer luz, gas y cesta de la compra más baratos.
En materia económica no hay varitas mágicas pero desde muchos ámbitos avanzan que la solución pasa por dejar más renta disponible en manos de las familias, lo que supondría incrementar el consumo. Por decirlo de forma sintetizada: el problema de este Gobierno son tanto las medidas y las prioridades.
Reiteradamente el PP ha tendido la mano al PSOE ofreciendo una batería de medidas para bajar el IVA a los alimentos incluyendo carne, pescado y conservas y manteniendo la rebaja del IVA de la luz en el 5%. Hay un 26 por ciento de personas en riesgo de pobreza energética y es inaplazable tomar medidas. El Gobierno no ha querido mantener ningún contacto con el PP y se ha echado en manos de sus socios más extremistas: con las políticas de vivienda hace lo que dice Bildu y en materia de transporte lo de Sumar. Y para cerrar el año nos hemos nos encontramos con la moción de censura en Pamplona, el mayor exponente del todo vale del sanchismo.
El Gobierno de Pedro Sánchez no consulta con nadie sus medidas, mientras desde diferentes foros se están dando a conocer distintas propuestas. El Ejecutivo ante la actual coyuntura económica prefiere aplicar la tradicional receta socialista y subir impuestos en vez de ahorrar en gasto público y superfluo, incrementa el IVA de la luz y a partir de marzo también el del gas. Sánchez siga sin reducir el IVA de los productos básicos de alimentación, como la carne, el pescado y las conservas. Los datos apuntan en la dirección de que el gran esfuerzo recaudatorio recae sobre las espaldas de las familias : los españoles han pagado desde 2018 más de 30.000 millones más en IRPF, un 44% en el impuesto de la renta, es decir el gran esfuerzo recaudatorio de las familias. Para contextualizar todo esta situación hay que remarcar que el incremento de recaudación en un solo año ha sido equivalente a 13.000 millones de euros y mientras, Sánchez continúa sin reducir ministerios y usando continuamente el Falcon.
Por el lado del ahorro, son muchos los expertos que llaman la atención sobre el hecho de que una reducción de ministerios conllevaría un ahorro de 1.000 millones, no comprar las acciones de Telefónica, otros 2.000; ejecutar mejor los fondos europeos, 3.000 millones y cuadrando bien las cuentas sin pagar tantos intereses, lograríamos ahorrar en torno a 6.000 millones de euros.
El Gobierno cada día está más empeñado en todos sus compromisos en los gastos políticos que suponen mantener los 22 ministerios y en satisfacer a sus socios cuando lo aconsejable sería renunciar a tantas prebendas y esforzarse por ofrecer luz, gas y cesta de la compra más baratos.
En materia económica no hay varitas mágicas pero desde muchos ámbitos avanzan que la solución pasa por dejar más renta disponible en manos de las familias, lo que supondría incrementar el consumo. Por decirlo de forma sintetizada: el problema de este Gobierno son tanto las medidas y las prioridades.
Reiteradamente el PP ha tendido la mano al PSOE ofreciendo una batería de medidas para bajar el IVA a los alimentos incluyendo carne, pescado y conservas y manteniendo la rebaja del IVA de la luz en el 5%. Hay un 26 por ciento de personas en riesgo de pobreza energética y es inaplazable tomar medidas. El Gobierno no ha querido mantener ningún contacto con el PP y se ha echado en manos de sus socios más extremistas: con las políticas de vivienda hace lo que dice Bildu y en materia de transporte lo de Sumar. Y para cerrar el año nos hemos nos encontramos con la moción de censura en Pamplona, el mayor exponente del todo vale del sanchismo.























