En noviembre, incluso antes, ya todo nos recuerda que llega la Navidad. Es, como si nos intentasen inyectar una dosis de felicidad momentánea para que nuestra alucinación nos haga ver, no creer, que entramos en un mundo maravilloso. Es esa época preciosa para celebrar y compartir nuestro alegre estado de ánimo. El constante brillo de las luces invita a estar feliz, rodeado de familia y amigos, abrir regalos y disfrutar todo tipo de manjares. Pero… ¿Qué ocurre cuando alguien está viviendo momentos tristes? ¿Cómo se puede digerir la tremenda soledad de muchas personas? ¿Cómo va a compartir ciertos estados de tristeza cuando nos han diseñado estas fiestas para gestionar felicidad? Y es por esto, precisamente, por lo que yo creo que a muchas personas se les hace tan duro vivir la Navidad.
Que estas fechas se impregnen de unión familiar es sentirse triste por los que ya no están. Es cuando se convierten estas fiestas en algo muy duro porque faltan sus presencias en esas mesas familiares. Sin embargo, aunque estas fiestas, para muchos, aporten más tristeza que alegría no hay que dejase llevar por esos pensamientos de tristeza al pensar que ya  jamás se podrán celebrar con la misma alegría y entusiasmo que cuando no existía ninguna ausencia porque se puede caer en un sentimiento de soledad y vacío que nos puede llevar  a una incapacidad para conectar con tus otros seres queridos que te rodean, que te acompañan y que comparten sentimientos contigo.
Pienso, es posible que parezca una utopía, que deberíamos mantener un comportamiento normal aunque por dentro se tenga el corazón destrozado. No creo, cuando se está triste porque se añora, y la navidad es uno de los casos más frecuentes, que tengamos que borrar nuestro pesar de un plumazo pero si creo que hay que vivirla de la mejor manera posible, siempre desde los sentimientos más reales que te dicte el corazón.  Aunque parezca una paradoja, la melancolía y hasta la tristeza en la Navidad te puede producir momentos de felicidad.
Considero muy importante para sentirse mejor, cuando estás pasando por un mal momento, en no pensar en estas fechas como algo negativo sino en vivirla, aunque sea desde la añoranza, reviviendo recuerdos e intentando hacer felices a tus seres queridos. Comparte con ellos los sentimientos, sean de alegría o tristeza, porque no hay cosa más hermosa que vivirlos con tus seres queridos. La mejor manera de recordar a los que faltan es teniéndolos presente en los recuerdos hermosos compartidos y la mejor manera de vivir un mal momento es tratando de olvidar lo que sientes y disfrutar de los buenos momentos con esos seres especiales y queridos que tienes la suerte de tener a tu lado.