Encuentro de buenas conversaciones
Creo que una buena conversación es un regalo para el alma y para el cerebro. Cuando pienso en mis aficiones, además de leer, viajar, pasear por el campo y la música, en la lista siempre aparecen las buenas conversaciones. Digo buenas, no conversaciones neutras o ésas que son monólogos entrelazados, donde cada persona habla de lo suyo sin escuchar ni interesarse por las aportaciones ajenas. Tampoco me refiero a esos encuentros donde hay alguien que acapara la atención o trata de imponer su criterio a los demás a toda costa. Por eso quería hacer clara la diferencia.
Tener una buena conversación es un arte y es maravillosa la sensación que crea. Muchas veces hemos oído que los españoles somos muy buenos conversadores, porque nos encanta la sociabilización y la charla. Pero en general no tenemos el ingrediente principal para hacer encuentros de calidad: la escucha. Piensa en el último encuentro que hayas tenido con familiares, amigos o compañeros de trabajo y, al menos que hayas tenido mucha fortuna, la imagen que se te habrá venido a la cabeza será todos hablando casi a la vez, con diálogos cruzados y con interrupciones constantes: “Pues yo….”, “Eso me pasó a mí cuando..” “Lo que tienes que hacer es…”
¿Te suena?.
Todo ello me había llevado a fraguar la idea de crear un Encuentro de Buenas Conversaciones, que se ha hecho realidad este mes de octubre gracias a la respuesta de Yolanda Muñoz cuando le comenté la idea. Su entusiasmo fue el impulso para organizarlo. Invitamos a 14 personas aleatorias para reunirnos a charlar con dos premisas: todo el mundo tenía que hablar y nadie podía acaparar. Intervenciones cortas, aportando valor y una escucha respetuosa al grupo.
El tema planteado era ¿Qué es para ti una buena conversación?, y todos los participantes fueron contando sus experiencias, sus reflexiones sobre el tema, sus propuestas para seguir. Y nos basamos en unos valores que aportamos entre todos al principio: respeto, cordialidad, curiosidad, descubrimiento, seguridad, debate, equilibrio, libertad, encuentro, escucha, enriquecimiento, libertad…Se cumplieron fielmente y nos quedamos todos con ganas de más.
Escuchamos atentamente todas las intervenciones, que venían de distintas realidades. Y en general se planteó en tema de la poca escucha que suele haber a nuestro alrededor. Es algo que se echa de menos. Creo que estos encuentros pueden tener futuro, enriqueciéndose con personas que tengan la misma inquietud de compartir temas para sacar buenos aprendizajes.
Conversar para crecer, ésa es la idea.
Elisa Martín es periodista y coach de comunicación y oratoria
Creo que una buena conversación es un regalo para el alma y para el cerebro. Cuando pienso en mis aficiones, además de leer, viajar, pasear por el campo y la música, en la lista siempre aparecen las buenas conversaciones. Digo buenas, no conversaciones neutras o ésas que son monólogos entrelazados, donde cada persona habla de lo suyo sin escuchar ni interesarse por las aportaciones ajenas. Tampoco me refiero a esos encuentros donde hay alguien que acapara la atención o trata de imponer su criterio a los demás a toda costa. Por eso quería hacer clara la diferencia.
Tener una buena conversación es un arte y es maravillosa la sensación que crea. Muchas veces hemos oído que los españoles somos muy buenos conversadores, porque nos encanta la sociabilización y la charla. Pero en general no tenemos el ingrediente principal para hacer encuentros de calidad: la escucha. Piensa en el último encuentro que hayas tenido con familiares, amigos o compañeros de trabajo y, al menos que hayas tenido mucha fortuna, la imagen que se te habrá venido a la cabeza será todos hablando casi a la vez, con diálogos cruzados y con interrupciones constantes: “Pues yo….”, “Eso me pasó a mí cuando..” “Lo que tienes que hacer es…”
¿Te suena?.
Todo ello me había llevado a fraguar la idea de crear un Encuentro de Buenas Conversaciones, que se ha hecho realidad este mes de octubre gracias a la respuesta de Yolanda Muñoz cuando le comenté la idea. Su entusiasmo fue el impulso para organizarlo. Invitamos a 14 personas aleatorias para reunirnos a charlar con dos premisas: todo el mundo tenía que hablar y nadie podía acaparar. Intervenciones cortas, aportando valor y una escucha respetuosa al grupo.
El tema planteado era ¿Qué es para ti una buena conversación?, y todos los participantes fueron contando sus experiencias, sus reflexiones sobre el tema, sus propuestas para seguir. Y nos basamos en unos valores que aportamos entre todos al principio: respeto, cordialidad, curiosidad, descubrimiento, seguridad, debate, equilibrio, libertad, encuentro, escucha, enriquecimiento, libertad…Se cumplieron fielmente y nos quedamos todos con ganas de más.
Escuchamos atentamente todas las intervenciones, que venían de distintas realidades. Y en general se planteó en tema de la poca escucha que suele haber a nuestro alrededor. Es algo que se echa de menos. Creo que estos encuentros pueden tener futuro, enriqueciéndose con personas que tengan la misma inquietud de compartir temas para sacar buenos aprendizajes.
Conversar para crecer, ésa es la idea.
Elisa Martín es periodista y coach de comunicación y oratoria