Jueves, 18 de Septiembre de 2025

Actualizada Miércoles, 17 de Septiembre de 2025 a las 13:48:02 horas

Pedro Gutiérrez
Lunes, 06 de Noviembre de 2023 Actualizada Lunes, 06 de Noviembre de 2023 a las 13:32:53 horas

Música y paseo


En uno de mis paseos con la lluvia y el fresco recién llegado, me encontré con un buen amigo. Le pregunté qué tal le iba y saber de su familia. Puso los ojos en blanco, miró hacia arriba y en voz baja suspiró: “Estoy muy ocupado... muy ocupado… demasiadas cosas ahora mismo.” Poco después, me encontré con otro amigo. De nuevo, con el mismo tono, la misma respuesta: “Estoy muy ocupado, tengo mucho que hacer.” Se le notaba cansado.
Los hábitos destructivos empiezan pronto,  muy pronto.¿Cómo hemos terminado viviendo así? ¿Cuánto se nos olvidó que somos “seres” humanos y no “haceres” humanos? ¿Cómo hemos creado un mundo en el que tenemos más y más cosas que hacer con menos tiempo libre (en general), menos tiempo para reflexionar, menos tiempo para simplemente… ser? Esta enfermedad de estar “ocupado” es  destructiva para nuestra salud y bienestar. Debilita la capacidad de concentrarnos completamente en quienes más queremos y nos separa de convertirnos en el tipo de sociedad que tan desesperadamente clamamos. Desde los años 70 hemos tenido tantas innovaciones tecnológicas que nos prometimos hacer nuestras vidas más fáciles, más rápidas, más sencillas, pero no tenemos más tiempo disponible que hace algunas décadas. Para algunos de nosotros, entre los que me incluyo, las líneas entre el trabajo y la vida personal desaparecen.  En muchas culturas, cuando quieres preguntarle a alguien qué tal le va, dices: en árabe, ¿Kayf haal-ik? o, en persa, ¿Haal-e shomaa chetoreh? ¿Cómo está tu haal? El haal es una palabra para preguntar por el estado transitorio del corazón de uno. En realidad preguntamos “¿Cómo está tu corazón en este momento exacto, en este mismo suspiro? Cuando nosotros preguntamos “¿Qué tal estás?”, esto es exactamente lo que queremos saber de la otra persona. No pregunto cuantas cosas tienes por hacer, no pregunto cuantos correos tienes pendientes de leer. Quiero saber cómo estás en este preciso momento. Cuéntame. Dime que tu corazón está contento, dime que tu corazón está dolorido, que está triste... Examina tu propio corazón, explora tu alma y después cuéntame algo sobre ambos. Dime que recuerdas que sigues siendo un ser humano, no sólo un “hacer” humano. Dime que eres algo más que una máquina completando tareas. Ten esa charla, ese contacto. Ten una conversación sanadora, aquí y ahora. Ayúdame a recordar que yo también soy humano, que necesito contacto con otros humanos.
Estamos perdiendo la capacidad de vivir una vida plena. Necesitamos una relación diferente con el trabajo y la tecnología. Sabemos lo que queremos: una vida con significado, sentido de humanidad y una existencia justa. No es sólo tener cosas. Queremos ser completamente humanos. Me gustaría tener un tipo de existencia en el que podamos detenernos por un momento, mirar a otras personas, tocarnos y preguntarnos mutuamente....¿cómo está tu corazón?

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.