Los cuatro vecinos de las Vegas Bajas que vivieron el terremoto de Marruecos se encuentran ya en casa
![[Img #96904]](https://cronicasdeunpueblo.es/upload/images/09_2023/4298_captura-de-pantalla-2023-09-11-a-las-120136.jpg)
Han sido unas vacaciones que no van a olvidar, pero no de la manera en que ellos esperaban. Lo que se preveía como un viaje de cuatro amigos a un entorno idílico, a la “tierra de luz”.
La noche del viernes 8 de septiembre, un terremoto de magnitud 7 en la escala de Ritcher, se hacía sentir en Marruecos, dejando tras de sí, hasta ahora, más de 2000 fallecidos y casi 2500 personas heridas.
Nane Ramos, Imane Warrak y Mamen Ramos, de Valdelacalzada, y el marido de ésta última, Juan Antonio Nogales, de Puebla de la Calzada, se encontraban en su alojamiento en Marrakech, en el hotel que habían contratado para pasar estos días en el país vecino, cuando empezaron a sentir el temblor, sobre las 23:00 horas.
Tras salir rápidamente del hotel, situado en la medina de la ciudad, se trasladaron a una zona más abierta donde estar más a salvo de posibles réplicas, hasta poder volver a por sus cosas en el hotel y tratar de volver a casa. Una tarea ésta que ha resultado toda una aventura para los cuatro.
“Intentamos coger un vuelo, pero la página web estaba colapsada, así que fuimos muy temprano al aeropuerto para ver qué podíamos hacer”, nos cuenta Nane. “También estaba colapsado, los vuelos muy caros, alrededor de 2000 y 3000 euros y con escalas que los hacían de 30 horas. Un regreso muy complicado”.
Es entonces cuando empiezan a buscar otras alternativas para regresar a España: “Cogimos varios taxis y dos trenes, que nos trasladaron de Marrakech a Casablanca y de Casablanca a Tánger. En Tánger de nuevo más taxis hasta que llegamos al ferri que nos trasladó a Tarifa. Desde allí, otro taxi hasta Chipiona, donde hicimos noche, y al día siguiente, nos fuimos hasta Sevilla en coche, desde allí ya a casa. Llegamos ayer (domingo 10 de septiembre) a las 7:30 de la mañana”, continúa Nane, que asegura haber pasado mucho miedo en medio de todo el caos, además de vivir estos dos días, desde el terremoto hasta la vuelta al hogar, con mucho estrés y mucho cansancio.
Sienten los cuatro haber tenido suerte, porque la rapidez con la que actuaron y cómo consiguieron ir trasladándose en Marruecos, es lo que les ha traído “pronto” a casa, ya que aún hay gente que intenta salir hacia sus casas.
Por fortuna, los cuatro pueden contar que están bien y con sus familias, dando gracias, asegura Nane, “por el sitio en el que me ha tocado nacer. Hasta para nacer hay que tener suerte”.
Las personas interesadas en ayudar a Marruecos en esta catástrofe, puede hacerlo a través del Comité de Emergencia, Unicef, Cruz Roja, la Fundación Mi grano de arena, Cáritas y la ONG Umnia.
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Han sido unas vacaciones que no van a olvidar, pero no de la manera en que ellos esperaban. Lo que se preveía como un viaje de cuatro amigos a un entorno idílico, a la “tierra de luz”.
La noche del viernes 8 de septiembre, un terremoto de magnitud 7 en la escala de Ritcher, se hacía sentir en Marruecos, dejando tras de sí, hasta ahora, más de 2000 fallecidos y casi 2500 personas heridas.
Nane Ramos, Imane Warrak y Mamen Ramos, de Valdelacalzada, y el marido de ésta última, Juan Antonio Nogales, de Puebla de la Calzada, se encontraban en su alojamiento en Marrakech, en el hotel que habían contratado para pasar estos días en el país vecino, cuando empezaron a sentir el temblor, sobre las 23:00 horas.
Tras salir rápidamente del hotel, situado en la medina de la ciudad, se trasladaron a una zona más abierta donde estar más a salvo de posibles réplicas, hasta poder volver a por sus cosas en el hotel y tratar de volver a casa. Una tarea ésta que ha resultado toda una aventura para los cuatro.
“Intentamos coger un vuelo, pero la página web estaba colapsada, así que fuimos muy temprano al aeropuerto para ver qué podíamos hacer”, nos cuenta Nane. “También estaba colapsado, los vuelos muy caros, alrededor de 2000 y 3000 euros y con escalas que los hacían de 30 horas. Un regreso muy complicado”.
Es entonces cuando empiezan a buscar otras alternativas para regresar a España: “Cogimos varios taxis y dos trenes, que nos trasladaron de Marrakech a Casablanca y de Casablanca a Tánger. En Tánger de nuevo más taxis hasta que llegamos al ferri que nos trasladó a Tarifa. Desde allí, otro taxi hasta Chipiona, donde hicimos noche, y al día siguiente, nos fuimos hasta Sevilla en coche, desde allí ya a casa. Llegamos ayer (domingo 10 de septiembre) a las 7:30 de la mañana”, continúa Nane, que asegura haber pasado mucho miedo en medio de todo el caos, además de vivir estos dos días, desde el terremoto hasta la vuelta al hogar, con mucho estrés y mucho cansancio.
Sienten los cuatro haber tenido suerte, porque la rapidez con la que actuaron y cómo consiguieron ir trasladándose en Marruecos, es lo que les ha traído “pronto” a casa, ya que aún hay gente que intenta salir hacia sus casas.
Por fortuna, los cuatro pueden contar que están bien y con sus familias, dando gracias, asegura Nane, “por el sitio en el que me ha tocado nacer. Hasta para nacer hay que tener suerte”.
Las personas interesadas en ayudar a Marruecos en esta catástrofe, puede hacerlo a través del Comité de Emergencia, Unicef, Cruz Roja, la Fundación Mi grano de arena, Cáritas y la ONG Umnia.























