Los depende en terapia
Un antiguo profesor que tuve en la carrera solía decir “En terapia no hay grandes verdades. Si eso es lo que buscáis, os habéis equivocado de sitio. Id a la psicología teórica, no tratéis con personas. En terapia todo depende”.
Este es el motivo en mi opinión por el que la mayoría de libros de autoayuda fracasan por muy bien escritos que estén y por muy prestigiosos que sean sus autores. La terapia psicológica es contextual. Depende demasiado del momento y la persona que lo escuche.
Pongamos algunos ejemplos de frases que podemos encontrar frecuentemente, que de primeras pudieran parecer leyes universales:
-”El deporte es bueno para la salud mental”. Es algo cierto en líneas generales, pero no es infrecuente que algunas personas usen el deporte como una forma de evitar enfrentarse a algún asunto que les resulta muy difícil (engordar, pasar tiempo en casa, envejecer, sentir añoranza de una persona..) En algunas de estas situaciones, el deporte está actuando como evitación de un asunto vital al que hay que enfrentarse.
-”Hacer respiraciones ayuda a gestionar la ansiedad”. He trabajado con algunas personas que estaban constantemente haciendo respiraciones, constantemente observando si su curva de la ansiedad subía lo más mínimo para intentar hacerla bajar. Constantemente tratando de no ponerse nerviosos. Hasta tal punto que cualquier cosa que les recordara a ese malestar, les hacía emprender acciones rígidas como respirar para hacer que baje, retirarse de la situación, apuntarse a actividades que no le satisfacían (yoga, mindfulness), leer continuamente sobre la ansiedad para tener más información, etc. Las respiraciones son una herramienta, pero toda herramienta puede ser usada de forma correcta o dañina.
-”Cuando estamos tristes, es importante estar activos y ocupados”. Es cierto que es importante mantener nuestras rutinas cuando hemos recibido un golpe duro emocional. Dejar de hacerlo suele conllevar una pérdida añadida y una dificultad para volver a emprender de nuevo esa rutina. No obstante, muchas personas tratan de estar continuamente ocupadas para distraer su atención de aquello que les resulta incómodo. Tratan de evitar pensar en algo cubriendo cada espacio en blanco que hay en su agenda, hasta que, como uno no puede huir de su sombra, lo que siente o piensa acaba saliendo en algún momento.
Por esto cualquier proceso terapéutico que se precie, debe estar lleno de dependes. Debe estar lleno de matices, de particularidades. Esta es la gracia de la terapia, poder ajustarse a lo que necesita una persona. Lo contrario serán recetas, consejos de facebook que se suponen bien dirigidos, pero que no se adecúan a la complejidad de las personas y sus circunstancias.
Un antiguo profesor que tuve en la carrera solía decir “En terapia no hay grandes verdades. Si eso es lo que buscáis, os habéis equivocado de sitio. Id a la psicología teórica, no tratéis con personas. En terapia todo depende”.
Este es el motivo en mi opinión por el que la mayoría de libros de autoayuda fracasan por muy bien escritos que estén y por muy prestigiosos que sean sus autores. La terapia psicológica es contextual. Depende demasiado del momento y la persona que lo escuche.
Pongamos algunos ejemplos de frases que podemos encontrar frecuentemente, que de primeras pudieran parecer leyes universales:
-”El deporte es bueno para la salud mental”. Es algo cierto en líneas generales, pero no es infrecuente que algunas personas usen el deporte como una forma de evitar enfrentarse a algún asunto que les resulta muy difícil (engordar, pasar tiempo en casa, envejecer, sentir añoranza de una persona..) En algunas de estas situaciones, el deporte está actuando como evitación de un asunto vital al que hay que enfrentarse.
-”Hacer respiraciones ayuda a gestionar la ansiedad”. He trabajado con algunas personas que estaban constantemente haciendo respiraciones, constantemente observando si su curva de la ansiedad subía lo más mínimo para intentar hacerla bajar. Constantemente tratando de no ponerse nerviosos. Hasta tal punto que cualquier cosa que les recordara a ese malestar, les hacía emprender acciones rígidas como respirar para hacer que baje, retirarse de la situación, apuntarse a actividades que no le satisfacían (yoga, mindfulness), leer continuamente sobre la ansiedad para tener más información, etc. Las respiraciones son una herramienta, pero toda herramienta puede ser usada de forma correcta o dañina.
-”Cuando estamos tristes, es importante estar activos y ocupados”. Es cierto que es importante mantener nuestras rutinas cuando hemos recibido un golpe duro emocional. Dejar de hacerlo suele conllevar una pérdida añadida y una dificultad para volver a emprender de nuevo esa rutina. No obstante, muchas personas tratan de estar continuamente ocupadas para distraer su atención de aquello que les resulta incómodo. Tratan de evitar pensar en algo cubriendo cada espacio en blanco que hay en su agenda, hasta que, como uno no puede huir de su sombra, lo que siente o piensa acaba saliendo en algún momento.
Por esto cualquier proceso terapéutico que se precie, debe estar lleno de dependes. Debe estar lleno de matices, de particularidades. Esta es la gracia de la terapia, poder ajustarse a lo que necesita una persona. Lo contrario serán recetas, consejos de facebook que se suponen bien dirigidos, pero que no se adecúan a la complejidad de las personas y sus circunstancias.