Montijo en Feria
Años atrás cuando en Montijo había toros en su feria, unos días antes del día ocho de septiembre se empezaba a montar la plaza portátil. En ella vivíamos momentos de alegría y fiesteros, pues el pueblo disfrutaba de lo lindo, pidiendo y preparando los trofeos para los novilleros o toreros y ellos también paseaban muy felices sus triunfos por esa plaza que se montaba junto al ferial. Y después, aquellas tardes en la plaza. Por aquí, pasaron toreros de mucho renombre como Antoñete, Ferrera, Manili, Spla, Luis Reina y un largo etcétera. Entre ellos, nuestro amigo Luis Reinoso “El Cartujano” de Puebla de la Calzada. También los rejoneadores Fermín Bohórquez, José Luis Rodríguez de Badajoz, el portugués Paulo Cahetano, el poblanchino Manuel Correa y los Maura, padre e hijo del país vecino, ambos portugueses. Y años más atrás, los hermanos Moreno Pidal, Manolo y Gregorio. Se hacían festivales de gente aficionada, tanto locales, como forasteros, pero siempre en un punto de fiesta y con ganas de pasarlo bien. Había vaquillas del aguardiente, y todo ello siempre tenía un éxito de público arrollador. Esperemos volver a recuperar esta fiesta y tradición tan rica, como está pasando también en otras ciudades, pueblos en sus ferias y fiestas.
Ahora bien, quiero hablar de los toreros de moda, que los hay que pisan todas las ferias, como le estaba sucediendo a la figura de Morante de la Puebla, aunque ahora se está perdiendo algunas corridas por la cogida que tuvo en Badajoz en la Feria de San Juan. Hay un torero peruano llamado Rocarey, que no le puede ir mejor en el aspecto de pisar albero pero luego es un hombre que los toros le cogen la mayoría de las tardes que torea. Esperemos que Roca no supere el récord de cornadas del torero de otra época Diego Puerta, pero eso si, va camino de mejorar el de José Tomás. De momento, han llegado a ser cinco cogidas en nueve días. Nombro a estos maestros por ser ejemplo máximo de valor sobre la arena, cosa que cualquiera en su sano juicio no lo haría y además, puede discutir al peruano. Preguntaban a Splas por el torero de más valor, y este dijo que el torero que más huevos le echaba al toro era José Tomás. Aunque yo no estoy de acuerdo con Splas, ya que llevo años en este mundo y escribiendo crónicas taurinas, siguiendo a todos los toreros afamados o bien con más baja puntuación en el escalafón, y puedo decir que José Tomás ha toreado muy poco. Por ejemplo, el año pasado lo hizo dos veces, el año anterior no piso plaza, y este año tiene pinta de que va con las mismas, aunque se habla de una posible presentación en Mérida en un mano a mano con Talavante. Y también, se que está matando a toros en ganaderías de sus amigos para ponerse a punto por si llega ese momento. Si esto es verdad, yo estaré allí el primero para ver dicho espectáculo.
Años atrás cuando en Montijo había toros en su feria, unos días antes del día ocho de septiembre se empezaba a montar la plaza portátil. En ella vivíamos momentos de alegría y fiesteros, pues el pueblo disfrutaba de lo lindo, pidiendo y preparando los trofeos para los novilleros o toreros y ellos también paseaban muy felices sus triunfos por esa plaza que se montaba junto al ferial. Y después, aquellas tardes en la plaza. Por aquí, pasaron toreros de mucho renombre como Antoñete, Ferrera, Manili, Spla, Luis Reina y un largo etcétera. Entre ellos, nuestro amigo Luis Reinoso “El Cartujano” de Puebla de la Calzada. También los rejoneadores Fermín Bohórquez, José Luis Rodríguez de Badajoz, el portugués Paulo Cahetano, el poblanchino Manuel Correa y los Maura, padre e hijo del país vecino, ambos portugueses. Y años más atrás, los hermanos Moreno Pidal, Manolo y Gregorio. Se hacían festivales de gente aficionada, tanto locales, como forasteros, pero siempre en un punto de fiesta y con ganas de pasarlo bien. Había vaquillas del aguardiente, y todo ello siempre tenía un éxito de público arrollador. Esperemos volver a recuperar esta fiesta y tradición tan rica, como está pasando también en otras ciudades, pueblos en sus ferias y fiestas.
Ahora bien, quiero hablar de los toreros de moda, que los hay que pisan todas las ferias, como le estaba sucediendo a la figura de Morante de la Puebla, aunque ahora se está perdiendo algunas corridas por la cogida que tuvo en Badajoz en la Feria de San Juan. Hay un torero peruano llamado Rocarey, que no le puede ir mejor en el aspecto de pisar albero pero luego es un hombre que los toros le cogen la mayoría de las tardes que torea. Esperemos que Roca no supere el récord de cornadas del torero de otra época Diego Puerta, pero eso si, va camino de mejorar el de José Tomás. De momento, han llegado a ser cinco cogidas en nueve días. Nombro a estos maestros por ser ejemplo máximo de valor sobre la arena, cosa que cualquiera en su sano juicio no lo haría y además, puede discutir al peruano. Preguntaban a Splas por el torero de más valor, y este dijo que el torero que más huevos le echaba al toro era José Tomás. Aunque yo no estoy de acuerdo con Splas, ya que llevo años en este mundo y escribiendo crónicas taurinas, siguiendo a todos los toreros afamados o bien con más baja puntuación en el escalafón, y puedo decir que José Tomás ha toreado muy poco. Por ejemplo, el año pasado lo hizo dos veces, el año anterior no piso plaza, y este año tiene pinta de que va con las mismas, aunque se habla de una posible presentación en Mérida en un mano a mano con Talavante. Y también, se que está matando a toros en ganaderías de sus amigos para ponerse a punto por si llega ese momento. Si esto es verdad, yo estaré allí el primero para ver dicho espectáculo.
























