Amigo y compañero Tomás:

Como empezaste tu entrevista en Crónicas de un pueblo el día seis de diciembre de 2013, “Yo nací en la escuela...” vamos a comenzar este escrito. Pues desde 1955 hasta nuestros días has pasado toda tu vida en la escuela; eso no lo puede decir mucha gente. Quizá, debido a que estabas marcado desde el principio, ha sido el devenir de tu vida y por ende de tu carrera profesional.

Aunque eres licenciado en Matemáticas (Ciencias Exactas), siempre te has considerado Maestro, palabra más bonita y entrañable que Profesor. Y como maestro, por ti han pasado decenas y decenas de generaciones de alumnos, de hombres y mujeres, que han aprendido contigo y disfrutado de tus clases y enseñanzas.

Como compañero, ¿qué decir? Has sido atento, amable, cercano y has empatizado con cada uno de las personas que han pasado por el colegio a lo largo de todos estos años; has sido un ejemplo a seguir, ya que no solo has sido compañero, también el director.

No te podrás quejar: hijo de maestro, esposo de maestra, padre de maestra y de docente. Era tu sino y yo diría que estás feliz con lo que te ha tocado vivir. Con los años que llevas en esto, creemos que compartirás este pensamiento: quién ejerce una influencia benéfica en los niños y en sus compañeros, participa también de sus alegrías y sus logros.

Dicen que quién siembra recoge; pues ha llegado el momento de recoger, usa tu jubilación para recoger los frutos que has estado sembrando.

Y para terminar, decirte que esto no será lo mismo sin ti, y nadie merece estas vacaciones a largo plazo más que tú.

Feliz Jubilación, Tomás.