Marea azul de esperanza
Las urnas han hablado y los resultados son incuestionables: se inicia un cambio de ciclo político tras la severa derrota cosechada por Pedro Sánchez y el PSOE. La cuenta atrás para la derogación del sanchismo ya ha comenzado una vez que los españoles se han pronunciado con meridiana claridad y han reprobado tanto las políticas del Gobierno Sánchez como sus pactos con socios poco confiables.
Feijóo ha aventajado en 760.000 votos a Sánchez en las municipales y recupera poder territorial en seis autonomías con Madrid como principal bastión en el que Ayuso y Almeida han barrido literalmente a la izquierda, Podemos se queda fuera tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad de Madrid, o el dato relevante de Andalucía donde el Partido Popular ha hecho historia al lograr mayoría absoluta en capitales como Málaga, Granada, Almería, Cádiz y Córdoba.
El naufragio socialista les supondrá perder Valencia, Baleares, Aragón, La Rioja, Extremadura, Cantabria y a la lista posiblemente se sume Canarias. Por lo que respecta a nivel municipal, el partido socialista se queda sin Valencia, Sevilla o Valladolid, en total ha perdido 11 de las 22 capitales de provincia en las que gobernaba y tampoco ha sido capaz de lograr la victoria en Barcelona.
Los vientos de cambio también han llegado a nuestra tierra y el Partido Popular con María Guardiola al frente podrá gobernar en Extremadura además de recuperar la alcaldía de Cáceres y consolidar la de Badajoz con una mayoría absoluta. Precisamente en Cáceres Feijóo se comprometió con la llegada del tren a Extremadura y a exigir a su futuro ministro de Fomento a trasladarse cada tres meses a la comunidad autónoma—igual que pidió él al Gobierno del PP cuando era presidente de la Xunta—para rendir cuentas, dar la cara y explicar lo que se hace en materia de inversiones en obra pública. Una medida vital para que nuestra región tenga las infraestructuras que demanda y merece.
En la recta final de la campaña electoral hizo Feijóo hizo hincapié en la derogación del sanchismo como un sentimiento común que une a las personas de todas las edades y de cualquier condición, por lo que pidió concentrar el voto en el PP para poner freno a Sánchez y las urnas lo han respaldo ampliamente ya que los socialistas han sufrido una derrota sin paliativos y el Partido Popular enfila el camino a La Moncloa.
El dato inquietante de la jornada nos lo deja el ascenso de Bildu, cuyo crecimiento rompe la hegemonía del PNV y coloca a 12 etarras en ayuntamientos, y la comparecencia de Otegi cuyas partidarios lo arropaban con gritos de independencia, independencia.
Las urnas han hablado y los resultados son incuestionables: se inicia un cambio de ciclo político tras la severa derrota cosechada por Pedro Sánchez y el PSOE. La cuenta atrás para la derogación del sanchismo ya ha comenzado una vez que los españoles se han pronunciado con meridiana claridad y han reprobado tanto las políticas del Gobierno Sánchez como sus pactos con socios poco confiables.
Feijóo ha aventajado en 760.000 votos a Sánchez en las municipales y recupera poder territorial en seis autonomías con Madrid como principal bastión en el que Ayuso y Almeida han barrido literalmente a la izquierda, Podemos se queda fuera tanto del Ayuntamiento como de la Comunidad de Madrid, o el dato relevante de Andalucía donde el Partido Popular ha hecho historia al lograr mayoría absoluta en capitales como Málaga, Granada, Almería, Cádiz y Córdoba.
El naufragio socialista les supondrá perder Valencia, Baleares, Aragón, La Rioja, Extremadura, Cantabria y a la lista posiblemente se sume Canarias. Por lo que respecta a nivel municipal, el partido socialista se queda sin Valencia, Sevilla o Valladolid, en total ha perdido 11 de las 22 capitales de provincia en las que gobernaba y tampoco ha sido capaz de lograr la victoria en Barcelona.
Los vientos de cambio también han llegado a nuestra tierra y el Partido Popular con María Guardiola al frente podrá gobernar en Extremadura además de recuperar la alcaldía de Cáceres y consolidar la de Badajoz con una mayoría absoluta. Precisamente en Cáceres Feijóo se comprometió con la llegada del tren a Extremadura y a exigir a su futuro ministro de Fomento a trasladarse cada tres meses a la comunidad autónoma—igual que pidió él al Gobierno del PP cuando era presidente de la Xunta—para rendir cuentas, dar la cara y explicar lo que se hace en materia de inversiones en obra pública. Una medida vital para que nuestra región tenga las infraestructuras que demanda y merece.
En la recta final de la campaña electoral hizo Feijóo hizo hincapié en la derogación del sanchismo como un sentimiento común que une a las personas de todas las edades y de cualquier condición, por lo que pidió concentrar el voto en el PP para poner freno a Sánchez y las urnas lo han respaldo ampliamente ya que los socialistas han sufrido una derrota sin paliativos y el Partido Popular enfila el camino a La Moncloa.
El dato inquietante de la jornada nos lo deja el ascenso de Bildu, cuyo crecimiento rompe la hegemonía del PNV y coloca a 12 etarras en ayuntamientos, y la comparecencia de Otegi cuyas partidarios lo arropaban con gritos de independencia, independencia.























